Matar las tardes
IXC
Esta no es la embajada del reproche
ni el vademécum de lo que perdí,
para que llueva, para ser de noche
es condición sine qua non to be
or not to be, como intuyó el bolero
calavera de un príncipe danés,
se equivoca la urgencia y el te quiero
que no vuelve la ausencia del revés.
Escribo sólo por matar las tardes,
por no ponerme a deshacer maletas,
por no arrastrarme por las estaciones,
por no andar, como el rey de los cobardes,
mustio, con un ramito de violetas,
en el sepelio de las decepciones.
Joaquín Sabina: Ciento volando de catorce (2001)
Último soneto del libro de Joaquín Sabina (Que comienza con un soneto introductorio), al que Pedro Guerra puso música cantado por Sole Giménez e Ismael Serrano, un gran dúo
Pedro Guerra la ha interpretado en directo, como en esta ocasión acompañado de Sole e Ismael. Una buena forma de despedir, de momento, al Sabina escritor
Buen jueves
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