Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Quisiera tener varias sonrisas de recambio y un vasto repertorio de modos de expresarme. O bien con la palabra, o bien con la manera, buscar el hábil gesto que pudiera escudarme…
Y al igual que en el gesto buscar en la mentira diferentes disfraces, bien vestir el engaño; y poder, sin conciencia, ir haciendo a las gentes, con sutil maniobra, la caricia del daño.
Yo quisiera ¡y no puedo! ser como son los otros, los que pueblan el mundo y se llaman humanos: siempre el beso en el labio, ocultando los hechos y al final… el lavarse tan tranquilos las manos.
Paco Damas incluyó este poema en su disco del 2017 "Las Sin Sombrero", donde canta acompañado de Carmen Linares. Una versión que emociona. Desgraciadamente han desaparecido de sus canales de YouTube este vídeo, por lo que os dejo con el enlace a soundcloud
Hay una versión subida hace un año, interpretada por Antonio Carbonell (nuestro representante en Eurovisión en Oslo en 1946) y Soleá Morente en el 2023. Otra delicia
Le acompaña la granadina Marina Heredia Ríos, y de momento abandonamos a Concha Méndez, con la esperanza de que sus palabras y sus poemas se sigan rescatando del olvido
Buen miércoles, mañana seguimos con Rosalia de Castro y la Generación del 27, pero con poemas de Federico García Lorca
Tras publicar El Rayo que no cesa, comienza la Guerra Civil, y Miguel Hernández escribe este poemario de guerra que se llamó "Viento del Pueblo", y que se publica en Valencia en 1937. Un total de veinticuatro poemas, de los que quince han sido musicalizados por mayor o menor número de personas, destacando "El niño yuntero", "Vientos del pueblo" y "Aceituneros"
Este poema, es el primero que se musicaliza por cantautores, haciéndolo Paco Ibáñez en 1967 (LP Paco Ibáñez 2), y apareciendo luego en su disco mas conocido del concierto en el Olimpia de París de 1969. Paco Ibáñez versiona parte del poema, y su versión musical es la mas seguida tras la de Ángel Corpa (Jarcha). Así sonaba Paco Ibáñez
Una canción reivindicativa, que fué prohibida por la censura franquista, lo que también ocurrió con la cuarta versión musicada del poema, que realizó Enrique Morente en 1971, en su disco Homenaje flamenco a Miguel Hernández, que tuvo que esperar a 1975 para su publicación. Enorme Morente
Dina Rot (madre de Ariel Rot), realiza una segunda versión en 1969, con música de Paco Ibáñez. Ese mismo año, Pablo Sorozabal Serrano (hijo del gran compositor lírico vasco madrileño, Pablo Sorozabal), graba un disco titulado "Cantos de amor y lucha. Cantos de amor y paz", del que no he conseguido encontrar versión en youtube. Luego se graban dos nuevas versiones con la música de Paco Ibáñez, por Soledad Bravo (1974) y El Camperol (1975).
En ese 1975, el grupo onubense Jarcha, graba esta versión con música de Ángel Corpa, que es quizá la más recordada. Aqui en un directo televisivo de finales de esa década en la televisión
Al año siguiente (1976) el dúo "Los Juglares" (Sergio Aschero y Ängeles Ruibal), graban esta versión en su disco Está despuntando el alba. Una versión claramente diferente
Antes (1977) el Coro Popular Jabalón lo grabó en versión de Paco Ibáñez y en 1978 Rocío de Lopera en la de Ángel Corpa, Esta misma versión la graba Manolo Escobar en 1994 en su disco Tiempo al Tiempo. Es señal que el poema de Miguel Hernández, escrito en plena guerra, bajo los olivos jienenses, trabajando como reportero de prensa junto al fotógrafo Andrés Pérez Bálmez, va cambiando de significado
El poema y la canción siguen recorriendo el mundo: la chilena Lilia Santos (1999), el francés Sergio Utgé Royo (2001), los uruguayos Washington Carrasco y Cristina Fernández (2002), el mexicano Negro Ojeda (2004), la francesa Christiane Courvoisier (2009) y el chileno Ángel Parra (2011) graban sendas versiones con la música de Paco Ibáñez
Un paso importante en la historia del poema/canción es cuando tras un acuerdo con la familia del poeta, la Diputación de Jaén, lo declara "Himno Oficial de la provincia de Jaén". La música corre a cargo de Santiago José Báez, hay un ajuste de la letra y ha sido interpretado por diversos artistas de la tierra (Raphael, Juan Valderrama,...) os dejo con la versión de presentación del himno, con orquesta donde canta Carmen Linares en noviembre del 2012
En el año 2017, se graban cinco versiones, me gusta la de José Miguel Arranz, de su disco "Miguel Hernández Sublime". Una versión diferente, con otros versos musicados
Ese mismo año, en Asturias, El Coro minero de Turón, y en Jaén Ana Corbel, graban dos versiones con música de Ángel Corpa, aunque muy diferentes entre sí. También ese mismo año, Carmen Linares, graba una versión propia en su disco Verso a Verso Canto a Miguel Hernández
En el 2018 Ángel Corpa graba una nueva versión en solitario. En el 2019 Kiko Veneno y Rocío Márquez, aúnan juventud y experiencia en esta versión de Paco Ibáñez pero tan propia, aunque es más corta os dejo con la versión que apareció en la serie de televisión "Un país para escucharlo", una grata y buena serie
Buen jueves. Hay versiones que me da pena
no haber incluido como la de Juan Valderrama, pero creo que ya es
demasiado largo. Disculpas a los músicos con versiones no nombrados,
que son bastantes
Arriba canta el pájaro
y abajo canta el agua.
(Arriba y abajo,
se me abre el alma).
¡Entre dos melodías,
la columna de plata!
Hoja, pájaro, estrella;
baja flor, raíz, agua.
¡Entre dos conmociones,
la columna de plata!
(¡Y tú, tronco ideal,
entre mi alma y mi alma!)
Mece a la estrella el trino,
la onda a la flor baja.
(Abajo y arriba,
me tiembla el alma). Juan Ramón Jiménez: Canción (1936)
Otro poema recogido en el libro que comentaba ayer. En vísperas de la guerra civil española, Juan Ramón Jiménez concibió un vasto plan unitario de reordenación y edición de su obra completa. En 1936, aparecía el primer volumen: Canción. Fue el único que llegó a publicarse, y aquella edición, personalmente cuidada por el autor hasta sus últimos detalles es hoy una rareza
Este poema ha sido abordado desde la música clásica y desde la popular, En relación con la primera he elegido entre otras la composición que el músico catalán Tomás Lozano, graba en el 2018, en su disco "Eternal Juan Ramón Jiménez" (tercera pista), en el vídeo lo interpreta junto a Erica Rubis (Viola de Gamba)
La primera grabación musicada, se realiza en Argentina en 1976, a cargo del grupo "Alpataco", en su disco del mismo nombre, una versión con tintes folk latinos, muy diferente a las posteriores
Ese mismo año Arcángel graba una versión en el disco "Los Flamencos cantan a Miguel Hernández. Por la libertad", Y hace cinco años, Carmen Linares, incluye esta versión en sus disco Carmen Linares canta a Miguel Hernández"
Recuerdo que cuando niño
me parecía mi pueblo
una blanca maravilla,
un mundo mágico, inmenso;
las casas eran palacios
y catedrales los templos;
y por las verdes campiñas
iba yo siempre contento,
inundado de ventura
al mirar el limpio cielo,
celeste como mi alma,
como mi alma sereno,
creyendo que el horizonte
era de la tierra el término.
No veía en su ignorancia
mi inocente pensamiento,
otro mundo más hermoso
que aquel mundo de mi pueblo…;
¡qué blanco, qué blanco todo!
¡todo qué grande, qué bello!
Recuerdo también que un día
en que regresé a mi pueblo
después de largos viajes,
me pareció un cementerio;
en su mezquina presencia
se agigantaba mi cuerpo…;
las casas no eran palacios
ni catedrales los templos,
y en todas partes reinaban
la soledad y el silencio…
Extraña impresión sentía
buscando en mi pensamiento
la memoria melancólica
de aquellos felices tiempos
en que no soñaba un mundo
como el mundo de mi pueblo…
¡Cuántas veces, entre lágrimas
con mis blancos días sueño,
y reconstruyo en mi mente
la visión de aquellos tiempos!
¡Ay!, ¡quién de nuevo pudiera
encerrar el pensamiento
en su cárcel de ignorancia!,
¡quién pudiera ver de nuevo
el mundo más sonriente
en el mundo de mi pueblo…!
Parece una versión del poema de ayer, con dos años de distancia, más elaborado, creo que merece la pena la comparación
Carmen Linares abría su disco del 2008 "Raíces y Alas" con esta versión donde pone música a la primera estrofa-. En el siguiente vídeo la podemos ver en un directo
Semana de transición de final de trimestre, que lleno con poemas sueltos pero no por ello menos bellos. Este soneto de Miguel Hernández, como con el que iniciaba la semana pasada, me parece, lleno de luz. La primera vez que se grabó este tema fue en el año 1970, por el tangerino Pedro Ávila, que publicó un disco en el sello Chant du Mond titulado "El hombre nuevo cantando" con tres poemas de Alberti, tres de Ángel González, tres de Blas de Otero y tres de Miguel Hernández. El disco se publica dos años más tarde en España, por el sello Edigsa, pero solo con diez canciones, la censura prohibió dos poemas de Miguel Hernández "Como el Toro" y "No soy de un pueblo de Bueyes". Un disco que he escuchado repetidamente en mi juventud, pero que ahora es inencontrable, por lo que las versiones musicalizadas son relativametne recientes, Es posible que influya su inclusión en el libro de la Editoiral Edelvives "El silbo del Dale. Antología de Miguel Hernández" del 2009. La primera versión que conozco es la de Carmen Linares, se su disco Remebranza del 2011. Os dejo con un video de una actuación en directo algo posterior (Rotterdam 2013)
Ese mismo año, 2011, Juan Valderrama, abre su quinto disco "Sonidos Blancos", con este tema, pero no he logrado localizarlo. La siguiente versión está realizada en Cuba en el 2012 por varios artistas con quince poemas musicados de Miguel Hernández en un disco que lleva por título "A Guitarra Limpia". La pista décimotercera es este poema realizado por Benito de la Fuente Escalona. Canta el soneto
Para la siguiente versión volvemos a viajar, en este caso a Barcelona, pero pasando por Rosario (Argentina) de donde es el guitarrista Guillermo Rizzotto, que ahora vive en Barcelona, ciudad de donde es la cantante Sabina Witt. Grabaron este poema en el disco "Vistes al Mar" (quinto corte)
Acabo con el que es una grabación previa en el tiempo pero recuperada hace poco. Se trata de un grupo venezolano, de principios de los años noventa, llamado Lutania, que publicaron dos discos, que se han recuperado gracias al canal de youtube del músico de bandas sonoras de cine Nacuay Linares.
Manos que
sois de la Vida,
manos que sois del Ensueño;
que disteis toda belleza
que toda belleza os dieron;
tan vivas como dos almas,
tan blancas como de muerto,
tan suaves que se diría
acariciar un recuerdo;
vasos de los elixires
los filtros y los venenos;
¡manos que me disteis gloria
manos que me disteis miedo!
Con finos dedos tomasteis
la ardiente flor de mi cuerpo...
Manos que vais enjoyadas
del rubí de mi deseo,
la perla de mi tristeza,
y el diamante de mi beso:
¡llevad a la fosa misma
un pétalo de mi cuerpo!
Manos que sois de la Vida,
manos que sois del Ensueño.
. . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . .
¿En qué tela de llamas me envolvieron
las arañas de nieve de tus manos?
¡Red de tu alma y de tu carne, lía
mis alas y mis brazos!
Tú me llegaste de un país tan lejos
que a veces pienso si será soñado...
Venías a traerme mi destino,
tal vez desde el Olimpo, en esas manos;
y hoy que tu nave peregrina cruza
no sé que mar al soplo del Acaso,
ellas abren sin fin sobre mi vida,
como un cielo presente aunque lejano,
y de sus palmas armoniosas bajan
noches y días alhajados de astros,
o encapuzados de siniestras nubes
que me apuntan sus rayos...
Ellas me alzaron como un lirio roto
de mi tristeza como de un pantano;
me desvelaron de melancolías,
obturaron las venas de mi llanto,
las corolas de oro de mis lámparas
de insomnio deshojaron,
abrieron deslumbrantes los dormidos
capullos de mis astros,
y gráciles prendieron en mi pecho
la rosa del Encanto.
Mis alas embriagadas de pereza,
con dulzura balsámica peinaron,
les curaron las llagas de la tierra,
y apartando las puertas del Milagro,
con un gesto que hacía un horizonte
una vía de azur me señalaron...
Yo abrí los brazos al tender las alas...
¡quise volar... y desmayé en tus manos!
. . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
¿En qué tela de fuego me envolvieron
las arañas de nieve de tus manos?
¡Red de tu alma y de tu carne, lía
mis alas y mis brazos!
. . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
¡Manos que sois de la Vida,
manos que sois del Ensueño;
manos que me disteis gloria,
manos que me disteis miedo!
Llevad a la fosa misma
un pétalo de mi cuerpo...
-¿Contendrán esas manos divinas, invisible,
el doloroso signo de las supremas leyes?...
¡Yo creo que solemnes, dominarán al Tiempo!
¡y dulces, juraría que hechizan a la Muerte!-
. . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
¡Manos que sois de la Vida!
¡Manos que sois del Ensueño!
¡Manos que me disteis gloria!
¡Manos que me disteis miedo!
Delmira Agustini
fue una poeta uruguaya modernista (Montevideo 1886 a 1914) que escribió
bastantes poemas a pesar de su muerte prematura a manos de su exmarido, siendo
reconocida entre otros por Rubén Darío con quien mantuvo correspondencia. He
puesto la versión que aparece en el disco de Juan Valderrama “Mujeres de carne
y verso”, cantada por él junto a Carmen Linares
Delmira todavía
adolescente, asombró y escandalizó a la sociedad burguesa con unos libros
(El libro blanco, Cantos de la mañana, Los cálices vacíos) en
los que, saltando todas las barreras del pudor, se cantaba al amor en
sus más turbadores momentos. Por vez primera una mujer joven abría su
corazón con impúdica desenvoltura, y en su lenguaje audaz y sugestivo
sacaba a la luz sus íntimos sentires: anhelos sexuales, ansias frenéticas
de goces, concupiscencias larvadas.
“En esta pieza de alquiler fue citada por el hombre
que había sido su marido; y queriendo tenerla, queriendo quedársela, él la amó
y la mató, matándose él después.
Publican los
diarios uruguayos la foto del cuerpo que yace tumbado junto a la cama, Delmira
abatida por dos tiros de revólver, desnuda como sus poemas, las medias caídas,
toda desvestida de rojo:
-Vamos más
lejos en la noche, vamos…
Delmira
Agustini escribía en trance. Había cantado a las fiebres del amor sin pacatos
disimulos, y había sido condenada por quienes castigan en las mujeres lo que en
los hombres aplauden, porque la castidad es un deber femenino y el deseo, como
la razón, un privilegio masculino. En el Uruguay marchan las leyes por delante
de la gente, que todavía separa el alma del cuerpo como si fueran la Bella y la
Bestia. De modo que ante el cadáver de Delmira se derraman lágrimas y frases a
propósito de tan sensible pérdida de las letras nacionales, pero en el fondo
los dolientes suspiran con alivio: la muerta, muerta está, y más vale así.
Pero, ¿muerta
está? ¿No serán sombra de su voz y ecos de su cuerpo todos los amantes que en
las noches del mundo ardan? ¿No le harán un lugarcito en las noches del mundo
para que cante su boca desatada y dancen sus pies resplandecientes? “