Canción desnuda
Despierta de caricias,
aún siento por mi cuerpo corriéndome tu abrazo.
Estremecido y tenue sigo andando en tu imagen.
¡Fue tan hondo de instintos mi sencillo reclamo!
De mí se huyeron horas de voluntad robusta,
y humilde de razones, mi sensación dejaron.
Yo no supe de edades ni reflexiones yertas.
¡Yo fui la Vida, amado!
La vida que pasaba por el canto del ave
y la arteria del árbol.
Otras notas más suaves pude haber descorrido,
pero mi anhelo fértil no conocía de atajos:
me agarré a la hora loca,
y mis hojas silvestres sobre ti se doblaron.
Me solté a la pureza de un amor sin ropajes
que cargaba mi vida de lo irreal a lo humano,
y hube de verme toda en un grito de lágrimas,
¡en recuerdo de pájaros!
Yo no supe guardarme de invencibles corrientes
¡Yo fui la Vida, amado!
La vida que en ti mismo descarriaba su rumbo
para darse a mis brazos.
Julia de Burgos: Canción de la verdad sencilla (1939)
Cambio de mes y cambio de tema. He pensado retomar los poemas de la portoriqueña Julia de Burgos, a la que abandonamos hace quince meses. El de hoy pertenece al libro de 1939, Canción de la Verdad sencilla. Zoraida Santiago , le puso música y la grabó en 1983 en su álbum "Canción Sublevada"
Buen inicio de semana
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