Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Llegamos al final de los días dedicados a Gonzalo de Berceo, y los poemas y la música del siglo XIII. El milagro de hoy es muy extenso, el resumen es que una abadesa queda embarazada, y algunas monjas la denuncian al Obispo, quien decide acudir a comprobar la situación y dar justo castigo. La abadesa se encomienda a la Virgen María, quien la perdona y traslada el hijo a un ermitaño, con la petición de que lo crie y lo cuide, La Abadesa despierta y observa que ya no está embarazada, el Obispo comprueba la ausencia de gestación y dá por buena la situación, El hijo llegará a ser Obispo
Una version es como se cuenta en la parte del episodio de la serie "Los Libros" emitida en TVE hace años. Recordar que es un milagro y que debe entenderse con los valores de la época,
Una historia similar la recoge Alfonso X en su Cántiga de Santa María nº 7, aunque existen algunas diferencias entre ambos textos. Os dejo con la Cantiga interpretada por el grupo gallego "Malandança", en el álbum "Una noite na corte do rey Alfonso" del 2001 (tercer corte). En el vídeo esta la letra
El amor, siempre ha movido el mundo, acabo al igual que el primer día con una canción realizada con versos del "Libro del Buen Amor" (Del buen amor, tal astilla) escrito por Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, recogidos por Javier Bergia, que los grabó en su disco "Tagomago" de 1989. Esta es la letra
Ay, cuan fermosa viene Doña Elvira por la plaza, que talle, que donaire, que alto cuello de garza, que cabellos, que boquilla, que color, que buena danza.
Pero, tal lugar non era para fablar en amores; a mí, luego, me vinieron muchos miedos e temblores. Los mis pies e las mis manos non eran de si señores; perdí seso, perdí fuerza mudaronse mis colores.
Fablar con mujer en plaza es cosa muy descobierta porque, a veces, mal atado está el perro trás la puerta. La buhona con harnero va tañendo cascabeles y menando de sus joyas sortijas con alheleles.
Abaxe más la palabra, dixel quen juego fablaba porque tot aquella gente de la plaza nos miraba. Comenzé a decir mi quexa del amor que me afincaba.
Con la gran pena que paso vengo vos decir mi quexa; vuestro amor e deseo que me afinca, que me aquexa. Non me tira, non me parte, non me suelta, non me dexa.
Juan Ruiz. Arcipreste de Hita. El libro del Buen Amor "Aquí dise de cómo fue fablar con doña Endrina el Arçipreste" (1330)
Lo vemos en directo acompañado por Begoña Olavide al salterio y voz
Como os prometí os dejo con el enlace para ver el capítulo dedicado a los Milagros de Nuestra Señora, donde se relatan otros dos milagros: El milagro de Teófilo y el Romero de Santiago
Érase un simple clérigo que instrucción no tenía, la misa de la Virgen todos los días decía, no sabía decir otra, decía ésta cada día: más la sabía por uso que por sabiduría.
Fue este misacantano al obispo acusado de ser idiota, y ser mal clérigo probado al Salve Sancta Parens tan sólo acostumbrado, sin saber otra misa ese torpe embargado.
El obispo fue dura mente movido a saña; decía: «De un sacerdote nunca oí tal hazaña». Dijo: «Decid al hijo de la mala putaña que ante mí se presente, no se excuse con maña».
Ante el obispo vino el preste pecador; había con el gran miedo perdido su color; no podía, de vergüenza, catar6 a su señor: nunca pasó el mezquino por tan duro sudor.
El obispo le dijo «Preste, di la verdad dime si como dicen es tal tu necedad». El bueno hombre le dijo: «Señor, por caridad, si dijese que no, diría falsedad».
El obispo le dijo: «Ya que no tienes ciencia de cantar otras misas, ni sentido o potencia, te prohíbo que cantes, y te doy por sentencia: por el medio que puedas busca tu subsistencia».
El clérigo salió triste y desconsolado; tenía gran vergüenza y daño muy granado. Volviose a la Gloriosa lloroso y aquejado, que le diese consejo, porque estaba aterrado.
La Madre pïadosa que nunca falleció a quien de corazón a sus plantas cayó, el ruego de su clérigo luego se lo escuchó, sin ninguna tardanza luego lo socorrió.
La virgo Gloriosa que es Madre sin dicción, apareció al obispo en seguida en visión; díjole fuertes dichos, en un bravo sermón, y descubriole en él todo su corazón.
Díjole embravecida: «Don obispo lozano, contra mí, ¿por qué fuiste tan fuerte y tan villano? Yo nunca te quité por el valor de un grano, y tú a mi capellán me sacas de la mano.
porque a mí me cantaba la misa cada día pensaste que caía en yerro de herejía, lo tuviste por bestia y cabeza vacía, quitástele la orden de la capellanía.
Si tú no le mandares decir la misa mía como solía decirla, gran querella tendría, y tú serás finado en el treinteno día: ¡ya verás lo que vale la saña de María!».
Fue con esta amenaza el obispo espantado, y mandó luego enviar por el preste vedado; le pidió su perdón por lo que había errado, porque en su pleito fue duramente engañado.
Mandole que cantase como solía cantar y que de la Gloriosa fuese siervo en su altar: y si algo le menguase en vestir o en calzar, él de lo suyo propio se lo mandaría dar.
Volviose el hombre bueno a su capellanía y sirvió a la Gloriosa Madre Santa María; en su oficio finó de fin cual yo quería, y fue su alma a la gloria, tan dulce cofradía.
Aunque por largos años pudiésemos durar e infinitos milagros escribir y rezar, ni la décima parte podríamos contar de los que por la Virgen Dios se digna mostrar.
Como comentaba el primer día la labor de Gonzalo de Berceo fué populariza y traducir al roman paldino, viejas historias latinas. La fuente del clérigo simple, es "De Presbytero qui non nisi beate Maria missam cantare sciebat".
Alfonso X, incluye esta histoira en sus Cántigas de Santa Maria, concretamente en la número 32, con un relato menos florido que el de Gonzalo de Berceo. Este es el texto de Alfonso X , según la edición de Elvira Fidalgo Francisco del 2022 (Traducción al castellano de las «Cantigas de Santa María» de Alfonso X el Sabio Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2022, 604 pp. ISBN: 978-84-17422-89-9)
CSM 32 Esta es de cómo Santa María amenazó al obispo que excomulgó al clérigo porque no sabía decir otra misa más que la suya
Quien pudiese alabar, / como a ella le gustaría, / a la madre de quien / creó el mundo / sería bien sensato. Sobre esto, ahora os voy a contar un gran milagro / que Santa María, que por nosotros reza, hizo / por uno que, aparte / de su misa, ninguna / otra oración / sabía decir, ni mal ni bien. / Quien pudiese alabar… Por lo que, ante el obispo de aquel obispado / donde él vivía, fue acusado; / fue llamado ante él, / que le preguntó / si era cierto / lo que había oído / sobre él; Respondió: «Así es». / Quien pudiese alabar… Cuando el obispo supo por él la verdad, / inmediatamente y sin piedad, le ordenó / que la comunidad de su ciudad / dejase, pronto y sin altanería, / y que enseguida / se pusiese en camino. / Quien pudiese alabar… Aquella noche, el obispo vio a / Santa María con aspecto muy enojado / que le decía: «Cambia / tan temeraria / decisión porque / gran locura / cometiste; así que / Quien pudiese alabar… Te digo y te ordeno que de esta obstinación / te apartes; y si no, en treinta días / hallarás la muerte / e irás allí / donde el demonio tiene a los suyos / en sus dominios, / de donde nadie vuelve. / Quien pudiese alabar… El obispo se levantó muy de madrugada / y dio al clérigo doble sueldo. / «Y la misa cantada, / por la que nos protege / mantén tal como / acostumbras -dijo- / porque así es conveniente». / Quien pudiese alabar…
Y así la canta Eduardo Paniagua en su disco Cántigas de Flandes del 2009 (cuarta pista), donde interpreta varias cántigas de Alfonso X
Por acabar con mas alegría, os propongo un baile de la época, concretamente una ductia, como la ésta del siglo décimotercero, que incluyó el grupo de música Antigua Artefactum, en su álbum "De la taberna a la corte", del año 1996 (séptima pista)
En el disco se incluye algún tema del Carmina Burana, y algunas cántigas a Santa María del libro del rey sabio. Ahora nos creamos superiores a los pobladores de hace ochocientos años,pero igual tendríamos cosas que aprender (o no olvidar) de lo que ellos sabían
Seguimos con otro Milagro de los relatados por Gonzalo de Berceo.
El pobre caritativo
Era un hombre muy pobre, vivía de raciones, no tenía otras rentas ni otras posesiones, salvo lo que labraba, y lo que hacía en ocasiones, en su hacienda tenía bien escasos pepiones.
Por ganar la Gloriosa, a la que mucho amaba, partía con los pobres todo cuanto ganaba, en esto entendía y por esto pugnaba para obtener su gracia, su gran mengua olvidaba.
Cuando este pobre hubo de este mundo a pasar, la Madre muy gloriosa lo vino a convidar, hablóle muy sabroso, quiéralo halagar, oyeron sus palabras todos los del lugar:
supiste por ganarla hacer buena maestría, partías tus limosnas, decías Ave María; por qué lo hacías todo yo bien lo entendía.
Sepas hoy que tu cosa toda es bien acabada, es ésta en la que estamos la postrera jornada, el ite missa est cuenta que ya es contada, ya es venida la hora de cobrar la soldada.
Yo soy aquí venida por llevarte conmigo al reino de mi hijo el cual es bien tu amigo, do se ceban los ángeles del buen candeal trigo, que las santas virtudes placer habrán contigo.
Cuando hubo la Gloriosa el sermón acabado, desamparó la alma al cuerpo, venturado, la tomaron los ángeles, un buen convento honrado, y la llevaron al cielo, sea Dios alabado.
Los hombres por los cuales la voz fue antes oída, muy prontamente vieron la promesa cumplida; a la Madre gloriosa, la que es tan comedida, todos le rendían gracias, cada uno a su medida.
Quien tales cosas oiga, será mal venturado, si de Santa María no fuese muy pagado; y si más no la honrase sería desmesurado, que quien de ella se parte, es muy mal engañado.
Aún más adelante queremos aguijar, que razón como ésta no es razón de olvidar, ya que estos son los árboles que debemos holgar, en cuya sombra suelen las aves organar.
Gonzalo de Berceo. Milagros de Nuestra Señora V (1252)
Hoy, no toca serie, ya que he escogido los "Milagros" mas breves, como tema musical acompañante he elegido La Cántiga 100 de Alfonso X el Sabio Santa Maria Estrela do Dia, del año 1250. La versión está interpretada por el húngaro Arany Zoltan, y en el vídeo tenéis la letra
De tanto hablar la pasada semana de poetas y músicos de tierras riojanas, me apetecía contar algo de uno de los padres de la escritura castellana, el gran Gonzalo de Berceo, (1196 a 1264) monje en el Monasterio de San Millán de la Cogolla. Coincide que hace poco más de un mes, acabé comprando la edición de Cátedra de "Milagros de Nuestra Señora" por lo que me ha parecido una buena idea dedicar cuatro días de esta semana a cuatro de sus Milagros, que el bueno de Gonzalo adaptó de los latines. Pero como una imagen vale más que mil palabras os dejo con este vídeo
A continuación os propongo de esa misma emisión el sexto relato de los Milagros "El ladrón devoto",
Había un ladrón malo que prefería hurtar a ir a las iglesias o puentes levantar; solía con lo hurtado su casa gobernar, tomó costumbre mala que no podía dejar. Entre todo lo malo tenía una bondad que al final le valió y le dio salvedad: creía en la Gloriosa con toda voluntad y siempre saludaba hacia su majestad. Como aquel que mal anda en mal ha de caer, una vez con el hurto lo hubieron de prender; como ningún consejo lo pudo defender juzgaron que en la horca lo debían poner. Lo llevó la justicia para la encrucijada donde estaba la horca por el concejo alzada, cerránronle los ojos con toca bien atada, alzáronlo de tierra con la soga estirada. Alzáronlo de tierra cuando alzarlo quisieron, cuantos estaban cerca por muerto lo tuvieron: más si antes supiesen lo que después supieron nunca le hubieran hecho todo lo que le hicieron. La Madre gloriosa, tan ducha en acorrer, la que suele a sus siervos en las cuitas valer, a este condenado quísolo proteger, recordose el servicio que solía hacer. Puso bajo sus pies, donde estaba colgado, sus manos preciosísimas; túvolo levantado; no se sintió por cosa ninguna embarazado, ni estuvo más vicioso nunca ni más pagado. Al fin al tercer día vinieron los parientes, vinieron los amigos y vecinos clementes; venían para descolgarlo rascados y dolientes, pero estaba mejor de lo que creían las gentes. Y estuvieron de acuerdo toda esa mesnada en que los engaño una mala lazada, que debían degollarlo con hoz o con espada: por un ladrón no fuera la villa deshonrada. Fueron por degollarlo los mozos más livianos con buenos serraniles, grandes y bien adianos: metió Santa María entre medio las manos y quedaron los cueros de su garganta sanos. Lo dejaron en paz que siguiese su vía, porque no querían ir contra Santa María; su vida mejoró, se apartó de folía, cuando cumplió su curso murióse de su día. A madre tan piadosa, de tal benignidad, que en buenos como en malos ejerce su piedad, debemos bendecirla de toda voluntad: aquél que la bendijo ganó gran heredad.
Gonzalo de Berceo Milagros de Nuestra Señora VI (1252)
Sorprende la ingenuidad del relato, pero la vida sería más sencilla. Tanto el anterior vídeo como éste, forman parte del episodio "Los Milagros de Nuestra Señora", que dentro de la serie "Los Libros", emitió TVE el 19 de abril de 1976, siendo el episodio dirigido por Jaime Chavarri y Alfonso Ungría. El jueves os dejaré el enlace para ver el episodio completo de casi una hora de duración, ya que en alguna ocasión lo volverá a utilizar
Acabo con la versión musicada del poema del Arcipreste de Hita "Mucho Faz el Dinero" por Javier Bergia y Begoña Olavide