Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Acabo la semana dedicada a Blas de Otero, con otro soneto del mismo libro con el que acabe la semana pasada y comenzaba esta. Un soneto que trata sobre la volatilidad de las palabras y el tiempo, que ayuda a su evaporación, por eso pide una cinta para atar el tiempo, una preciosa metáfora, para llenar de eternidad nuestras palabras. El recitado es de Javier Solazabal, del disco que ha sonado tres veces ya en lo que va de semana. Le acompaña, la versión musical de Guillermo Garmendía
Leer y releer los poemas de Blas de Otero siempre es una buena opción, quedan muchos poemas musicados muy buenos pero eso será en otra ocasión. Buen jueves
Hombre Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte, al borde del abismo, estoy clamando a Dios. Y su silencio, retumbando, ahoga mi voz en el vacío inerte.
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando solo. Arañando sombras para verte.
Alzo la mano, y tú me la cercenas. Abro los ojos: me los sajas vivos. Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.
Esto es ser hombre: horror a manos llenas. Ser —y no ser— eternos, fugitivos. ¡Ángel con grandes alas de cadenas!
Ayer os hablaba del sentimiento existencialista de este libro y éste poema es un claro ejemplo. El valenciano Vicente Monera, grabó esta versión, creo que por el año 2009, que por suerte aún perdura en la red. Suaviza el poema y nos conmueve
En el 2014, el grupo de rock madrileño "Laguna", un cuarteto formado por Víctor Frailes a la voz y guitarra, Marcos Vega al bajo, Carlos Vega a la guitarra y Javier Aparicio a la batería, incluye esta versión en su segundo disco La palabra dormida una forma diferente de abordar este poema
PS: Ya que he citado a estos chicos, y este segundo disco es un gran albúm, no me resisto a dejar de poneros un tema del que realizaron un vídeo, "Mi voluntad" Rock contra el calor
Mademoiselle Isabel, rubia y francesa, con un mirlo debajo de la piel, no sé si aquel o esta, oh mademoiselle Isabel, canta en él o si él en esa. Princesa de mi infancia; tú, princesa promesa, con dos senos de clavel; yo, le livre, le crayon, le…le…, oh Isabel, Isabel…, tu jardín tiembla en la mesa. De noche, te alisabas los cabellos, yo me dormía, meditando en ellos y en tu cuerpo de rosa: mariposa rosa y blanca, velada con un velo. Volada para siempre de mi rosa -mademoiselle Isabel- y de mi cielo.
A Blas de Otero, se le suele etiquetar como representante de la poesía social, pero en su camino desde una poesía más religiosa, siempre solidaria, hay muchos trechos, como el de este libro con una poesia con rasgos claramente existencialistas, y en medio este soneto, bastante conocido recitado por Iñaki Uranga. En el año 2009, Santiago Gómez Valverde la puso música para su disco "La palabra y el tiempo III", cantandola la madrileña Mónica Molina Tejedor
Ese mismo año, Eduardo Maestre, Emma Alonso, Tommaso Cogato y Leonardo Sturam, proyectan el espectáculo "El árbol de los cantos", y esta es la versión de la sevillana Emma Alonso con su preciosa voz de soprano
En el 2018, Guillermo Garmendia, incluye esta versión que cerraba el disco dedicado a los poemas de Blas de Otero. La música y la palabra. Poemas musicados
Amo el Nervión. Recuerdo en París en Georgia en Leningrado en Shanghái sus muelles grávidos de mercancías y de barcos, sus ocres ondas, las gaviotas grises, los altos hornos negros, encarnados, donde el hombre maldice cuanto rezan indignos dignatarios, miro el Nervión, escucho los vientos racheados, paso la página de la dársena de Erandio, manos nudosas de los marineros, enormes pies descalzos, casi picassianos, entro en una taberna, pido un tinto, tacto el mostrador morado, huele el aire húmedo a lagar, salgo al muelle llueve llueve llueve el Nervión navega hacia el Cantábrico…
El viernes después de una semana entera sobre el río Duero, acabé con un par de poemas de Blas de Otero, uno de ellos de este libro, en relación con los puentes del Duero a su paso por Zamora, así que por asociación de ideas he recordado este otro poema del mismo libro, dedicado a una río más cercano para el poeta, El poema está recitado por José Solazabal y el el undécimo corte del disco "Blas de Otero La música y la palabra" publicado hace cinco años
El Nervión es un río corto pero muy bello, desde que nace en tierras alavesas, siendo destacable el salto del Nervión. Para ver la cascada cuando hay mucha lluvia seguida, o al menos ver el desfiladero y el salto hay que ir al Monte de Santiago en tierras burgalesas y caminar hasta el mirador de El Salto, un paseo a la sombra de un gran hayedo, que merece la pena realizar, Luego pasa por tierras vizcaínas en la localidad de Orduña, para volver en Amurrio a tierras de Álava, hasta Llodio. donde vuelve a Vizcaya, para llegar a Arrigorriaga y luego ya a Bilbao y su ría, donde tras la capital, divide con sus márgenes entre ricos y pobres. Un paseo en barco por el Nervión desde Santurce a Bilbao es una buena propuesta.
Acabo con el siguiente tema del disco, que es el poema cantado por Guillermo Garmendia
Aunque ya que he citado esta canción, una canción festiva y de chigre, será mejor ponerla para comenzar con ganas la semana, con esta versión de Los Chimberos, que empezaron en 1939, aunque en las fiestas del Aste Nagusia del pasado año 2022, Los Cinco Bilbainos. acabaron su concierto con esta canción
Hoy acaba nuestro viaje, Espero completarlo al año que viene. La última etapa discurre por terrenos llanos, donde el vino sigue siendo el protagonista principal, unido a las historias del Cid, y las penalidades de reinas como Urraca I de León
En relación con el vino,, tenemos las regulaciones de las denominaciones de origen. Ayer os contaba que el vino de Tudela de Duero quedó fuera de la denominación de origen de Ribera de Duero, hoy que el vino de Tordesillas, pertenece a la denominación Rueda, el de Toro, a la de su propio nombre y en Zamora a la denominación Tierra de Vino de Zamora, más adelante llegaremos al vino de Arribes, y ya pasada la frontera al vino do Douro y al vino de Oporto
Pero el camino se aleja en principio del vino para acercarnos por una carretera secundaria a Castronuño, donde encontramos un precioso bosque de ribera, catalogado como Reserva natural: "Riberas de Castronuño - Vega del Duero", que es el único espacio protegido de la provincia de Valladolid
Tras coger la carretera hacia Toro, llegamos a Villafranca de Duero aun en Valladolid, que creo que es el único pueblo español, con dos denominaciones de origen: Rueda y Toro (las uvas mayoritarias de sus cepas son tintas de Toro). Cambiando el margen del Duero, y pasando al lado Norte, una pequeña carreterilla nos lleva a San Roman de Hornija, todavía en Valladolid, que tiene como curiosidad los restos de una iglesia visigótica, mandada construir por Chindasvinto, donde reposaba el rey visigodo, en un sepulcro de piedra que se conserva en un lateral de la Iglesia del pueblo. Aunque estemos en Valladolid el vino ya es solo de denominación de origen de Toro
Con tanto vino, que mejor que animarse con esta Jota de la Cantina de los vallisoletanos Candeal
Siguiendo el Duero llegamos con calma a la ciudad de Toro, donde es obligada la parada en la Colegiata de Santa María la Mayor, un precioso edificio de la transición gótico-románico y símbolo de Toro. Luego al Alcázar, donde se puede ver la ciudad y contemplar el puente sobre el Duero y ver el toro de piedra celta, bajando se disfruta de la ciudad, donde se observa su antigüedad y poderío y si hay suerte escuchar una de las canciones mas tradicionales de la localidad, "El Tío Babu", que os lo pongo en versión de la cantante local María Salgado, con varios y buenos discos en su haber (este tema pertenece a su disco "Siempre vivas" de 1992)
Vamos a Zamora por el margen izquierdo, y pronto dejamos atrás la ruta del vino de Toro, para entrar en la ruta del vino de Zamora, en la comarca de Tierra del vino, como en Zamora, acabamos el viaje, no seguimos hasta la ruta del vino de Arribes, y es que el Duero, transcurre, por muy buenas tierras, un dato a destacar, es que además de vid, encontramos, dehesas en algún caso con reses bravas y ovejas, que dan lugar a unos grandes quesos, que acompañan junto a un poco de pan y algo de vino el camino
El camino se nos acaba en Zamora, dormimos en un edificio del siglo XVI, frente al Duero, pasado el puente de piedra.
Hablando de puentes de Zamora acabo con dos poemas de Blas de Otero, oriundo de Bilbao, pero enamorado de Zamora, cantado junto al Duero por Amancio Prada en un concierto homenaje a Joaquín Díaz, con el título "Por los puentes de Zamora"
Zamora era de oro, Ávila de plata. Contra el azul del cielo torres se dibujaban. Románicos mosaicos, ágiles espadañas. Zamora de oro, Ávila de plata.
Blas de Otero
Canción Cinco
"Por los puentes de Zamora, sola y lenta, iba mi alma. No por el puente de hierro, el de piedra es el que amaba. A ratos miraba al cielo, a ratos miraba el agua. Por los puentes de Zamora, lenta y sola, iba mi alma".
Gracias por la compañía Buena noche de San Juan. ¡Quemad lo malo y pedir buenos deseos saltando el fuego si aún os dan las piernas para ello!
En Zamora se instalará la Hoguera de San Juan este año, junto al Duero, en el aparcamiento de la Ciudad Deportiva, pasado el Puente de hierro, a poco mas de un kilómetro. Disfrutaremos de la noche
Si algo me
gusta, es vivir.
Ver mi cuerpo en la calle,
hablar contigo como un camarada,
mirar escaparates
y, sobre todo, sonreír de lejos
a los árboles…
También me gustan los camiones grises
y muchísimo más los elefantes.
Besar tus pechos,
echarme en tu regazo y despeinarte,
tragar agua de mar como cerveza,
amarga, espumeante.
Todo lo que sea salir
de casa, estornudar de tarde en tarde,
escupir contra el cielo de los tundras
y las medallas de los similares,
salir
de esta espaciosa y triste cárcel,
aligerar los ríos y los soles,
salir, salir al aire libre, al aire. Blas de Otero: En castellano (1960)
Este poema de
Blas de Otero, de su poemario “En castellano” fue musicado y cantado por Victor
Manuel San José en su décimo disco titulado “10” con el sello Philips, este
disco se consideró en su momento como un disco “politizado” pues aparte de
temas propios incluía canciones con versos de Gabriel Celaya o Blas de Otero,
Es cierto que este séptimo libro de Blas de Otero es el que inicia su etapa de
poesía social, y que se publica en castellano en México n 1960, tras haber sido
publicado en Francia el año anterior (1959) en una edición bilingüe (Parler
Clair / En castellano), con mirada actual no parece un poema peligroso, no obstante
“El tema aparece en la “Relación nº 98 de textos gramofónicos calificados como
“no radiables” por la Dirección General de Radiodifusión y Televisión de 9 de
octubre de 1976”. (http://cancionypoema.blogspot.com/2011/12/donde-esta-blas-de-otero.html)
Hacía tiempo que no recordaba a Blas de Otero, he elegido
este poema con una historia musical curiosa, que se recoge en le Blog Música y
Poesía (cancionypoema.blogspot),
se graba un par de veces con música del zamorano Miguel Manzano Alonso por la Coral
Nuestra Señora de las Nieves de Falces (Navarra) en 1970, en un LP y un single
publicados por Ediciones Paulinas, no he conseguido audio de estas grabaciones.
En 1976 la venezolana (aunque nacida en Logroño en 1943) Soledad Bravo, lo incluye
en su disco del mismo nombre de 1976 con la CBS España, donde se incluye esta
canción como primer disco de la cara B (en un disco continuación del previo
Nueva Trova cubana de 1973, repleto de canciones de los cantautores Silvio Rodríguez
y Pablo Milanés)
Ese mismo año Rosa León graba una versión del poema
musicalizado por Soledad Bravo en su disco “Oído por ahí” (quinto corte) con
arreglos de Teddy Bautista
En 1982 el quinteto argentino “Los Trovadores” realizan
una nueva versión de la musicalización de Soledad Bravo en su disco de 1982 “Todavía
Cantamos” (tercer corte de la cara A)
Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Blas de Otero. “Pido la paz y la palabra” (1956)
Este libro marco el inicio de la llamada poesía social en
España, Con cuarenta años Blas de Otero mostraba su inconformismo desde una
postura madura abogando por un cambio que llevara a la reconciliación, por eso
la palabra “paz” se repite en muchos de sus poemas.
La siguiente versión, ya cantada, es seguramente la más
conocida, se trata de la versión musicalizada que hizo Paco Ibáñez de este poema,
con el titulo de “me queda la palabra” con el que es más conocido
Acabo con una versión de este siglo porque Blas de Otero
aunque olvidado sigue siendo uno de los grandes poetas del siglo XX y siempre
nos mostrará caminos para sobrevivir con ilusión. Se trata de la versión de Paco
Damas, ya con el titulo en primera persona del plural (“Nos queda la palabra”)
y que aparece en su disco de 2015. “Que a Todas las Balas Se Les Haga de Noche”