Llego a la entrada 666, que ya me recordò hace un par de semanas mi amigo Alberto que era el número de la bestia, lo primero que me vino a la cabeza fue la canción de Iron Maden “The number of the Beast” quinto corte del albúm del mismo nombre de 1982
Es quizá el punto de partida al menos en el mundo rockero de la vuelta de la numerología al siglo XX. El 666 se cita en el Apocalipsis de San Juan
«Aquí hay sabiduría: El que tenga inteligencia, calcule el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es 666» (Apocalipsis 13, 18)
Ha habido interpretaciones varias de quien era la bestia, desde Nerón a Lutero pasando por la de Napoleón, según escribe Leon Tolstoy en “Guerra y Paz”, hay también divagaciones y estudios matemáticos sobre el número, pero su relación con la música tiene mucho que ver con la película “La profecía” (“The Omen”) de 1976, con la excelente banda Sonora de Jerry Goldsmith, que ganó el Oscar de 1977 a mejor banda sonora original y mejor tema, con “Ave Satani”, Os dejo con la escena del suicidio de la niñera tras mirar al perro negro, donde suena esa canción
Damien (el niño anticristo), lleva la marca del 666, grabada en la cabeza. Ha habido varias secuelas de la película (cuatro en total) y un remake en el 2006, pero la mejor es sin duda la original.Relacionada con la historia (por lo del Anticristo), me quedo, sin duda, con la novela de Good Omens (Buenos Presagios), escrita en colaboración por Neil Gaiman y Terry Pratcher en el año 1990, La historia ha sido llevada a la pantalla hace un par de años, siendo emitido el primer episodio de los seis que consta el 31 de mayo de 2019. Es un libro muy divertido como no podía ser menos teniendo en cuenta a sus autores y la adaptación televisiva es bastante cuidadosa, destacando su banda sonora de David Arnold, os dejo con el tema de la introducción
A lo largo de la serie suena muy buena música, y si la habéis visto (Amazon) quizá os hayáis preguntado porque suena tanto Freddy Mercury en la serie, la respuesta es sencilla, en el año noventa cuando se escribe la novela, la forma habitual de escuchar música era el radiocassette, donde por una maldición satánica, todas las cintas de música clásica que el demonio Crowley desea escuchar y que llevan mas de dos semanas en ese radiocassette, se transforman en cintas de Queen con el agravante, no incorporado en la serie televisva que no es una conversión total sino un contagio y se podría escuchar “I want to be free” con rasgos de Mozart, por ejemplo, lo que aunque complicado hubiera resultado un ejercicio muy interesante
La serie acaba con esta preciosa canción de 1940, “A nightingale sang in berkeley square” cantada por Tori Amos
Por comparar os dejo con la primera versión de esta canción grabada por Vera Lynn en 1940
Y en versión instrumental he elegido una de casa, la del disco del pasado año 2020 donde Joan Chamorro presentaba a un joven Jan Domenecha la piano junto a un veterano Scott Hamilton al saxo, sin duda otra gran versión
Buen domingo
PS Si queréis leer mas sobre el número de la Bestia , os recomiendo leer el artículo de Raúl Ibáñez, profesor del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaborador de la Cátedra de Cultura Científica (https://culturacientifica.com/2017/03/08/666-numero-la-bestia-1/)