Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Siempre que iba a cantar algo se interponía y a mí no me importaba, ¡)1976)había tanto tiempo!
Mi canción se quedaba en el alero, confiada, meciéndose en la espera cuajada de horizontes.
Si alguna vez con mudo gesto antiguo acaricio las cuerdas, el aire se retira y el corazón me late nuevamente con aquellos latidos turbulentos, heraldos de mi canto.
¡Ay mi canción truncada! Yo nunca tenía prisa y la dejaba siempre, amor, para después.”
La poesía de Carmen Martin Gaite, permaneció mucho tiempo escondida, detrás de sus novelas y relatos, aunque no tenía mucho interés en publicarla, acabó haciéndolo para nuestro deleite.
Em el año 2001, se publica el libro "Poemas" con un CD con poemas leídos por la autora, que se inicia con este poema
Javier Bergia y Begoña Olavide, le pusieron música y lo grabaron en su disco del 2014 "De un tiempo a esta parte".
Tus piernas eran finas y tus pechos pequeños...
Todo tu encanto estaba en tus ojos sombríos;
tu enorme cabellera de luto me llenaba
de su cascada suave de raso entristecido.
Abrazados a mí, tus bracillos de niña
matemente morenos, pálidamente tibios
como tallos de rosa, retenían mi alma
para que respirara tu perfume divino...
La carne no fue gala de aquel amor sin tedio...
Tu desnudez suave era sólo un motivo
para que nuestras almas inmensas e inefables
se perdieran, soñando, en sus dos infinitos.
Juan Ramón Jiménez: Libros de amor (1911-12) (2007)
Este disco de Jose María Vitier (Canciones del Buen Amor 2002) es una auténtica joya, doce
temas de amor amplio, de los que cinco o seis ya han sido comentados, hoy he
elegido esta pequeña obra de Juan Ramón Jiménez musicado por Jose María Vitier
y cantado por Luis Eduardo Aute, un trio mágico
Los Libros de Amor fueron escritos por Juan Ramón Jiménez
en su vuelta a Moguer con treinta años, tras sus estancias en Francia y Madrid,
una vuelta a la soledad para poder escribir, desde su infancia y sus recuerdos,
estos recuerdos también incluyen los amorosos, sin embargo el libro no se
publicó seguramente por no distanciar su relación con Zenobia que estaba
comenzando, seguramente Juan Ramón Jiménez hizo bien en no publicar este libro
en su momento, porque la influencia de Zenobia en su vida fue crucial y
necesaria para su obra, pero casualidades de la vida este y otros libros “perdidos”
han sido publicados, este concretamente en el año 2007 por la editorial gallega
Linteo (http://www.edicioneslinteo.com/poesia/librosdeamor.html)
Si queréis leer algo más de este libro de Juan Ramón
Jiménez os recomiendo el artículo que apareció en El Cultural
Y como no hay otras versiones de este poema, os dejo con
otor poema amorosoa de Juan Ramón: “Desnudos” del Libro “Arte Menor” del 1909,
en una versión de Javier Bergia que incluye la letra y cuadros de Marc Chagall
Como a pesar de ser viejo me siento cada día mas joven,
necesito unas pequeñas vacaciones así que os dejaré tranquilos un par de semanas, hasta el martes
después de Pascua, cuando retornen las clases
Traten otros del gobierno
Del mundo y sus monarquías,
Mientras gobiernan mis días
Mantequillas y pan tierno,
Y las mañanas de invierno
Naranjada y aguardiente,
Y ríase la gente.
…. Luis de Góngora y Argote Letrillas Burlescas
Las letrillas de Góngora son largas, por lo que he optado
por poneros un vídeo con subtítulos. Ayer hablaba de Valle, una característica
que no comenté fue su enemistad con Echegaray, ya que Echegaray no cultivó la
poesía (salvo que se asuma la lírica que radica en la matemática), he trasladado
la disputa trescientos años en el tiempo y ciento y pico kilómetros desde Madrid
a Valladolid, siendo los actores Francisco de Quevedo, joven impertinente fiel espejo
de Valle y Luis de Góngora, aunque es cierto que seguramente no fue tanta la
disputa entre ellos como lo que nos contaban en nuestros viejos libros de texto
Volviendo al poema de hoy seguro que recordáis los más mayores
la versión de Paco Ibáñez en su primer disco de 1964 (noveno corte), os
dejo un vídeo con esa versión y otra que grabó posteriormente en el 2008
El otro motivo de hablar de Góngora es que al re-escuchar
el disco de Javier Bergia y Begoña Olavide, recordé otra letrilla de
Góngora “Ya de mi dulce instrumento”, que titularon como el estribillo “Y
digan lo que yo digo”, son ciento diez versos y la canción no comprende la
totalidad del poema y se ha cambiado ligeramente el orden de las estrofas, por
lo que he optado por no dejar la letra
Todo hacia la muerte avanza
de
concierto,
toda la vida es mudanza
hasta
ser muerto!
¡Quién vio por tierra rodado
el
almenar
y tan alto levantado
el
muladar!
¡Mi existir se cambia y muda
todo
entero,
como árbol que se desnuda
en
el enero!
¡Fueron mis goces auroras
de
alegrías,
más fugaces que las horas
de
los días!
¡Y más que la lanzadera
en
el telar,
y la alondra, tan ligera
en
el volar!
¡Alma, en tu recinto acoge
al
dolor,
como la espiga en la troje
el
labrador!
¡Levántate, corazón,
que estás muerto!
¡Esqueleto de león
en
el desierto!
¡Pide a la muerte posada,
peregrino,
como espiga que granada
va
al molino!
¡La vida!... Polvo en el viento
volador.
¡Solo no muda el cimiento
del dolor!
Texto leído por el propio Valle, grabación recogida en Voces
de la Edad de Plata Editora del fonograma: Residencia de Estudiantes por Ramón
del Valle Inclán
Claves Líricas (https://www.planetadelibros.com/libro-claves-liricas/1035)
se publica en 1930, y en él se agrupan los tres únicos
libros de poemas. Aromas de leyenda (1907) un mundo poético de carácter
tradicional. El Pasajero (1920), último en publicarse pero que
Valle-Inclán insertó en segundo lugar, reconstruye el proceso estético y vital
de transición del modernismo al esperpento, con elementos autobiográficos y un
tono de amargor existencial. Finalmente en La Pipa de Kif (1919),
culminación de su poesía, reviven ecos del vanguardismo expresionista europeo,
en unos poemas de tono esperpéntico, simbolista y maldito que recrean una
temática social.
Hoy os propongo seguir con otro poema del libro “El Pasajero”
Rosa de Reloj
Es la hora de los enigmas,
cuando la tarde del verano,
de las nubes mandó un milano
sobre las palomas benignas.
¡Es la hora de los enigmas!
Es la hora de la paloma:
sigue los vuelos la mirada
de una niña. Tarde rosada,
musical y divina coma.
¡Es la hora de la paloma!
Es la hora de la culebra:
el diablo se arranca una cana,
cae del árbol la manzana
y el cristal de un sueño se quiebra.
¡Es la hora de la culebra!
Es la hora de la gallina:
el cementerio tiene luces,
se santiguan ante las cruces
las beatas, el viento agorina.
¡Es la hora de la gallina!
Es la hora de la doncella:
lágrimas, cartas y cantares,
el aire pleno de azahares,
la tarde azul, sólo una estrella.
¡Es la hora de la doncella !
Es la hora de la lechuza:
descifra escrituras el viejo,
se quiebra de pronto el espejo,
sale la vieja con la alcuza.
¡Es la hora de la lechuza!
Es la hora de la raposa:
ronda la calle una vihuela,
porta la vieja a la mozuela
Un anillo con una rosa.
¡Es la hora de la raposa!
Es la hora del alma en pena:
una bruja en la encrucijada,
con la oración excomulgada
le pide al muerto su cadena
¡Es la hora del alma en pena!
Es la hora del. lubricán:
acecha el mochuelo en el pino,
el bandolero en el camino,
y en el prostíbulo Satán.
¡Es la hora del lubricán!
Este poema fue musicado y grabado hace cuatro años por Javier
Bergia y Begoña Olavide, en su disco “Burlesco”, una recopilación de poemas
musicados, es el undécimo corte
Y una versión que realizó el grupo Ketama en 1987
basándose en el penúltimo de los veinte poemas que forman el libro “la tienda
del herbolario”, abren el disco con varios de los versos escritos por Don Ramón