Madre, la mi madre,
Guardas me ponéis,
Que si yo no me guardo,
No me guardaréis.
Dicen que está escrito,
Y con gran razón,
Ser la privación
Causa de apetito;
Crece en infinito
Encerrado amor,
Por eso es mejor,
Que no me encerréis,
Que si yo, etc.
Si la voluntad
Por sí no se guarda,
No la harán guarda
Miedo o calidad;
Romperá, en verdad,
Por la misma muerte,
Hasta hallar la suerte
Que vos no entendéis,
Que si yo, etc.
Quien tiene costumbre
De ser amorosa,
Como mariposa
Se irá tras su lumbre,
Aunque muchedumbre
De guardas le ponga,
Y aunque más propongan
De hacer lo que hacéis,
Que si yo, etc.
Es de tal manera
La fuerza amorosa,
Que a la más hermosa
La vuelve en quimera;
El pecho de cera,
De fuego la gana
Las manos de lana,
De fieltro los pies,
Que si yo no me guardo
Mal me guardaréis.
Miguel de Cervantes Saavedra, de la novela ejemplar "El celoso
extremeño" de (1613) (También aparece en la jornada III de
"La entretenida”)
Hoy Don Miguel de Cervantes Saavedra cumpliría 473 años, que ya son años, muerto en la pobreza recordado a pesar de los ilustrados de este país, Cervantes fue un enamorado de la poesía aunque no fue nada reconocido, Tan poco que he tenido que ilustrar la entrada de hoy con un poema de una novela ejemplar, por escuchar versiones en el tiempo este poema forma parte del “Cancionero de Turín” , que es un es un manuscrito musical que contiene obras polifónicas españolas de carácter profano de finales del siglo XVI y principios del siglo XVII. Son por tanto obras de transición entre el Renacimiento y el Barroco, y que se conserva en Turín. Esta es la versión de como sonaba en tiempos de Cervantes o poco después
La siguiente versión es de este siglo, tiempo en que Cervantes se va recuperando y cantando sus versos, como ya comprobamos con la lírica del Quijote, hace unos meses. La versión es de un grupo de folk vallisoletano: “La Palestra” de su disco del 2001 “A solas soy alguien”
Mañana más. Cuidaros!