LA CANCIÓN
Mientras fui dichosa
Canté para mí.
De día y de noche la canción aquella
No encontraba fin.
La alcé en primavera con los labios dulces
De perfume y miel.
La alcé en el estío con la boca bella
De tanto querer.
Rodaba mi canto como un viento suave
Por cima y hondor.
Lo deseaban todos con ansia de gozo
Para el corazón.
Cantaba y cantaba por completo extraña
A todo sufrir.
Con los ojos sanos, con la vista limpia,
Como ciega fui.
Mas la pena, un día, lo mismo que a un vaso
Quebró mi canción.
Poco estuve muda, porque es ley sin tregua
Que he de cantar yo.
Corazón en llaga tórnase vidente
Y a la ajena angustia se da en cabezal.
De hoy en adelante por todos los hombres
Tengo que cantar.
Juana de Ibarbourou Las lenguas del diamante, (1919.)
Otro poema de Juana de América, la gran poeta urugüaya, esta vez cantada por la gran dama de la canción criolla de ese país Amalia de la Vega, que la graba en su disco de 1976, Mientras fuí dichosa (primera pista cara A) y la vuelve a grabar en su penúltimo LP de 1980, dedicado a poemas de su compatriota ("Juana de América", pista cuarta cara A).
En el 2019, al cumplirse el centenario del nacimiento de la cantante, se realiza un disco homenaje a la cantante Maria Celia Matínez Fernández. mas conocida como Amalia de la Vega, titulado "Tributo 100 años Amalia de la Vega", cuyo undécimo corte es esta versión de la cantante Alfonsina más modernizada
Buen martes