Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Ayer un amigo me mandó el cuadro de “El jilguero” de
Carel Fabritius del año 1654, y de paso nos recomendaba el libro de Donna Tart
del mismo título que se ha considerado como el primer clásico del siglo XXI y
que fue llevado al cine por John Crowley en el 2019
La película cuenta a su vez con una banda sonora realizada
por Trevor Gureckis y muchas canciones clásicas como las que recoge Juan
Carlos en su lista de Spotify y otras canciones más ligadas a la últimas dos décadas
del pasado siglo, o música llamada Clásica (Brams, Bach, Beethoven,…), Como canción
del día (ya que el domingo hablé de poesía hoy voy a hablar algo de música) he elegido
un tema que me encanta de uno de los grandes del piano “Blue Monk”, creado
por el genial Thelonious Monk. De este tema escribe en Tomajazz (https://www.tomajazz.com/web/?p=6145)
Adolphus van Tezing
“Blue Monk”, es un simple blues en si bemol
basado en líneas melódicas cromáticas que cambian su contexto a diversas partes
de la armonía y del tiempo. Por si la idea no fuera lo suficientemente
brillante o no estuviera lo suficientemente bien ejecutada, los acordes
subyacentes también hacen de las suyas apareciendo, ausentándose, perdiendo
notas y, fundamentalmente, ajustándose como un guante al discurso melódico.
Siempre se habla del blues,
del blues de jazz y del blues de Charlie
Parker. Hace tiempo que se debería acuñar otro concepto imprescindible:
el blues de Monk.
Mejor es oírlo en una versión corta. El tema es de 1954
Para ir acabando, sin ánimo de comparar y porque es una versión que mezcla el
contexto íntegro de música, he elegido la de la gran voz de ópera de Jessye Norman
del año 2009, una delicia
No me resisto a poneros la versión larga del tema con un Thelonious Monk en directo, merece la pena escuchar los diez minutos y sentir como se desarrolla la melodía entre sus manos
Erik Satie.Cuadernos
de Un Mamífero (Traduccion Carmen Llerena Ed El Acantilado 1999)
Esta es una muy buena
traducción de unos textos difíciles. Satie estudiaba y se dedicaba a buscar en
su entorno. De los muchos Satie’s hubo uno medievalista. Dentro de esta actividad
medievalista, Erik Satie, compone múltiples canciones, he seleccionado estos tres
pequeños poemas de amor con un texto arcaico pero lleno de humor.
Esta actividad, es el lado
de Satie que más se acerca al concepto del haiku, como os comentaba ayer; de
hecho, en la presentación de este vídeo se deja constancia de que el texto es
una especie de haiku. A estos tres poemas, les acompaña una música con apariencia
primitiva pero con un ritmo muy personal. Son de 1914.
Os dejo con otra versión de
estos tres poemas cantados por un barítono para que podáis comparar. El vídeo
incluye el texto en francés
El otro poema, aunque no tengo
claro como definirlo, que os propongo escuchar es la llamada Sonetina
Burocrática. En ella Satie, que acostumbraba a realizar anotaciones en sus
partituras, relata jocosamente la actividad cotidiana de un burócrata
parisino, Os dejo con el texto traducido que se recoge en el libro ya citado y
con una interpretación al piano donde se puede ver la interpretación musical
junto a texto en francés y dibujos. La obra musical breve, se divide en tres
tiempos, y es de 1917
‘Sonatina
burocrática’
ALLEGRO
Ya ha salido.
Va alegremente a su despacho
‘gavilándose’.
Mueve la cabeza contento.
Le gusta una guapa dama muy
elegante.
También le gustan su
portaplumas,
Sus mangas de lustrina verde
y su gorrito chino.
Da grandes zancadas:
Se precipita a las escaleras
que sube a cuestas.
¡Qué ventolera!
Sentado en su sillón
Está feliz y lo demuestra.
ANDANTE
Reflexiona sobre su ascenso.
Tal vez obtenga un aumento
Sin necesidad de ascender.
Cuenta con trasladarse el
próximo trimestre.
Ha echado el ojo a un piso.
¡Ojalá ascienda o aumente!
Nuevo sueño sobre el
aumento.
VIVACE
Canturrea un viejo aire
peruano
Que ha recogido en la baja
Bretaña de un sordomudo.
Un piano vecino toca una
pieza de Clémenti.
Qué triste es todo esto
El piano reanuda su
ejecución.
Nuestro amigo se interroga
con benevolencia.
El frío aire peruano se le
sube a la cabeza
El piano continúa
Lástima, tiene que abandonar
su despacho, su bonito despacho.
Ánimo, vámonos, dice.
Pero Satie explora más mundos. Os dejo otros dos pequeños poemas, que en el libro van a continuación de la “Sonetina”.
En este caso sin música conocida.
FALSO NOCTURNO
La noche es silenciosa.
La melancolía es enorme.
El fuego fatuo perturba el
tranquilo paisaje. ¡Qué pelma!
Es el viejo fuego fatuo que
tanto necesitaba venir.
Volvamos a nuestro ensueño,
por favor.
Lo que ha sonado es el
nocturno nº 1 de Satie, también conocido como “Falso nocturno”, no tengo claro
que exista relación entre el poema y la música pero es agradable. Es de 1919
Las ESTAMPAS POPULARES, son
una especie de tríptico que se realiza en 1920, donde Satie compuso poemas en
prosa para tres novelas de gran lectura: “Pablo y Virginia” de Bernardin
de Saint-Pierre, “Robinson Crusoe” de Daniel Defoe y “Don Quijote”
de Cervantes. Mi preferida es Robinson Crusoe
Robinson Crusoe
Por la noche, se tomaban la
sopa
e iban a fumar sus pipas a
la orilla del mar.
El olor del tabaco hacía
estornudar a los peces.
Robinson Crusoe no se
divertía en su isla desierta
“Está realmente demasiado
desierta”, decía.
Su negro Viernes era del
mismo parecer
Decía a su querido amo:
“Sí, señor, una isla
desierta está realmente demasiado desierta.”
Y meneaba su gran cabeza
negra.
Como música de despedida os
dejo con mi segunda interpretación favorita de la Gymnopedie nº 1 de Erik Satie,
grabada para un disco de culto “Nirvana” de 1964, donde colaboran el trio de Bill
Evans con Herbie Mann a la flauta, es el segundo corte del disco y el más breve
de los seis que lo componen y recoge una grabación de 1962. Iba a incluirlo
ayer como homenaje a Alberto Vidal, pero va con un poco de retraso
Si queréis oír mas versiones
de esta composición de Satie, podéis leer lo que escribí hace siete años, donde
está la versión de Steve Khun.
A la muerte de Satie el 1 de
julio de 1925, sus amigos pasaron a su minúsculo apartamento donde nadie había
entrado en 28 años. “Se encontraron más de 100 paraguas, algunos sin usar,
más de 7 trajes de terciopelo idénticos, 84 pañuelos, dibujos y textos de
valor autobiográfico. Se constató que nunca usó su piano para componer dado el
polvo y telarañas que lo cubrían. Se encontraron composiciones, algunas
inéditas, por todos lados, detrás del piano, en las bolsas de los trajes, etc.,
así como, infinidad de dibujos e inscripciones extrañas, caligrafiadas sobre
minúsculas cartulinas. Jamás los había mostrado a nadie. Descripciones de
paisajes imaginarios, de personajes ridículos y de instrumentos musicales
intocables. Sin duda son el reflejo más fiel del universo del
compositor. Un universo al otro lado del espejo, donde, al igual que su
habitación de Arcueil, no había permitido acceder a nadie” (Del Blog de María
Epistolarioalaire de abril de 2013)
Y me pregunto; ¿cómo pudo
componer su ingente obra en un piano lleno de polvo y telarañas?