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30 de septiembre de 2025

La oveja negra. Dos relatos y dos canciones. Augusto Monterroso, Italo Calvino, Silvio Rodríguez y Barricada

En un lejano país existió hace muchos años una oveja negra
Fue fusilada
Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.
Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura

 Augusto Monterroso. La oveja negra y demás fábulas (1969) 

 https://youtu.be/sAws3Idgo2A


 

Este el el relato que da título al libro del guatemalteco Augusto Monterroso,  autor del microrrelato más famoso de la historia: “Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí", en su libro Monterroso eparodia a los fabulistas de la antigüedad.  «La oveja negra», fue adoptado como referente, en España, por grupos de insumisos y pacifistas, y en la actualidad puede verse en algún autobús urbano que recorre la ciudad de Madrid

La siguiente propuesta, tras una narración cubano es el relato narrado con el mismo título de un autor ciudadano del mundo pero nacido en Cuba, Italo Calvino

 

Había un pueblo donde todos eran ladrones.

A la noche cada habitante salía con la ganzúa y la linterna, e iba a desvalijar la casa de un vecino. Volvía al alba y encontraba su casa desvalijada.

Y así todos vivían en amistad y sin lastimarse, ya que uno robaba al otro, y este a otro hasta que llegaba a un último que robaba al primero. El comercio en aquel pueblo se practicaba solo bajo la forma de estafa por parte de quien vendía y por parte de quien compraba. El gobierno era una asociación para delinquir para perjuicio de sus súbditos, y los súbditos por su parte se ocupaban solo en engañar al gobierno. Así la vida se deslizaba sin dificultades y no había ni ricos ni pobres.

No se sabe cómo ocurrió pero en este pueblo se encontraba un hombre honesto. Por la noche en vez de salir con la bolsa y la linterna se quedaba en su casa a fumar y leer novelas.

Venían los ladrones, veían la luz encendida y no entraban.

Esto duró poco pues hubo que hacerle entender que si él quería vivir sin hacer nada, no era una buena razón para no permitir que los demás lo hicieran. Cada noche que él pasaba en su casa era una familia que no comía al día siguiente.

Frente a estas razones el hombre honesto no pudo oponerse. Acostumbró también a salir por las noches para volver al alba, pero insistía en no robar. Era honesto y no quedaba nada por hacer. Iba al puente y miraba correr el agua. Volvía a su casa y la encontraba desvalijada.

En menos de una semana el hombre honesto se encontró sin dinero, sin comida y con la casa vacía. Pero hasta aquí nada malo ocurría porque era su culpa: el problema era que por esta forma de comportarse todo se desajustó. Como él se hacía robar y no robaba a nadie, siempre había alguien que volviendo a su casa la encontraba intacta, la casa que él hubiera debido desvalijar. El hecho es que poco tiempo después aquellos que no habían sido robados encontraron que eran más ricos, y no quisieron ser robados nuevamente. Por otra parte aquellos que venían a robar a la casa del hombre honesto la encontraban siempre vacía. Y así se volvían más pobres.

Mientras tanto aquellos que se habían vuelto ricos tomaron la costumbre también ellos, de ir al puente por las noches para mirar el agua que corría bajo el puente. Esto aumentó la confusión porque hubo muchos otros que se volvieron ricos y muchos otros que se volvieron pobres.

Los ricos mientras tanto entendieron que ir por la noche al puente los convertía en pobres y pensaron -paguemos a los pobres para que vayan a robar por nosotros-. Se hicieron contratos, se establecieron salarios y porcentajes: naturalmente siempre había ladrones que intentaban engañarse unos a otros. Pero los ricos se volvían más ricos y los pobres más pobres.

Había ricos tan ricos que no tuvieron necesidad de robar ni de hacer robar para continuar siendo ricos. Pero si dejaban de robar se volvían pobres porque los pobres los robaban. Entonces pagaron a aquellos más pobres que los pobres para defender sus posesiones de los otros pobres, y así instituyeron la policía, y constituyeron las cárceles.

De esta manera pocos años después de la aparición del hombre honesto no se hablaba más de robar o de ser robados sino de ricos y pobres. Y sin embargo eran todos ladrones.

Honesto había existido uno y había muerto enseguida, de hambre.

Italo Calvino La gran Bonanza de las Antillas (publicado en Español en 1993) 

https://youtu.be/JzqYI9NTABU


 

Este relato de Italo Calvino es también llamativo, publicado en España de forma póstuma, tras su muerte en 1985 en el libro de relatos "La Gran bonanza de las Antillas", publicado por Tusquets, también recomendable como casi todos los cuentos de este autor. 

Finalizo el tema de hoy con  esta canción de Silvio Rodríguez, del mismo título

Se ha perdido la oveja negra.
Se me ha ido para las piedras,
a ese pasto que queda arriba
de la montaña, cerca del sol.
O estará buscando otra oveja
                          de su color.

Se ha perdido una oveja.

Es la misma oveja oscura que de noche
no se ve bajo los rayos de la luna.
Es la misma que se atora en los barrancos.
Es la misma que anteayer maldijo el cura.

Ahora es la maldición de mi rebaño.
Ahora es la incertidumbre de mis hijos.
Ahora es cuanto hay de triste en estos años
porque el padre por su boca la maldijo.

Se ha perdido una oveja.

Ya mañana vendrá temprano
y estaré para echarle mano.
Romperé con su mal ejemplo
para el rebaño que manda Dios,
porque el pasto de mis ovejas
                         lo siembro yo.

Se ha perdido una oveja.

Silvio Rodríguez 1971 

https://youtu.be/8Rl30GaTZRg 


 

Acabo con otro tema musical mas rockero, la canción del Grupo navarro de rock Barricada, que con este título lo incluyó en su disco "Balas Blancas" de 1992  (segundo tema)

Hacedle fotos, tomadle las huellas
Miradle bien los dientes
Si se resiste rompedle la cabeza
La rutina de siempre
Estos cerdos tienen que aprender
Quien es aquí el que manda
Que pase miedo entre cuatro paredes
Decidle que no moleste
Si no se les trata así
Esto cambia de manos
Déjales que desesperen
Esperando el milagro

Quiso dar un paso hacia adelante
Quiso andar sin grilletes
Quiso vivir en libertad
Y eso nadie lo entiende
Cuando el negro es un hombre
Es buen momento para el cazador
El blanco se pone nervioso
Y comienza a llenar el cargador
Uh-oh-oh-oh-oh, él fue quien tuvo la culpa
Uh-oh-oh-oh-oh, de encontrarse en su camino

Balas blancas, balas blancas
Para la oveja negra
Balas blancas, balas blancas
Para la oveja negra

Hacedle fotos, tomadle la huellas
Miradle bien los dientes
Si se resiste rompedle la cabeza
La rutina de siempre
Cuando el negro es un hombre
Es buen momento para el cazador
El blanco se pone nervioso
Y comienza a llenar el cargador
Uh-oh-oh-oh-oh, él fue quien tuvo la culpa
Uh-oh-oh-oh-oh, de encontrarse en su camino

Balas blancas, Balas blancas
Para la oveja negra
Balas blancas, Balas blancas
Para la oveja negra
Balas blancas, Balas blancas
Para la oveja negra
Balas blancas, Balas blancas
Para la oveja negra 

https://youtu.be/03wKhdwq9gU


 

Esto es todo amigos. Buen martes