Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Comienzo la semana con un nuevo soneto amoroso de Francisco de Quevedo, un poema donde deja claras las contradicciones a las que nos enfrentamos cuando iniciamos una nueva pasión amorosa, el amor es seguramente la actividad mas contradictoria a la que se enfrentan los seres humanos, y sin embargo tan atractivo que no se puede vivir sin él aunque tampoco con él.
En el año 2016, Miguel Poveda, incluyó una versión musicada por Pedro Guerra en su álbum "Sonetos y Poemas para la Libertad" (sexta pista)
Amor constante, más allá de la muerte Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día, y podrá desatar esta alma mía hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte, en la ribera, dejará la memoria, en donde ardía: nadar sabe mi llama el agua fría, y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido, venas que humor a tanto fuego han dado, médulas que han gloriosamente ardido:
su cuerpo dejará no su cuidado; serán ceniza, mas tendrá sentido; polvo serán, mas polvo enamorado.
Francisco de Quevedo: El Parnaso español, monte en dos cumbres dividido con las nueve musas castellanas (1648)
Un año antes, lo había grabado Ángel Corpa, quien lo incluyó en su disco Cansonetos del 2007 (octava pista), realizado con la Orquesta de Cámara de RTVE. Se puede escuchar en Spotify y Soundcloud
Finalizo con otra versión declamada, de las muchas y muy buenas que existen, he escogido la de Rafael Álvarez "El Brujo", porque la he podido ver en directo hace unos meses y este hombre es genial encima de las tablas
Empezar el año con un soneto amoroso, parece un buen propósito de año nuevo, "Antes muerto estaré que escarmentado". Con la base de este soneto, y con ligeras variaciones Manzanita le puso música y lo grabó en 1978 en su LP "Poco Ruido y Mucho Duende" (Quinta pista cara A), con el título de "Naino". Esta es la letra
Tras arder siempre, nunca consumirme Y tras tanto llorar, no consolarme Tras tanto caminar, nunca cansarme Después de tanto mal, no arrepentirme Ni haber por tanto olvido, recordado.
¿Qué fin alegre puedo prometerme? Antes muerto estaré que escarmentado Yo ya no pienso tratar de defenderme Si no de ser de veras desdichado.
Hace un par de años, la asturiana de Ibias, Lorena Álvarez, hizo una versión de esta canción de Manzanita, acompañada de sus Rondadores (Victor Herrero & Carlos Aquilué) realizaron esta gran versión
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables. Cuando sale la luna, el mar cubre la tierra y el corazón se siente isla en el infinito. Nadie come naranjas bajo la luna llena. Es preciso comer fruta verde y helada. Cuando sale la luna de cien rostros iguales, la moneda de plata solloza en el bolsillo.
Federico García Lorca. Canciones -Canciones de luna- (1924)
Santiago Auserón la puso música y la graba en el doble CD, editado por la conmemoración del centenario del nacimiento del poeta , en el 1998 "Federico Garcia Lorca: De Granada a la Luna"
Hay cerca de cincuenta versiones vocales desde el mundo de la clásica, a partir de los trabajos del holandés Erik Lotichius, y sobre todo del finés Einojuhani Rautavaara, con discos grabados en varias partes del mundo desde Finlandia a Nueva Zelanda pasando por Norteamérica. Pero por acortar la entrada, he selecciónado solo dos versiones diferentes, la primera del quinteto barcelones, "Los Aurora", con una propuesta que navega entre el flamenco y el jazz, el rock y la electrónica, lo tradicional y lo contemporáneo. y que incluyen en su album Aurora (taller de músics) del 2017
La otra propuesta es la del trío "Los Lorca" formado por las voces de Partridge Boswell y Peter Money, junto con el guitarrista Nat Williams, que fuscionan la poesía y la música, desde una perspectiva mas cercana al rock. Asi sonaba este tema en su disco "Last Night in America" del 2020
Luna paliducha hija de la noche candil de desvelados flor de luz. A tu tallo rogamos los nocturnos llorantes desamados constantes los hijos de la luz. ¡Oh, diosa odiosa para los nerviosos, adorable camelia para nos. Yo tenía una deuda contigo luna hermana, jamás te escribí un verso nunca reparé en tí, (tenemos otras cosas que cantar los poetas) así en la tierra como en el añil
Pero tu puedes luna (porque tienes poderes) lánzanos tu energía tus rayos de alcanfor, se para los sufrientes pastilla de amoniaco hechiza a los insomnes lunáticos de amor.
Gloria Fuertes, Historia de Gloria (Amor, humor y desamor) (1980)
Nueva Semana con la Navidad que se acerca, este año, en vez de daros la lata con villancicos, he decido poner poemas y canciones relativas a la luna, ayer fue la última luna llena del año, y es un buen motivo, o tan bueno como cualquier otro
A este bello poema de Gloria Fuertes, le puso música Moncho Otero, y en esta ocasión en vez de cantarlo con su partenaire habitual Rafa Otero (Versos sobre el Pentagrama), lo canta la chilena Cristina Narea
¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora? ¿Qué miran los poetas andaluces de ahora? ¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?
Cantan con voz de hombre, ¿pero donde están los hombres? con ojos de hombre miran, ¿pero donde los hombres? con pecho de hombre sienten, ¿pero donde los hombres?
Cantan, y cuando cantan parece que están solos. Miran, y cuando miran parece que están solos. Sienten, y cuando sienten parecen que están solos.
¿Es que ya Andalucia se ha quedado sin nadie? ¿Es que acaso en los montes andaluces no hay nadie? ¿Qué en los mares y campos andaluces no hay nadie?
¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta? ¿Quién mire al corazón sin muros del poeta? ¿Tantas cosas han muerto que no hay más que el poeta?
Cantad alto. Oireis que oyen otros oidos. Mirad alto. Veréis que miran otros ojos. Latid alto. Sabreis que palpita otra sangre.
No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo. encerrado. su canto asciende a más profundo cuando, abierto en el aire, ya es de todos los hombres.
Rafael Alberti: Baladas y canciones del Paraná (1954)
Cumplo uno de los propósitos del pasado lunes, cuando hablaba de los grandes éxitos de Aguaviva. Este tema de su primer LP "Cada vez más cerca" era el penúltimo corte de la cara B, y sonaba impactante a finales de los sesenta
Rosa León junto a Rafael Alberti, graban esta versión en su disco de 1989, "Paloma desesperada" (décimo octava pista)
Acabo con la versión de Aguaviva y Los Lobos, juntos en un recital en la Universidad Complutense de Madrid de 2018 comienzan cantando "Vientos del Pueblo" tema de Los Lobos y siguen con Poetas Andaluces, una gozada, al menos para mí
Cuando llueve y reviso mis papeles, y acabo tirando todo al fuego: poemas incompletos, pagarés no pagados, cartas de amigos muertos, fotografías, besos guardados en un libro, renuncio al peso muerto de mi terco pasado, soy fúlgido, engrandezco justo en cuanto me niego, y así atizo las llamas, y salto la fogata, y apenas si comprendo lo que al hacerlo siento, ¿no es la felicidad lo que me exalta?
Cuando salgo a la calle silbando alegremente -el pitillo en los labios, el alma disponible- y les hablo a los niños o me voy con las nubes, mayo apunta y la brisa lo va todo ensanchando, las muchachas estrenan sus escotes, sus brazos desnudos y morenos, sus ojos asombrados, y ríen ni ellas saben por qué sobreabundando, salpican la alegría que así tiembla reciente, ¿no es la felicidad lo que se siente?
Cuando llega un amigo, la casa está vacía, pero mi amada saca jamón, anchoas, queso, aceitunas, percebes, dos botellas de blanco, y yo asisto al milagro -sé que todo es fiado-, y no quiero pensar si podremos pagarlo; y cuando sin medida bebemos y charlamos, y el amigo es dichoso, cree que somos dichosos, y lo somos quizá burlando así la muerte, ¿no es la felicidad lo que trasciende?
Cuando me he despertado, permanezco tendido con el balcón abierto. Y amanece: las aves trinan su algarabía pagana lindamente: y debo levantarme pero no me levanto; y veo, boca arriba, reflejada en el techo la ondulación del mar y el iris de su nácar, y sigo allí tendido, y nada importa nada, ¿no aniquilo así el tiempo? ¿No me salvo del miedo? ¿No es la felicidad lo que amanece?
Cuando voy al mercado, miro los abridores y, apretando los dientes, las redondas cerezas, los higos rezumantes, las ciruelas caídas del árbol de la vida, con pecado sin duda pues que tanto me tientan. Y pregunto su precio, regateo, consigo por fin una rebaja, mas terminado el juego, pago el doble y es poco, y abre la vendedora sus ojos asombrados, ¿no es la felicidad lo que allí brota?
Cuando puedo decir: el día ha terminado. Y con el día digo su trajín, su comercio, la busca del dinero, la lucha de los muertos. Y cuando así cansado, manchado, llego a casa, me siento en la penumbra y enchufo el tocadiscos, y acuden Kachaturian, o Mozart, o Vivaldi, y la música reina, vuelvo a sentirme limpio, sencillamente limpio y pese a todo, indemne, ¿no es la felicidad lo que me envuelve?
Cuando tras dar mil vueltas a mis preocupaciones, me acuerdo de un amigo, voy a verle, me dice: «Estaba justamente pensando en ir a verte». Y hablamos largamente, no de mis sinsabores, pues él, aunque quisiera, no podría ayudarme, sino de cómo van las cosas en Jordania, de un libro de Neruda, de su sastre, del viento, y al marcharme me siento consolado y tranquilo, ¿no es la felicidad lo que me vence?
Abrir nuestras ventanas; sentir el aire nuevo; pasar por un camino que huele a madreselvas; beber con un amigo; charlar o bien callarse; sentir que el sentimiento de los otros es nuestro; mirarme en unos ojos que nos miran sin mancha, ¿no es esto ser feliz pese a la muerte? Vencido y traicionado, ver casi con cinismo que no pueden quitarme nada más y que aún vivo, ¿no es la felicidad que no se vende?
En este libro con el que Gabriel Celaya, obtiene el Premio de la Crítica, es el año de su ruptura con el pasado de reinventarse trasladarse a vivir al madrileño barrio de Prosperidad, y comprobar que la felicidad es el vivir consecuentemente en cada instante, y por supuesto apoyado en su compañera Amparo
No hay versiones musicadas de este poema por lo que siguiendo el poema de Celaya, os dejo con la que quizá sea la pieza mas conocida de Kachaturian, la danza del sable
Entreacto es el vigésimo libro de Gabriel Celaya. Víctor Manuel lo graba en 1975 en su LP "Cómicos" (quinta pista de la cara A), un disco que se enmarca en el curso de una huelga de actores en toda España. Víctor Manuel en apoyo a ese gremio saca un álbum de urgencia, titulado "Cómicos", que será el último trabajo del asturiano para el sello Philips con el que venía colaborando desde 1970.
En 1976, el grupo Los Lobos, nacido en Madrid, por universitarios a principios der los sesenta siguiendo el ejemplo de Aguaviva, saca su LP "Y todavía respiramos", que comienza con esta versión del poema de Celaya
La ciudad es de goma lisa y negra, pero con boquetes de olor a vaquería, y almacenes de grano, y a madera mojada, y a guarnicionería, y a achicoria, y a esparto.
Hay chirridos que muerden, hay ruidos inhumanos, hay bruscos bocinazos que deshinchan mi absurdo corazón hipertrofiado.
Yo me alquilo por horas; río y lloro con todos - pero escribiría un poema perfecto si no fuera indecente hacerlo en estos tiempos.
Tras un periplo americano, vuelvo a casa con poemas de Gabriel Celaya, para pasar la semana. Tranquilamente hablando es su cuarto libro publicado, el tercero de ese año 1947
Corría el año 1971, hace ya tiempo, y el grupo Aguaviva sacaba su tercer LP Apocalipsis, Aguaviva fu ideado por José Antonio Muñoz y Manolo Díaz, y estuvieron en activo toda la década de los setenta, representando en grupos, lo que supusieron, en la canción protesta de la época, (ideología, estética, etc.), los cantautores de la época.
Pusieron música a diversos poetas de la denominada poesía social, alcanzando bastante éxito con un estilo en que se mantenían, siempre, párrafos recitados que se acompañaban de partes y, sobre todo, estribillos a coro. En el vivo recuerdo, además de Aviso, están: Poetas andaluces, (tema propio y su mayor éxito), Creemos el hombre nuevo de Rafael Alberti, Me queda la palabra de Blas de Otero y Cuentos de León Felipe. Del segundo y tercero no he hablado, por lo que habrá que corregirlo las semanas próximas. La música y la poesía es una buena combinación
¿Saben saben lo que hizo El famoso mono liso? A la orilla de una zanja Cazó viva una naranja ¡Qué coraje, qué valor! Aunque se olvidó el cuchillo En el dulce de membrillo La cazó con tenedor
La naranja se pasea De la sala al comedor No me tires con cuchillo Tírame con tenedor
A la hora de la cena La naranja le dio pena Fue tan bueno mono liso Que de postre no la quiso El valiente cazador Ordenó a su comitiva Que se la guardaran viva En el refrigerador
La naranja se pasea De la sala al comedor No me tires con cuchillo Tírame con tenedor
Mono liso en la cocina Con una paciencia china La domaba día a día La naranja no aprendía Mono liso con rigor Al fin la empujó un poquito Y dio su primer pasito La naranja sin error
La naranja se pasea De la sala al comedor No me tires con cuchillo Tírame con tenedor
La naranja, mono liso La mostraba por el piso Otras veces, de visita La llevaba en su jaulita Pero un día entró un ladrón Se imaginan lo que hizo El valiente mono liso dijo Ay, qué papelón
La naranja se pasea De la sala al comedor No me tires con cuchillo Tírame con tenedor
A la corte del rey momo Fue a quejarse por el robo Mentiroso, el rey promete Que la tiene el gran bonete Porque sí, con frenesí De repente dice el mono Allí está detrás del trono La naranja que perdí
La naranja se pasea De la sala al comedor No me tires con cuchillo Tírame con tenedor
Más la reina dice ojo Que yo tengo mucho antojo De comer una ensalada De naranja marinada Mono liso contestó Comerá cuando usted quiera Tres sandías y una pera Pero mi naranja no
La naranja se pasea De la sala al comedor No me tires con cuchillo Tírame con tenedor
Y la reina sin permiso Del valiente mono liso Escondió en una sopera La naranja paseandera Mono liso la salvó Pero a fuerza de tapioca La naranja estaba loca Y este cuento se acabó
La naranja se pasea De la sala al comedor No me tires con cuchillo Tírame con tenedor María Elena Walsh, grabado por primera vez en 1962 junto a Leda Valladares en el la obra de teatro Doña Disparate y Bambuco (EP) https://youtu.be/G2npwktiFS4
Acabo la semana con otra canción aparentemente banal, pero solo aparentemente, pues esta canción fue prohibida por la Dictadura Argentina en 1978 además se le consideró un tema impropio, porque habla de una naranja excéntrica que quería vivir en libertad, Hernan Firpo escribio en el Clarin de 30 octubre de 2023, en un buen artículo en relación con esta canción que "De acuerdo con Jorge Rafael Videla y su gente, el acto
de censurar servía para "evitar cualquier lavado de cerebro, confusiones
a nuestra juventud y desapegos a nuestros valores tradicionales”. Desde
el rock al llamado Nuevo Cancionero del Folclore, la dictadura militar y la censura tuvieron una relación muy dinámica con la música" (https://www.clarin.com/espectaculos/twist-mono-liso-60-anos-clasico-maria-elena-walsh-insolitamente-censurado_0_V5njUzIE00.html?srsltid=AfmBOoogWNcohdQPkFI0Dss9-Hc2zrV7ASc6DYrNm2kp6ctdXLkJhNs5)
He elegido la segunda versión que graba María Elena Walsh en solitario en 1963 en su disco "Canciones para mi", por tener mejor registro sonoro
Acabo con la versión, a ritmo de jazz, de Elena Roger y Escalandrum, de su álbum del 2020 "El reino del revés"
Seguimos con poesía para todas las edades, con este bello poema de la cubana Mirta Aguirre, musicado por José María Vitier, y cantado por Pablo Milanés y María Felicia Pérez
Por el umbral de un año que agoniza caminan fugitivas las divinas fragancias de una noche de fiesta. Hay cánticos solemnes libando mi tristeza. Y el cu-cú milenario, acuna, entre sus manecillas negras el moribundo adiós del año que nos deja. ¡Qué monótono pasa...! Se detiene... y amontona mis horas en el frío silencio del tiempo que se queda. Un mutismo de años levanta su copa con cada campanada que da la Noche Nueva. Y, al invocar tu nombre... el champán del recuerdo me emborracha de pena. Los recuerdos... Ah, los recuerdos... informales viajeros que abordan los vagones, cargados de nostalgia. Yo me quedo mirándolos como se deslizan por el carril helado de mi Velada Añeja... Arrojan las valijas en el brocal oscuro donde ahogan sus quejas. Allí, bajo el parral desnudo... junto a los que se amaron en ¡tantas Noches Viejas! a la lumbre de sueños, poemas y promesas... Donde, al morir un año, vaciaban su morral de enhorabuenas. Hoy me han dejado sola... Como se quedan todos, los que en noches como esta no quieren que haya fiestas... porque tienen el alma rota ya que no hay quien comparta el amor en su mesa. Y al campanear las doce, cuando abra la puerta traerá el Año Nuevo su puñado de ausencia... Ya no habrá Noches Viejas, ni amor, ni ruegos... Cabalgará el dolor por las mismas callejas... y en el triste silencio de mi gran Noche Vieja titilará la luz de tu recuerdo...
Comienza el último mes del año, El fin de año está cada vez más cerca, y siguiendo con la poesía latinoamericana, he recordado este poema de la venezolana Inés de Cuevas, poetisa para todas las edades, Este poema, pertenece a su cuarto poemario y fue musicado magistralmente por Vicente Monera hace mas de una década.
Buena semana, buen mes y a sobrevivir al fin de año
Este es un poema de Joaquín Pasos , musicado por el uruguayo-suizo Javier Alonso publica en 2017, su trabajo "Somos", donde pone música a dieciséis poetas latinoamericanos e interpreta un tema propio
Si queréis leer algo más de este autor, hay una buena selección en la web de la Universidad Nacional Autónoma de México, disponible en pdf, si pincháis el siguiente enlace
Aquí pasaba a pie por estas calles, sin empleo ni puesto, y sin un peso. Sólo poetas, putas y picados conocieron sus versos. Nunca estuvo en el extranjero. Estuvo preso. Ahora está muerto. No tiene ningún monumento. Pero recordadle cuando tengáis puentes de concreto, grandes turbinas, tractores, plateados graneros, buenos gobiernos. Porque él purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo en el que un día se escribirán los tratados de comercio, la Constitución, las cartas de amor, y los decretos.
En 1962, Ernesto Cardenal publicó una nueva antología de los poemas de su paisano Joaquín Pasos Argüello, muerto en 1942, a los 35 años, y que a pesar de ser un referente en la poesía nicaragüense, no llegó a publicar ningún libro en vida, bajo el título de Poemas de un joven. Sus poemas fueron agrupados de acuerdo al plan que el mismo Joaquín había diseñado: Poemas de un joven que no ha viajado nunca (que incluía poemas sobre países que nunca visitó); Poemas de un joven que no ha amado nunca (que incluía su poesía amorosa); Poemas de un joven que no sabe inglés (que incluía sus poemas en esa lengua, que aprendió sin maestro desde niño); y además, Misterio indio (sus poemas de temática indígena)
En 1975, Joan Manuel Serrat puso música a ese poema, en su disco "Para piel de manzana", era el tema que cerraba el disco. Mañana os contaré algo más de este poeta
Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido ni asiste a sus mítines ni se sienta en la mesa de los gangsters ni con los Generales en el Consejo de Guerra Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano ni delata a su compañero de colegio Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales ni escucha sus radios ni cree en sus slogans
Este es el primer poema de su libro Salmos, que escribió en los años sesenta y que a su vez es una reforma política del libro de Salmos de la Biblia. En el libro se inicia la Teoría de la Liberación que promovió, y que le conllevó discrepancias con el Vaticano, siendo suspendido del sacerdocio " a perpetuidad" en 1984, por Juan Pablo II, suspensión levantada por el Papa Francisco en el año 2014 (se ordenó sacerdote en 1965).
En el 2021, Inés Fonseca le pone música al poema en su disco dedicado a la obra de Ernesto Cardenal (séptima pista)
Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido: yo porque tú eras lo que yo más amaba y tú porque yo era el que te amaba más. Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo: porque yo podré amar a otras como te amaba a ti pero a ti no te amarán como te amaba yo.
Nueva semana, nuevo poeta y nuevo país, Desde México bajamos a Nicaragua, donde encontramos la figura de Ernesto Cardenal (1925, 2020) poeta, sacerdote, teólogo, escritor, traductor, escultor y revolucionario nicaragüense, una de las figuras más importantes de la Teología de Liberación. “Epigramas”, es un poemario escrito entre 1950 y 1957, publicado en 1961. En esta colección de poesía contrasta temas como el amor y desamor, la riqueza y la pobreza, la memoria y el olvido,
En 1950, comienza su actividad contra Somoza y en mayo de 1957, entra como monje en la abadía trapense de Nuestra Señora de Getsemaní (Kentucky)
Comienzo las versiones musicadas, con la que realiza el gran pianista y compositor José María Vitier, que lo incluye en el álbum que graba en el 2011, junto a Martirio, ·El aire que te rodea", con el título de "Epigrama". Se ha reeditado posteriormente, un gran álbum
Siguiendo un orden cronológico, en el 2014 Enrique Mejía Godoy (hermano pequeño de Carlos Mejía Godoy) lo incluye en su CD “Palabras con flores” un homenaje a los poetas nicaragüenses.
En el 2019, el nicaragüense Luis Pastor González Vega, uno de
los más destacados compositores e intérpretes nicaragüenses del son
"Nica" y de la Nueva Canción, que ha trabajado con la generación anterior, los dos hermanos Mejía Godoy, lo canta con esta música
Llego a España, con la última versión que os propongo. En el año 2021, la cántabra Inés Fonseca, graba el álbum "Dos en uno", que comienza con esta canción titulada aquí "Al perderte yo a ti"
Hay una versión previa de los argentinos "Grupo Vocal Cantoral", que con el título de "Epigrafe", hacen una cancion que comienza y acaba con este poema , intercalando otro poema del mismo libro recitado
Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan, un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica. Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias, otras soñarán con este amor que no fue para ellas. Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas, (escritos para conquistarte a ti) despiertan en otras parejas enamoradas que los lean los besos que en ti no despertó el poeta.
Es un LP grabado en 1976, y era el corte con el que comenzaba la cara B del disco
Cuando tú te hayas ido me envolverán las sombras, cuando tú te hayas ido con mi dolor a solas evocaré este idilio con sus azules horas, cuando tú te hayas ido me envolverán las sombras.
Y en la penumbra vaga de la pequeña alcoba, donde una tibia tarde me acariciaste toda, te buscarán mis manos, te buscará mi boca y aspiraré en el aire como un olor de rosas, cuando tú te hayas ido me envolverán las sombras.
Este poema es el mas conocido de Rosario Sansores, comienzo por una versión musicada del poema, grabada por Ligia Cámara en el disco que hemos oído esta semana ·Csnciones de la Alondra (décimo octava pista).
El ecuatoriano Carlos Brito Benavides conoció el libro en 1936, tras la muerte de su madre, y compuso la canción Sombras a ritmo de pasillo ecuatoriano siendo la pieza musical ecuatoriana más difundida internacionalmente y tiene como temática un amor intenso que es recordado desde la soledad. Hay muchas canciones, los primeros registros que he escuchado son ya de la década de los sesenta, comienzo con una versión de Lucho Gatica de 1964 en la televisión, es un placer oirle y es curioso ver la movilidad de las chicas que le acompañas. Lucho Gatica la grabó por primera vez en 1962 en su disco "recuerdo del amor"
Ese mismo año, gtaban una versión de este pasillo, Olga Guillot y José Feliciano. He elegido la versión que grábó en 1975, el alicantino Jaime Morey (cara B del single El Rey), me trae recuerdos
Julio Iglesias la incluyo en su LP América de 1976, En ese mismo año, la graba por primera vez María Dolores Pradera, junto a Los Gemelos, en su disco "Señora Hemrosura"
La gran Chavela Vargas, la ha grabado en varias ocasiones, la primera en 1966 en su disco Hacia la vida, he elgido este directo de 1993, porque Chavela era mucha Chavela
En 1996, Raphael la incluye en su álbum Desde el fondo de mi alma, pero por seguir con las décadas, he seleccionado la versión de la venezolana Soledad Bravo del 2001 con la que comienza su álbum Paloma Negra
En el año 2009, se realizan tres buenas grabaciones, de las que me es imposible seleccionar una sobre otra, la primera la de Luz Casal, de su disco La Pasión
La anterior seria mi versión favorita, sino fuera porque ese mismo año Pedro Guerra, grabó esta version, una muy difícil elección, me encanta Pedro y estos discos suyos de versiones, solo con su guitarra y su voz, lo inunda todo
Vine, Martín, y no estás. Me he sentado en el peldaño de tu casa,recargada en tu puerta y pienso que en algún lugar de la ciudad, por una onda que cruza el aire, debes intuir que aquí estoy. Aquí estoy contra el muro de tu casa, así como estoy a veces contra el muro de tu espalda. Vine nada más a decirte que te quiero y como no estás te lo escribo. Ya
casi no puedo escribírtelo porque ya se fue el sol y no sé bien a bien
lo que te pongo. Ha caído la noche y ya casi no veo lo que estoy borroneando en la hoja
rayada. Ya no percibo las letras. Allí donde no la entiendas, en los
espacios blancos, en los huecos , pon: “Te quiero”..
Elena Poniatowska. El recado (extracto) . Obras Reunidas (2005)
Rosario Sansores Pren era considerada una gran “poetisa”, representante icónica del verso adornado y la educación sentimental. Y la descripción, lejos de hacerla sentir menos por ese sufijo diminutivo, le hubiera encantado, ya que ella siempre fue consciente de que el reino de “lo femenino”, los floripondios y los hueledenoches constituían su dominio. Como ella misma declaró alguna vez:
" Sí, sí, las gentes dicen que soy cursi. Imagínate si no voy a saberlo. Pero no me preocupa… Por lo contrario, me halaga. Las gentes que saben que soy cursi demuestran que me han leído, y eso es lo único que importa."
Las jóvenes que querían aprender el oficio de reporteras de sociales buscaban su aprobación e incluso terminaban imitándola, si no en los sombreros, sí en los manierismos literarios y en las descripciones abigarradas. Le ocurrió a su joven colaboradora en el periódico, Elena Poniatowska cuando, en una entrevista publicada la describe y no puede evitar la exageración:
"Va por la vida vestida de sinceridad, lleva un gran sombrero de amor por los demás y le brillan por todas partes joyas y moños de alegría, de esa alegría suya que va repartiendo en todas partes como si fuera confeti de felicidad."
La propia Rosario Sansores reaccionaba a frases como ésta con una voz que entremezclaba a la editora en jefe con la abuelita pudorosa: “Por amor de Dios, chiquita, no vayas a poner esto en la entrevista…”.
Aprovecho el hablar esta semana de la antigua "abuela" Rosario Sansores, para hablar de la actual "Abuela", Elena Poniatowska, de 92 años, premio Cervantes, y gran escritora, mexicana. Su prosa está llena de poesía, y como muestra os he puesto un extracto leído por la propia autora de su relato corto, "El recado". Una delicia
Os propongo leer o escuchar el relato íntegro, son seis minutos, pero es tan hermoso, que compensa el tiempo invertido. Copio el relato en el Blog, y un audio leído por la autora al final, se puede consultar también en la web de la revista Zenda https://www.zendalibros.com/recado-cuento-elena-poniatowska/
El recado Vine, Martín, y no estás. Me he sentado en el peldaño de tu casa, recargada en tu puerta y pienso que en algún lugar de la ciudad, por una onda que cruza el aire, debes intuir que aquí estoy. Éste es tu pedacito de jardín; tu mimosa se inclina hacia afuera y los niños al pasar le arrancan las ramas más accesibles... En la tierra, sembradas alrededor del muro, muy rectilíneas, veo unas flores que tienen hojas como espadas . Son azul marino, muy serias. Esas flores parecen soldados. Son muy graves, muy honestas. Tú también eres un soldado. Marchas por la vida, uno, dos, uno, dos... Todo tu jardín es sólido; escomo tú; tiene una reciedumbre que inspira confianza.
Aquí estoy contra el muro de tu casa, así como estoy a veces contra el muro de tu espalda . El sol da también contra el vidrio de tu puerta, contra el vidrio de tus ventanas y poco a poco se debilita porque ya es tarde. El cielo enrojecido ha calentado su madreselva y su olor se vuelve aún más penetrante. Es el atardecer. El día va a decaer. Tu vecina pasa. No sé si me habrá visto. Va a regar su pedazo de jardín. Recuerdo que ella te trae una sopa de pasta cuando estás enfermo y que su hija te pone inyecciones... Pienso en ti muy despacito, muy despacito, como si te dibujara dentro de mí y quedaras allí grabado. Quisiera tener la certeza de que te voy a ver mañana y pasado mañana y siempre, en una cadena ininterrumpida de días, que podré mirarte lentamente aunque ya me sé cada rinconcito de tu rostro; que nada entre nosotros ha sido provisional o un accidente...
Estoy inclinada ante una hoja de papel y te escribo todo esto y pienso que ahora, en alguna cuadra donde camines, apresurado, decidido, como sueles hacerlo, en alguna de esas calles por donde te imagino siempre: Donceles o Cinco de Febrero o Venustiano Carranza ,en alguna de esas banquetas grises y monocordes rotas sólo por el remolino de la gente que va a tomar el camión , has de saber dentro de ti que te espero. Vine nada más a decirte que te quiero y como no estás te lo escribo. Ya casi no puedo escribírtelo porque ya se fue el sol y no sé bien a bien lo que te pongo. Afuera pasan más niños, corriendo. Y una señora con una olla llena de leche. No la distingo pero oigo que advierte irritada: “No me sacudas así la mano porque voy a tirar la leche...” Y dejo este lápiz, Martín, y dejo la hoja rayada y dejo que mis brazos cuelguen inútilmente a lo largo de mi cuerpo y te espero. Pienso que te hubiera querido abrazar. A veces quisiera ser más vieja porque la juventud lleva en sí la imperiosa, la implacable necesidad de relacionarlo todo con el amor...
Ladra un perro; ladra agresivamente. Creo que ya es hora de irme. Dentro de poco vendrá la vecina a prender la luz de tu casa; ella tiene llave y encenderá el foco de la recámara que da hacia afuera porque en esta colonia roban mucho, roban mucho. A los pobres les roban mucho; los pobres se roban entre sí... Sabes, desde mi infancia me he sentado así a esperar, siempre fui dócil, porque te esperaba. A veces junto a la ventana, hacía como que estaba leyendo pero en realidad, esperaba. Te esperaba a ti. Sé que todas las mujeres aguardan. Son capaces de cualquier sacrificio, de cualquier esfuerzo mientras aguardan. Aguardan la vida futura. Todas esas imágenes forjadas en la soledad, todo ese bosque que camina hacia ellas; toda esa inmensa promesa que es el hombre: una granada que de pronto se abre y muestra sus granos rojos, lustrosos; una granada como una boca pulposa de mil gajos... Más tarde, esas horas ya vividas en la imaginación hechas horas reales tendrán que cobrar peso y tamaño y crudeza. Todos estamos —¡oh mi amor!— tan llenos de retratos interiores, tan llenos de paisajes no vividos...
Ha caído la noche y ya casi no veo lo que estoy borroneando en la hoja rayada. Ya no percibo las letras. Allí donde no la entiendas, en los espacios blancos, en los huecos , pon: “Te quiero”... No sé si voy a echar esta hoja debajo de la puerta, no sé. Me has dado un tal respeto de ti mismo... Quizás ahora que me vaya, sólo pase a pedirle a la vecina que te dé el recado; que te diga que vine...
Elena Poniatowska. El recado . Obras Reunidas (2005)
Para añadir música a esta entrada, he elegido la canción/poema, Es Elena Poniatowska, escrita por Jesusa Rodríguez, y musicada por Liliana Felipe, dos referentes culturales latinoamericanas
Es Elena Poniatowska
Hace más de cinco mil años Hubo como quince mil años En que no estuviste Tan presente en la tierra Como en los últimos años
Pasában como chiflonazos Tantos siglos sin tus abrazos Flores machucadas Pobres años sin aromas Páginas deserenadas
Muchos viejos pelafustanes Que decían ser Elenistas No tenían idea Que Elenita solo hay una Y pertenece a nuestra era
Princesa del jitomate Emperatríz del maguey Condesa del tepalcate
Monarca del apapache Jicaríta del chilate Soberana del toloache
Reina con corona de hule Majestad del mole Baronesa del papel
Diosa apopochadita Dueña del chapoteadero Señora del aguasero
Diosa apopochadita Dueña del chapoteadero Señora del aguasero
Sacerdotisa de la chifosca Escritora la primera Es Elena Es Elena
Finalizo con otra canción de Jesusa Rodríguez, que plasma bastante bien estos tiempos en los que vivimos, "Fallamos como especie" , de su doble disco "Que 20 años no es nada" (trigésima primera pista), cantada a dúo por el matrimonio Jesusa y Liliana, me parece muy divertida, como todo el álbum