Puntos Suspensivos
Lo
peor del amor, cuando termina,
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas.
Lo malo del después son los despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño.
Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos.
Lo atroz de la pasión es cuando pasa,
cuando, al punto final de los finales,
no le siguen dos puntos suspensivos
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas.
Lo malo del después son los despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole ni dueño.
Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos.
Lo atroz de la pasión es cuando pasa,
cuando, al punto final de los finales,
no le siguen dos puntos suspensivos
Joaquín Sabina.
Ciento volando de catorce. 2001
En
2001 Joaquín Sabina publicó este libro de poemas, en un momento de crisis de su
vida, había sufrido un ictus y un miedo escénico le impedía volver a los
escenarios. La escritura debió resultar terapéutica pues luego ha seguido
llevando las riendas de su vida como ha podido (al igual que hacemos todos)
En
el año 2016, se publica un disco en el que Pedro Guerra puso música a catorce poemas de
este libro, y lo grabó con una serie de amigos, Un disco muy recomendable, muy
variado, pues escuchamos las historias del “Sabina” con otras voces diferentes
a las que estamos acostumbrados (treinta en total), y desde mi punto de vista
eso siempre rejuvenece la vida
Pedro
Guerra, además de componer todas las músicas, toca todos los instrumentos del disco.
Las mariposas también son suyas.
En
esta canción, que es la sexta del disco cantan, junto a Pedro Guerra Julieta Venegas
y Pablo Milanés
Ayer
un amigo me comentaba que el relato de “Otoño” de Manuel Vicent, interpretado
por Amancio Prada, le recordaba un poco a un “rap”
Por
eso como versiones no hay, os dejo con el siguiente tema del disco (el séptimo corte), un curioso
soneto compuesto sólo por nombres de lugares, titulado “Que no llevan a Roma”
Que no llevan a Roma
La
Habana, Londres, Fez, Venecia, Lorca,
Nápoles,
buenos Aires, Sinaloa,
Guanajuato,
Madrid, Gijón, Menorca,
Ronda,
Donosti, Marrakesh, Lisboa,
Cádiz,
Granada, Córdoba, Sevilla,
Úbeda,
Vigo, Tánger, Zaragoza,
Cartagena,
Vetusta, Melipilla,
Montevideo,
Cáceres, Mendoza,
Macondo,
Esparta, Nínive, Comala,
Praga,
Valparaíso, Guatemala,
Samarcanda,
Bagdag, Lima, Sodoma,
Liverpool,
Tenerife, Petersburgo,
Nueva
Orleáns, Atenas, Edimburgo,
cien
caminos que no llevan a Roma.
Joaquín Sabina.
Ciento volando de catorce. 2001
Os
dejo con la versión cantada por Pedro Guerra, Dani Martin, Dolo y Nach, este
último recita luego un rap que es un contrapunto muy adecuado a la canción
Por
si os habéis perdido con el Rap (yo reconozco que me pilla mayor; intenté
completar la colección de “1001 discos que hay que escuchar antes de morir”,
pero con los de rap de las últimas dos décadas reconozco que no he podido,
falta de conocimiento de inglés por decir algo).
Pues
como digo por si habéis perdido el texto rapeado, os dejo con él
…
Cien caminos que no llevan a Roma.
Da
igual a donde llegues
Lo que importa es el camino, dicen
No es de dónde vienes
Más bien a dónde te diriges,
Y aunque tú nunca eliges las dificultades
Berlín, Pekín, hay un sinfín de posibilidades.
Lo que importa es el camino, dicen
No es de dónde vienes
Más bien a dónde te diriges,
Y aunque tú nunca eliges las dificultades
Berlín, Pekín, hay un sinfín de posibilidades.
Hoy
mis mares brillan cristalinos,
Mis cien caminos,
Mis cien vidas escritas en un pergamino.
Recorrí los barrios neoyorquinos y no hubo mañana
Respiré una paz temprana allá en La Habana.
Y cada loco con su tema, sus problemas, su existencia
Mi mente cruzando puentes en Venecia
Haciendo peripecias y el bien
Cogiendo otro tren.
Mis cien caminos,
Mis cien vidas escritas en un pergamino.
Recorrí los barrios neoyorquinos y no hubo mañana
Respiré una paz temprana allá en La Habana.
Y cada loco con su tema, sus problemas, su existencia
Mi mente cruzando puentes en Venecia
Haciendo peripecias y el bien
Cogiendo otro tren.
Roma
es sólo una historia, pero hay 100
Y hay quien
aun es rehén de sus cadenas,
Yo fui un mecenas en Atenas,
Con la arena de Cali enterré mis penas.
Y hay quien
aun es rehén de sus cadenas,
Yo fui un mecenas en Atenas,
Con la arena de Cali enterré mis penas.
Allá
entendí que, si hay un Dios, ese Dios es el Tiempo,
Y que él y yo no somos dos, somos un mismo cuerpo,
Mismo centro de gravedad, la misma espina,
Lima o Bagdad, misma verdad, miles de esquinas.
Esperanzas clandestinas y rarezas tan comunes
de piezas que se unen cada lunes bajo nubes.
Y que él y yo no somos dos, somos un mismo cuerpo,
Mismo centro de gravedad, la misma espina,
Lima o Bagdad, misma verdad, miles de esquinas.
Esperanzas clandestinas y rarezas tan comunes
de piezas que se unen cada lunes bajo nubes.
Y
así, caminante, se hace camino al andar,
Y aquí cualquier lugar es bueno para acampar
París, Caracas, nunca importa tanto
Lo que importa es tú seguir andando…
Y aquí cualquier lugar es bueno para acampar
París, Caracas, nunca importa tanto
Lo que importa es tú seguir andando…
Cien caminos que no llevan a Roma.
Buen
miércoles