Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
El jueves ponía una versión de Run Run se fué pal norte grabada en el Museo del Louvre de París en 1917, realizada a instancias de la cantante LEHNA
Lehna Sam, ha sacado un nuevo disco en febrero de este año Ligne O, donde ha grabado doce temas preciosos, cantados en francés, inglés y español. He elegido tres de ellos, el primero que se corresponde con el último corte del disco, Comptine du rire, me encanta porque es un canto a la sonrisa, la risa y la esperanza, algo que nos hace mucha falta
Os dejo la letra y el vídeo
Cette chanson n'a jamais vraiment commencé Elle ne finira jamais non plus
je ne l'ai même pas vraiment composée
les notes sont de musiciens que moi je n'ai jamais vu
mais quand elles résonnent ces notes
dans la solitude de ma chambrée
Elles me rappellent à ce qui me manque
quasiment plus que l'être aimé.
Ce qui me manque n'a ni bras, ni jambe, ni tête.
C'est follement insensé de vivre sans aucune dette
Ce qui me manque est libre de tout doute
et sur la route avec lui je me suis vivante
Et mon dos courbé se relève enfin
Même la plus fânée des plantes renaît au matin
il est mon meilleur souvenir
soleil après la pluie
il est partout bien que caché
il est ici en vous ...
le rire
Una delicia, como todo el disco, la segunda propuesta es el segundo tema (aunque la elección es complicada) se trata de la canción Cosecha, cuya letra viene en el vídeo:
".../... Hay lunas para sembrar, hay lunas para retoñar, hay lunas para averiguar, hay lunas para cosechar, ... / ..."
La tercera propuesta es el undécimo corte Violeta, que aunque es un tema escrito por Lehna, en los créditos se habla del poema Donde estás prenda querida de Violeta Parra, del que se extrae un fragmento. Esta es la canción de Lehna
Volver a los diecisiete
después de vivir un siglo
es como descifrar signos
sin ser sabio competente.
Volver a ser de repente
tan frágil como un segundo,
volver a sentir profundo
como un niño frente a Dios,
eso es lo que siento yo
en este instante fecundo. Se va enredando, enredando,
como en el muro la hiedra,
y va brotando, brotando,
como el musguito en la piedra,
ay, sí sí sí.
Mi paso retrocedido,
cuando el de ustedes avanza;
el arco de las alianzas
ha penetrado en mi nido
con todo su colorido,
se ha paseado por mis venas
y hasta las duras cadenas
con que nos ata el destino
es como un diamante fino
que alumbra mi alma serena.
Lo que puede el sentimiento
no lo ha podido el saber,
ni el más claro proceder
ni el más ancho pensamiento.
Todo lo cambia el momento
cual mago condescendiente,
nos aleja dulcemente
de rencores y violencia:
solo el amor con su ciencia
nos vuelve tan inocentes.
El amor es torbellino
de pureza original;
hasta el feroz animal
susurra su dulce trino,
detiene a los peregrinos,
libera a los prisioneros;
el amor con sus esmeros
al viejo lo vuelve niño
y al malo solo el cariño
lo vuelve puro y sincero.
De par en par la ventana
se abrió como por encanto,
entró el amor con su manto
como una tibia mañana;
al son de su bella diana
hizo brotar el jazmín,
volando cual serafín,
al cielo le puso aretes
y mis años en diecisiete
los convirtió el querubín.
Otro clásico de Violeta Parra, un reverso al Gracias a la Vida, lleno de alegría. Para
Jorge Coulon, músico y fundador de Inti-Illimani, se trata de “la más
bella canción chilena. Volver a los 17 es un texto de increíble
hermosura, con una música simple y sublime que armoniza y no compite con
la gran lírica de Violeta”.
Esta canción ha sido muy versionada y traducida a muchos idiomas. Fue el segundo corte de la cara B del disco "Las últimas composiciones de Violeta Parra" (actual noveno corte) de 1966
La primera versión editada, la realizó su hija Isabel Parra en 1967 y en 1971, Mercedes Sosa realiza su primera versión en solitario y también Inti Illimani. La versión que os propongo es la última de Inti illimani con Joan Manuel Serrat (que también la ha cantado en solitario) de su disco "El canto de todos" del 2017
En 1976, Milton Nascimento realiza una versión con Mercedes Sosa, poco más tarde la graba también Chico Buarque, por compilar un poco os propongo una grabación realizada por los tres junto a Caetano Veloso y Gal Costa en un concierto de 1987
La siguiente versión es también recopilatoria (hay demasiadas buenas versiones), en este caso lo grabó la cantante santiagueña afincada en Madrid, Cristina Narea en su disco del 2010 "Agua", tema en el que colaboran entre otros Luis Eduardo Aute, Carmen París o Javier Ruibal, una mezcla muy curiosa e interesante
El tema lo han cantado Victor Jara, Rosa León, Victor Manuel, Pedro Guerra, Jorge Drexler, Nacho Vegas, Rozalen y un largo ecétera, para ir cerrando y por poner una versión de la familia Parra os dejo con la grabación del concierto realizado en Zurich en 1992 por Angel Parra y Atahualpa Yupanqui
Atahualpa escribió un breve poema para Violeta, que reproduzco y con el que me despido
Violeta
Ya no le cabían en la cabeza
los pájaros azules
así fue que un mediodíade extraña luminosidad
les abrió un trágico orificio
de escapada
y los pájaros azules se fueron
pero le llevaron la vida
No me puedo resistir a poner la versión de
la hija de Violeta, Isabel Parra, junto a Inti Illimani, en su disco
Teoria de Cuerdas, para mí su mejor versión
Esta obra de arte es el 2 ° de una nueva serie titulada “Violeta en el
corazón” sobre Violeta Parra y sus canciones. Este trabajo trata sobre
la canción “Back at diecisiete”. Para este trabajo me apoyé
principalmente en el estribillo: "Está enredado, enredado, como hiedra
en la pared y está brotando, brotando como musgo en piedra como el musgo
en piedra, oh sí, sí, s" ... / ... En 1964, Violeta Parra se convirtió en la primera latinoamericana en mostrar
su trabajo como una exhibición independiente en el museo parisino El
Louvre.
… En un carro de olvido Antes del aclarar De una estación del tiempo Decidido a rodar Run Run se fue pa'l norte No sé cuándo vendrá Vendrá para el cumpleaños De nuestra soledad
… A los tres días carta Con letras de coral Me dice que su viaje Se alarga más y más Se va de Antofagasta Sin dar una señal Y cuenta una aventura Que paso a deletrear Ay, ay, ay, de mí
… Al medio de un gentío Que tuvo que afrontar Un trasbordo por culpa Del último huracán En un puente quebrado Cerca de Vallenar Con una cruz al hombro Run Run debió cruzar
… Run Run siguió su viaje Llegó a Tamarugal Sentado en una piedra Se puso a divagar Que sí, que esto, que lo otro Que nunca, que además Que la vida es mentira Que la muerte es verdad Ay, ay, ay, de mí
… La cosa es que una alforja Se puso a trajinar Sacó papel y tinta Y un recuerdo quizás Sin pena ni alegría Sin gloria ni piedad Sin rabia ni amargura Sin hiel ni libertad
… Vacía como el hueco Del mundo terrenal Run Run mandó su carta Por mandarla no más Run Run se fue pa'l norte Yo me quedé en el sur Al medio hay un abismo Sin música ni luz Ay, ay, ay, de mí
… El calendario afloja Por las ruedas del tren Los números del año Por el filo del riel Más vueltas dan los fierros Más nubes en el mes Más largos son los rieles Más agrio es el después
… Run Run se fue pa'l norte Qué le vamos a hacer Así es la vida entonces Espinas de Israel Amor crucificado Coronas del desdén Los clavos del martirio El vinagre y la hiel Ay, ay, ay, de mí
Hemos oido a la Violeta al charango, con su quebrada voz, cantando este tema melancólico donde relata su historia de amor y desamor con el antropólogo suizo Gilbert Favre. La lectura de algunas de su carta nos da idea de esa relación y su ansia por recuperar su amor que partió hacia el Norte (Bolivia)
Es una de las canciones más versionadas, me ha costado elegir entre ellas, empiezo por una versión instrumental a cargo de la banda de rock chileno, que mezcla el rock progresivo con el folklore, "Los Jaivas" y la grabaron por primera vez en su disco "Obras de Violeta Parra" de 1984 (séptimo corte) disco grabado en París lugar clave en esta historia de la canción chilena. Una gran versión con un sonido de flauta espectacular. El vídeo es un directo en Canadá en 1987
Hay versiones de los hijos de Violeta Isabel y Angel Parra, y también del grupo Inti Illimani, pero he elegido dentro de ese amplio grupo la version de su nieta Javiera Parra que lo ha interpretado en varias ocasiones y distinta compañia, he elegido la última grabación del 2019, del disco "Gracias a Violeta Parra" (segundo corte) junto al cuarteto latinoamericano, aunque el tema se canta en 2017
Acabo con una versión instrumental realizada el 4 de octubre de 2017 en "Le Cour Carrée del Louvre" a instancias de la cantante e instrumentista francesa LEHNA, que es la responsable de la traducción al francés de varias canciones de Violeta Parra.
Maldigo del alto cielo La estrella con su reflejo Maldigo los azulejos Destellos del arroyuelo Maldigo del bajo suelo La piedra con su contorno Maldigo el fuego del horno Porque mi alma está de luto Maldigo los estatutos Del tiempo con sus bochornos Cuánto será mi dolor.
Maldigo la cordillera De los andes y de la costa Maldigo toda angosta Y larga faja de tierra También la paz y la guerra Lo franco y lo veleidoso Maldigo lo perfumoso Porque mi anhelo está muerto Maldigo todo lo cierto Y lo falso con lo dudoso
Cuánto será mi dolor.
Maldigo la primavera Con sus jardines en flor Y del otoño el color Yo lo maldigo de veras A la nube pasajera La maldigo tanto y tanto Porque padezco un quebranto Maldigo el invierno entero Con el verano sincero
Maldigo profano y santo Cuánto será mi dolor.
Maldigo a la solitaria Figura de la bandera Maldigo cualquier emblema La venus y la araucaria El trino de la canaria El cosmo con sus planetas La tierra y todas sus grietas Porque me aqueja un pesar
Maldigo del ancho mar Sus puertos y sus caletas Grande será mi dolor.
Maldigo luna y paisaje Los valles y los desiertos Maldigo muerto por muerto Y al vivo de rey a paje Al ave con su plumaje La maldigo a sangre fría Las auras, las sacristías
Porque me aqueja un dolor Maldigo el vocablo amor Con toda su brujería Cuánto será mi dolor.
Maldigo por fin lo blanco Lo negro con lo amarillo Obispos y monaguillos Ministros y predicantes Yo los maldigo cantando Lo libre y lo prisionero Lo dulce y lo pendenciero Le pongo mi maldición En griego y español Por culpa de un traicionero Cuánto será mi dolor.
Para mi el poema y canción mas desesperanzado de Violeta Parra, un texto de condenas que lo abarca todo, y donde al final del texto aparece el final de su relación con Gilbert Favre, ("por culpa de un traicionero), que aparentemente contribuyó a su decisión de acortar su paso por la Tierra
Disco y canción de derrota, que parece expresar las ideas que en algún momento escribió la propia Violeta (“En mi vida me ha tocado muy seco todo y muy salado, pero así es la
vida exactamente, una pelotera que no la entiende nadie. El invierno se
ha metido en el fondo de mi alma y dudo que en alguna parte haya
primavera; ya no hago nada de nada, ni barrer siquiera. No quiero ver
nada de nada, entonces pongo la cama delante de mi puerta y me voy”)
Una canción que ha sido muy versionada, en gran medida desde Argentina, la primera versión que os propongo, es la realizada por la actriz y cantante Soledad Villamil (que actua en la oscarizada "El Secreto de sus ojos" del 2009), en su disco "Canción de Viaje" del 2012 (tercer corte)
Ls segunda propuesta es una versión chileno argentina, realizada por Pedro Aznar y Manuel García en su disco Abrazo de Hermanos del 2019 (Décimo corte)
Acabo con la versión que más me gusta, es posible que lo de ser paisano altere el juicio, pero es que el asturiano Nacho Vegas, es un músico excepcional, y su disco del 2018 Violéticas, merece cualquier disculpa para hablar de él, un gran disco. Ademas en esta versión lo acompaña Christina Rosenvinge, no se me ocurre nada mejor para acabar
Ya se va para los cielos
ese querido angelito
a rogar por sus abuelos,
por sus padres y hermanitos.
Cuando se muere la carne,
el alma busca su sitio
adentro de una amapola
o dentro de un pajarito.
La tierra lo está esperando
con su corazón abierto,
por eso es que el angelito
parece que está despierto.
Cuando se muere la carne,
el alma busca su centro
en el brillo de una rosa
o de un pececito nuevo.
En una cuna de tierra
lo arrullará una campana,
mientras la lluvia le limpia
su carita en la mañana.
Cuando se muere la carne,
el alma busca su diana
en los misterios del mundo
que le ha abierto su ventana.
Las mariposas alegres,
de ver el bello angelito
alrededor de su cuna,
le caminan despacito.
Cuando se muere la carne,
el alma va derechito
a saludar a la Luna
y de paso al lucerito.
¿Adónde se fue su gracia?
¿Dónde fue su dulzura?
¿Por qué se cae su cuerpo
como la fruta madura?
Cuando se muere la carne,
el alma busca en la altura
la explicación de su vida
cortada con tal premura,
la explicación de su muerte
prisionera en una tumba.
Cuando se muere la carne,
el alma se queda oscura
Pensaba en dedicar esta semana mas a las composiciones de la propia Violeta que a su trabajo como recopiladora de canciones y músicas tradicionales, pero al final he decidido poner otros cuatro temas que aparecen en el último disco de Violeta Parra, "Últimas composiciones" del año 1966, del que ya he hablado de dos de ellos, "Gracias a la vida" y "La cueca de los poetas". Este disco fue reconocido por la revista Rolling Stone como el mejor disco realizado en Chile, y es realmente muy bueno aunque lleno de tristeza premonitoria, donde se plasmaba parte de su desánimo con la vida, como los desamores amorosos, el mundo que la rodeaba o la muerte de su hija Rosita Clara Arce, a los nueve meses, tras un viaje de Violeta a Polonia, URSS y París, dejando la niña al cuidado del padre (Luis Arce) y de su hijo Angel Parra de doce años de edad.
La primera versión la realiza Isabel Parra al año siguiente de su muerte, y la segunda el Grupo Chagual, un grupo de la nueva cancion chilena en su disco de 1968 "Canta a Violeta Parra" con una letra ligeramente diferente
Esta canción conjuga un ritmo de origen escocés, el reel
–que habría llegado a Chile durante el siglo XIX–, con la tradición campesina
del velorio del angelito. La tristeza por la pérdida de un hijo se expresa al modo de la
creencia popular: el amor frente a la vida vence al dolor por la muerte,
entregando una luz de sentido sobre la existencia humana. La tierra,
con sus flores, sus jardines, con sus pajaritos, mariposas y pececitos,
se introduce en el cielo; el cielo, morada del nuevo angelito, se acerca
así a la tierra, brotando un nuevo vínculo al interior de la familia y
una nueva sabiduría para afrontar el futuro, colmada, en el decir de la
propia Violeta, de paciencia, valor, condescendencia y resignación
infinita.
En 1971, Inti Illimani, publica su disco "Autores Chilenos", donde cantan varios temas de Violeta Parra, Victor Jara y otros. Es el cuarto corte de la cara A
Acabo con una de las últimas versiones, el grupo de reggae chileno Gondwana, grabó esta versión en el 2017, con motivo del centésimo nacimiento de Violeta Parra
Vuelta a la poesia tras la llegada del verano al Hemisferio Norte. Esta semana, la propuesta es Violeta Parra, que ademas de poeta era escultora, cantautora, mujer y persona que intentó y logró perseguir su ideal de vida, aunque la propia vida acabó pasándoles factura. Es difícil diferenciar su faceta de poeta con la de compositora de canciones, pero al cabo da igual, lo que realmente le importaba a Violeta era la gente, Comienzo con uno de sus poemas/canciones que más me gustan, un canto de esperanza
La jardinera
Para olvidarme de ti
voy a cultivar la tierra.
En ella espero encontrar
remedio para mi pena.
Aquí plantaré el rosal
de las espinas más gruesas.
Tendré lista la corona
para cuando en mí te mueras.
Para mi tristeza, violeta azul,
clavelina roja pa’ mi pasión,
y, para saber si me corresponde,
deshojo un blanco manzanillón:
si me quiere –mucho, poquito, nada–, tranquilo queda mi corazón.
Creciendo irán poco a poco
los alegres pensamientos.
Cuando ya estén florecidos,
irá lejos tu recuerdo.
De la flor de la amapola
seré su mejor amiga.
La pondré bajo la almohada
para dormirme tranquila.
Cogollo de toronjil,
cuando me aumenten las penas,
las flores de mi jardín
han de ser mis enfermeras.
Y si acaso yo me ausento
antes que tú te arrepientas,
heredarás estas flores:
¡ven a curarte con ellas!
Este poema canción ha sido convertido en cuento e ilustrado en el 2018, (a los 101 años del nacimiento de Violeta) por la joven ilustradora chilena Paloma Valdivia (cuarenta años), no me he podido resitir a incluirlo leido por una profesora del Liceo Francés de Medellín.
La canción se publicó por primera vez en 1954, en un disco de pizarra de 78 RPM, en el sello "Odeon", junto con su hermana Hilda Parra
En cualquier caso en nuestro recuerdo esta canción se ocupa con la voz de Violeta Parra, esa voz tan personal que contribuyó a lanzar su carrera. Os dejo con un audio de su disco recopilatorio de 1994 "El Folklore y la Pasión" que recoge su grabaciones en el sello Odeon de Chile entre 1954 y 1966
Hay varias versiones, de este poema/canción, una de las primeras y más interesantes es la realizada por la madrileña nacida en Lavapies y afincada en Francia en la década de los cincuenta Carmen Requeta (Carmela) a quien un joven Paco Ibáñez acompañaba en sus inicios a la guitarra. Carmela, fué ignorada en España y reconocida en Francia y acabó por lo que sé viviendo en París. Española de la Diáspora, publica en 1973 (aunque sus inicios son flamencos, en un momento de su vida cambia a la canción de autor hispanoamericana) un disco titulado "Canciones de España y América Latina" en el sello "Chant du Monde" junto a Paco Ibáñez. Esta versión era el tercer corte de la cara B. De ella se llegó a escribir que era la Edith Piaf española, su voz bien lo demuestra
En el vídeo se puede leer bastante información de esta cantante. Otras versiones son las realizadas por la familia Parra, Una de ellas es la realizada por Ángel Parra en un disco recopilatorio de 1997. Os dejo con un directo junto a su hija y nieta de Violeta, Javiera Parra de bastante después
Acabo con otra versión más actual la realizada por los vecinos argentinos, Sabalaje Ensamble en su disco del 2018 "Tras la Huella", con la voz de Virginia Blanco y dirigidos por Camilo Reiner, una versión con apuntes de jazz, pero muy hermosa
Qué lindos son los faisanes,
qué lindo es el pavo real;
más lindos son los poemas
de la Gabriela Mistral.
Pablo de Rokha es güeno,
pero Vicente
vale el doble y el triple,
dice la gente.
Dice la gente, sí.
No cabe duda
que el más gallo se llama
Pablo Neruda.
Tras la muerte de su hermana, Violeta Parra, Nicanor Parra cambió la última estrofa por ¡Corre que ya te agarra, Violeta Parra!, inscribiéndola entre los cinco grandes de la poesía chilena, aunque para lograrlo se excluya él mismo de la “competencia”.
La versión anterior se publica por primera vez en el disco Las Últimas Composiciones de Violeta Parra de 1966 (séptimo corte, poco antes de su muerte en febrero de 1967
En el 2017 Angel Parra Orrego (nieto de Violeta Parra, hijo de Angel Parra y hermano de Javiera Parra) graba un disco dedicado a las ultimas composiciones de Violeta Parra, este era el séptimo corte
Acabo con otra versión de este poema con el que continuo con la poesia chilena del último siglo, con laa peculiar figura de los hermanos Parra Uno poeta y antipoeta y otra cantautora y poeta musical, a cargo de una agrupación musical del Centro de Chile cerca de la capital, 13 Trigales
Por las orillas del río, doña Urraca se pasea
con dos hijas de la mano, Blancaflor y Filomena;
el rey moro que lo supo, del camino se volviera,
de palabra se trabaron y de amores le requiebra.
Le pidió la hija mayor, y ella le dio la pequeña
y por no ser descortés se llevó la que la diera.
Se casaron, se velaron, se fueron para su tierra;
nueve meses estuvieron sin venir a ver la suegra.
Al cabo de nueve meses, rey Turquillo vino a verla.
- Bien venido, rey Turquillo; ¿qué noticias traes de mi hija?
- Blancaflor buena quedaba; en días de parir está
y vengo muy encargado que vaya allá Filomena.
- Filomena es muy chiquita para salir de la tierra
pero por ver a su hermana, vaya; vaya enhorabuena.
Montó en una yegua torda y ella en una yegua negra.
Siete leguas anduvieron sin decirse ni palabra,
de las siete pa las ocho, de amores la requiriera.
- Mira que haces, rey Turquillo; mira que el diablo te tienta,
que entre cuñados y hermanos no cabe tan gran afrenta.
Atola de pies y manos, hizo lo que quiso de ella.
Pasó por allí un pastor, de mano de Dios viniera.
- Por Dios te pido, pastor, que me escribas una letra,
una para la mi madre, -nunca ella me pariera-
y otra para la mi hermana -nunca yo la conociera-
Si mucho corrió la carta, mucho más corrió la nueva;
Blancaflor cuando lo supo, con el dolor malpariera.
Y el hijo que malparió, guisolo en una cazuela
para dar al rey Turquillo a la noche cuando vuelva.
- ¿Qué me diste, Blancaflor, qué me diste para cena?
De lo que hay que estamos juntos, nunca tan bien me supiera.
- Sangre fue de tus entrañas, gusto de tu carne mesma;
pero mejor te sabrían los besos de Filomena.
- ¿Quién te lo dijo, traidora? ¿Quién te lo fue a decir, perra?
Con esta espada que traigo, te he de cortar la cabeza.
Madres, las que tienen hijas, que las casen en su tierra,
que yo, para dos que tuve, -la fortuna lo quisiera-
una murió maneada, la otra de amores muriera.
El pasado sábado un amigo me mandó este romance por si
quería escribir sobre él y como es curiosa la historia, más vale tarde que
nunca. He empezado con la versión grabada por Joaquín Díaz en 1973 (Romances
Truculentos), Es un claro ejemplo de romance largo y truculento como el romance
de ciego que os proponía ayer, pero este es un romance muy extendido tanto en
España, como en América y norte de Marruecos, como ejemplo hay recogidas en una
tesis más de cien variantes de este romance en tierras canarias
El origen o la base de este romance es el mito griego
clásico de Progne (o Procne) y Filomena (o Filomela), ambas hijas del Rey de Atenas
Pandion, quien ante la invasión de Labdaco, Rey deTebas pidió auxilio a Tereo
hijo de Ares, en recompensa le dio la mano de una de sus hijas, pero Tereo
volvió al cabo de los años para llevarse a su cuñada, forzarla y encerrarla,
Filomela hizo un tapiz para su hermana y esta mató a su hijo y se lo sirvió de
comer a Tereo, para evitar su venganza ambas hermanas se transforman en pájaros
(un gorrión y un ruiseñor) mientras Tereo las persigue transformado en Abubillla
Este mito aparece repetidas veces en la literatura hispana
(Alfonso X, Lope de Vega) pero curiosamente en el romance se cambian algunas
partes de la historia, excepto en alguna versión se trata de una madre y dos
hijas, y el engaño del marido infiel se comunica de una forma no claramente
verbal dando constancia de la mayor sensibilidad femenina para la comunicación
y aportando una serie de conclusiones que reafirman lo contado en el romance.
Si tenéis curiosidad y tiempo os recomiendo leer el artículo de Beatriz Gómez Acuña
(https://parnaseo.uv.es/lemir/revista/revista6/BlancaflorFilomena.htm)
Volviendo al aspecto musical de lasversiones grabadas en disco en España, he eligido
la realizada por otro musicólogo pucelano, Eliseo Parra que la recoge en su
libro de 2001 “Los judíos en Aragón” y así suena en el disco que lo acompaña
Allende los mares, el romance se extiende desde México a
Chile, quizá la versión mas conocida sea la de Violeta Parra que la graba en su
disco de 1994 “El folklore y la pasión”
Hay muchas versiones grabadas que recogen la tradición
oral, por eso de la patria chica os dejo con una versión recogida en Ambás,
Salcéu, concejo de Grado y cantada por la nonagenaria Fina de casa Belarma
Sirva esto de agradecimiento a las personas que se
empeñan en mantener viva la cultura “oral” despreciada ya por los más cultos en
el Renacimiento y ahogada ahora en un mundo donde impera la tecnología, pero si
volvemos a tener que calentarnos al amor de la lumbre esa cultura nos haría
mucha falta, y en cualquier caso no deberíamos desprendernos de ella ni dejar que
caiga en el olvido