Dulce
esperanza mía,
que rompiendo imposibles y malezas
sigues firme la vía
que tú mesma te finges y aderezas:
no te desmaye el verte
a cada paso junto al de tu muerte
No alcanzan perezosos
honrados triunfos ni vitoria alguna,
ni pueden ser dichosos
los que, no contrastando a la fortuna,
entregan desvalidos
al ocio blando todos los sentidos.
Que amor sus glorias venda
caras, es gran razón y es trato justo,
pues no hay más rica prenda
que la que se quilata por su gusto,
y es cosa manifiesta
que no es de estima lo que poco cuesta.
Amorosas porfías
tal vez alcanzan imposibles cosas;
y, ansí, aunque con las mías
sigo de amor las más dificultosas,
no por eso recelo
de no alcanzar desde la tierra el cielo.
que rompiendo imposibles y malezas
sigues firme la vía
que tú mesma te finges y aderezas:
no te desmaye el verte
a cada paso junto al de tu muerte
No alcanzan perezosos
honrados triunfos ni vitoria alguna,
ni pueden ser dichosos
los que, no contrastando a la fortuna,
entregan desvalidos
al ocio blando todos los sentidos.
Que amor sus glorias venda
caras, es gran razón y es trato justo,
pues no hay más rica prenda
que la que se quilata por su gusto,
y es cosa manifiesta
que no es de estima lo que poco cuesta.
Amorosas porfías
tal vez alcanzan imposibles cosas;
y, ansí, aunque con las mías
sigo de amor las más dificultosas,
no por eso recelo
de no alcanzar desde la tierra el cielo.
Miguel
de Cervantes Saavedra. Don Quijote Capítulo 43. 1605
Seguimos
donde ayer lo dejamos, tan solo unos cuántos párrafos para oír a Don Luis, disfrazado de mozo de mulas,
seguir cantando a su amada.
La
versión propuesta es la de Eliseo Parra, otro vallisoletano ilustre, que en el
2004 publicó un disco titulado “EL QUIJOTE. Romances, Canciones y Danzas” (el octavo
de los doce cortes grabados).
La
siguiente versión es de nuevo la del Grupo Espliego de su disco de 2005 “Nunca
fuera caballero”, con la voz de Pedro Chaparro
Y
para ir cerrando pronto y pasar en parte al segundo libro de la obra
cervantina, que incumple el dicho de “segundas partes nunca fueron buenas”. Una propuesta es trasladarnos a un episodio de fama merecida “Las Bodas de Camacho” o las bodas
del rico Camacho y la bella Quiteria
Esta es la banda musical que creó el grupo
Espliego en su disco, para la celebración de este evento que debió ocurrir en
tierras manchegas entre Ciudad Real y Albacet.
Como recordaréis las bodas no llegaron a celebrarse, ya que Basilio, un
joven pobre, enamorado de Quiteria (la novia que va a casarse), finge su muerte clavándose
una espada. En sus aparentes últimas horas pide casarse con Quiteria, a lo que ésta
accede. Cuando se casan, y cercano a la muerte, Basilio de pronto se cura. No
es un milagro, sino una trampa que realiza para conseguir su amor. Cuando
Camacho y los suyos pretenden enfrentarse a éste, Don Quijote media con valor y
convence a los engañados a huir. Los nuevos pretendientes celebran su fiesta en
la aldea de Basilio y Don Quijote es invitado por su valor. El episodio es muy
representado en la música, y ya que creo que no se puede contar tanto del
Quijote en una semana, aprovecho para recordar la ópera del alemán Mendelssohn
titulada "Die Hochzeit des Camacho", y acabar con dos piezas cortas
de la misma: un bolero y un fandango
Cervantes y Don
Quijote han sido nuestros mejores embajadores. Aquí seguimos sin darles la importancia que merecen. Casi
viernes, al fin