Cantábile para cuerda enamorada
Versículo 1
VEN, PERO VEN SIN PALABRAS
amigo de la tarde,
como un arcángel nuevo
que taladra la frente.
Ven sin surco y sin poma,
con una cicatriz
de luz entre los ojos.
Versículo 2
VEN AMIGO, YA TENGO
los ojos estrenados,
restregados por toda
la yerba primeriza.
Ven amigo, hay un canto
felino y sugerente
que sube por la savia
de la luz entreabierta.
Versículo 3
VEN, Y,
orémonos desnudos
porque ha llegado el tiempo
de abandonar los cánones,
de sentirnos de pronto
como exiliados dioses
que un día, desertaron
de aquella enmohecida
babel de la palabra.
Rosa Díaz: Cantábile para cuerda enamorada (1983)
Rosa Díaz es una poeta sevillana nacida en 1946, autora de numerosos libros de poesía (unos veinte) para adultos y niños, narrativa, artículos periodísticos, además de realización de ensayos, biografías y un largo ecétera. Publicó su primer libro en 1980 (“La célula infinita) y desde entonces sigue trabajando. Poco reconocida más allá de su Andalucía natal (“En Sevilla hay mucho poetas y pocos editores”, contestaba Rosa en una entrevista al diario ABC), hace once años, otra superviviente, en este caso del mundo de la música Angela Muro Riojana, pero afincada en Granada, grabó esta preciosa versión suya que se publicó en el libro-disco “Trovadores de Silencios” del que hablamos el 21 de junio pasado (https://fonocopiando.blogspot.com/2021/06/jaime-siles-himno-venus-cantado-por.html)
Por desgracia no conozco más poemas musicados de esta autora, pero he seleccionado otros dos poemas, el primero de su siguiente libro Casacripta de 1985
Había que conjurar a la belleza…
Había que conjurar a la belleza,
traerla entre loso posos, era preciso.
Había que traerla a un círculo de sombra
con tres gotas de sol y un novilunio.
Y allí, en el núcleo del miedo,
todas las cabelleras y los oscuros ojos
con la rama de áloe,
-nueve días de cera-
-nueve días de aceite-
un grano de distancia mancillada de risa
y en medio, su mirada dardeando mi carne,
y aquella exacta mirra del borde de su aliento.
Rosa Díaz Casacripta (1985)
Y el siguiente un poema infantil de su libro “La cesta de Julieta”
El apio feliz
Su madre lo duerme,
después lo despierta,
le pone el perfume
del agua y la tierra.
Le enseña las manos
y los escaldillos,
la tarde del campo
y el sol amarillo.
Le dice que existe
el queso y la miel
y una tela blanca
llamada mantel.
Y que se haga amigo
de un tal Roquefort,
porque es blando y tiene
muy buen corazón.
Rosa Díaz “La cesta de Julieta” 2004
Acabo con música de Angela Muro, con uno de sus últimos trabajos publicados en su canal de you.tube “De la Zubia soy”, que no puedo por menos que dedicar como si estuviéramos en un antiguo programa radiofónico de los de antes a mis amigos de esa bella localidad
Os recomiendo una visita a las paginas web de las dos artistas de hoy
Buen martes