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12 de junio de 2020

Amor, cuando yo pienso. Epitafio Cervantes Don Quijote 5/7. Poemas y Canciones



  Amor, cuando yo pienso
en el mal que me das terrible y fuerte,
voy corriendo a la muerte,
pensando así acabar mi mal inmenso;
    mas en llegando al paso
que es puerto en este mar de mi tormento,
tanta alegría siento,
que la vida se esfuerza, y no le paso.
    Así el vivir me mata,
que la muerte me torna a dar la vida.
¡Oh condición no oída
la que conmigo muerte y vida trata!

Miguel de Cervantes Saavedra. Don Quijote Segunda parte. Capítulo LXVIII. 1605


Con estos versos Don Quijote recuerda a su amada Dulcinea iniciado ya el camino a casa tras la renuncia a las armas.
La versión de Jordi Savall recuerda la melancolía inmensa de nuestro personaje
 Y la siguiente versión es la cantada por Joaquín Díaz con Espliego, en el disco “Nunca fuera caballero”.


Todo acaba, también los libros y la vida de Don Quijote. Este fue su epitafio:
  “Yace aquí el hidalgo fuerte
que a tanto extremo llegó
de valiente, que se advierte
que la muerte no triunfó
de su vida con su muerte.
   Tuvo a todo el mundo en poco,
fue el espantajo y el coco
del mundo, en tal coyuntura,
que acreditó su ventura
morir cuerdo y vivir loco”


Cuantos poemas, cuantas canciones en recuerdo del caballero de la Triste Figura, el poema más bonito sin duda el de León Felipe “Vencidos”, esta era su voz.


Y esta la versión del disco “Mediterráneo” De Joan Manuel Serrat, con la que acabo


Mañana más música con  Don Quijote

11 de junio de 2020

Dulce esperanza mía. Cervantes Don Quijote 4/7 Eliseo Parra y mas versiones

 

 Dulce esperanza mía,
que rompiendo imposibles y malezas
sigues firme la vía
que tú mesma te finges y aderezas:
no te desmaye el verte
a cada paso junto al de tu muerte
    No alcanzan perezosos
honrados triunfos ni vitoria alguna,
ni pueden ser dichosos
los que, no contrastando a la fortuna,
entregan desvalidos
al ocio blando todos los sentidos.
    Que amor sus glorias venda
caras, es gran razón y es trato justo,
pues no hay más rica prenda
que la que se quilata por su gusto,
y es cosa manifiesta
que no es de estima lo que poco cuesta.
    Amorosas porfías
tal vez alcanzan imposibles cosas;
y, ansí, aunque con las mías
sigo de amor las más dificultosas,
no por eso recelo
de no alcanzar desde la tierra el cielo.  
Miguel de Cervantes Saavedra. Don Quijote Capítulo 43. 1605


Seguimos donde ayer lo dejamos, tan solo unos cuántos párrafos para oír a Don Luis, disfrazado de mozo de mulas, seguir cantando a su amada.
La versión propuesta es la de Eliseo Parra, otro vallisoletano ilustre, que en el 2004 publicó un disco titulado “EL QUIJOTE. Romances, Canciones y Danzas” (el octavo de los doce cortes grabados).
La siguiente versión es de nuevo la del Grupo Espliego de su disco de 2005 “Nunca fuera caballero”, con la voz de Pedro Chaparro


Y para ir cerrando pronto y pasar en parte al segundo libro de la obra cervantina, que incumple el dicho de “segundas partes nunca fueron buenas”. Una propuesta es trasladarnos a un episodio de fama merecida “Las Bodas de Camacho” o las bodas del rico Camacho y la bella Quiteria
 Esta es la banda musical que creó el grupo Espliego en su disco, para la celebración de este evento que debió ocurrir en tierras manchegas entre Ciudad Real y Albacet.


Como recordaréis las bodas no llegaron a celebrarse, ya que  Basilio, un joven pobre, enamorado de Quiteria (la novia que va a casarse),  finge su muerte clavándose una espada. En sus aparentes últimas horas pide casarse con Quiteria, a lo que ésta accede. Cuando se casan, y cercano a la muerte, Basilio de pronto se cura. No es un milagro, sino una trampa que realiza para conseguir su amor. Cuando Camacho y los suyos pretenden enfrentarse a éste, Don Quijote media con valor y convence a los engañados a huir. Los nuevos pretendientes celebran su fiesta en la aldea de Basilio y Don Quijote es invitado por su valor. El episodio es muy representado en la música, y ya que creo que no se puede contar tanto del Quijote en una semana, aprovecho para recordar la ópera del alemán Mendelssohn titulada "Die Hochzeit des Camacho", y acabar con dos piezas cortas de la misma: un bolero y un fandango


Cervantes y Don Quijote han sido nuestros mejores embajadores. Aquí seguimos sin darles la importancia que merecen. Casi viernes, al fin

10 de junio de 2020

Marinero soy de amor. Cervantes Don Quijote 3/7. Irene Atienza y mas versiones


      Marinero soy de amor
y en su piélago profundo
navego sin esperanza
de llegar a puerto alguno.
    Siguiendo voy a una estrella
que desde lejos descubro,
más bella y resplandeciente
que cuantas vio Palinuro.
    Yo no sé adónde me guía
y, así, navego confuso,
el alma a mirarla atenta,
cuidadosa y con descuido.
    Recatos impertinentes,
honestidad contra el uso,
son nubes que me la encubren
cuando más verla procuro.
    ¡Oh clara y luciente estrella
en cuya lumbre me apuro
Al punto que te me encubras,
será de mi muerte el punto.


Miguel de Cervantes Saavedra. Don Quijote Capítulo 43. 1605


Camino de su aldea y acompañado del cura y el barbero, don Quijote se detiene en una venta. Allí es testigo de otra historia de amor. Don Luis, enamorado de Clara le canta a ésta la canción "Marinero soy de amor".
La primera versión que os propongo podría ser la que se oía en el Quijote, interpretada por el cuarteto de Urueña (preciosa villa), en la Iglesia de la Anunciación con una melodía del rapsoda local (Joaquín Díaz) con arreglos y dirección de César Carazo y Luis Delgado.
Esta bella tonada tiene muchas versiones, por lo que es obligado elegir. La próxima que os propongo es la realizada por Ferran Savall, hijo de Jordi Savall y Montserrat Figueras en el disco citado estos días


La siguiente, la del grupo Espliego, cantada por Pedro Chaparro,  muy del Siglo de Oro


Acabo con la versión de la santanderina Irene Atienza que lo canta en la presentación de su disco “Salitre”, del 2018, seguido del primer tema del disco compuesto por ella “Del mismo mar”. Una voz fantástica para seguir


Todos los mares son el mismo mar. Buen miércoles