Cuánto trabajo ella pasa
por corregir la torpeza
de su esposo, y en la casa,
(permitidme que me asombre)
tan inepto como fatuo
sigue él siendo la cabeza,
porque es hombre.
Si alguna versos escribe
-“De alguno esos versos son
que ella sólo los suscribe”;
(permitidme que me asombre)
Si ese alguno no es poeta
¿por qué tal suposición?
-Porque es hombre.
Una mujer superior
en elecciones no vota,
y vota el pillo peor;
(permitidme que me asombre)
con sólo saber firmar
puede votar un idiota,
porque es hombre.
Él se abate y bebe o juega
en un revés de la suerte;
ella sufre, lucha y ruega;
(Permitidme que me asombre).
Ella se llama “ser débil”,
y él se apellida “ser fuerte”
porque es hombre.
Ella debe perdonar
si su esposo le es infiel;
mas, él se puede vengar;
(permitidme que me asombre)
en un caso semejante
hasta puede matar él,
porque es hombre.
¡Oh, mortal!
¡Oh mortal privilegiado,
que de perfecto y cabal
gozas seguro renombre!
para ello ¿qué te ha bastado?
Nacer hombre.
Adela Zamudio boliviana nacida en 1854 es una interesantísima poeta y narradora neoromántica hoy menos conocida y leída -salvo en su país- de lo que ciertamente merece. Pionera del feminismo, activista social, algunos expertos creen que tendría que disfrutar en la historia de las letras en nuestro idioma un lugar similar al de Gabriela Mistral o de Juana de Ibarbourou, a las que se adelantó en el tiempo y en algunos de sus temas poéticos.
Pese a que apenas pudo recibir enseñanza reglada, porque las leyes de su país lo impedían para las mujeres en su tiempo (solo pudo estudiar hasta tercero de primaria), fue una autodidacta y lectora tan intensa que acabó de profesora y de impulsora de diversas instituciones docentes, entre ellas una academia de pintura en 1901 y un Liceo de Señoritas en 1916
No solo escribió poemas sino cuentos y artículos, colaborando en el Heraldo de Cochabamba, su ciudad natal. Las firmaba con el seudónimo de Soledad, y sola y soltera adrede vivió toda su vida. Muchos de aquellos textos denunciaban la discriminación de la mujer y divulgaban ideas progresistas y revolucionarias que caían como aldabonazos en la sociedad conservadora boliviana de la época, que la ignoraba, esquinaba o combatía. Al final de su vida, sin embargo, recibió reconocimientos oficiales, y medio siglo después de su muerte, que llegó a los 73 años en 1928, en el año 1980 la presidenta boliviana Lidia Gueiler Tejada decretó que cada año se celebrara en Bolivia el Día de la Mujer el 11 de octubre, fecha del nacimiento de Adela Zamudio.
Os dejo con la versión musicada de este poema realizado por Mabel Lema en su disco “Por Siempre ellas” de 2020
Como os comentaba entre su producción quedan muchos cuentos, que merecería la pena recordar, he recogido un pequeño cuento, que desgraciadamente sigue en vigor “La razón y la fuerza”
En la tumba dde Adela Zamudio, figura un epitafio que dejó escrito ella misma, un cuarteto en endecasílabos en que cuenta mucho de sí misma
“Vuelo a morar en ignorada estrella,
libre ya del suplicio de la vida,
allá os espero; hasta seguir mi huella
lloradme ausente, pero no perdida”.
Buen domingo
5 junio 2024 Reviso esta entrada y añado dos cosas:
1 La versión cantada por un navarro de Tudela, afincado en Alicante durante muchos año, Txus Amat
https://youtu.be/28xrO1POOGc
2 Sin duda, muchos habréis recordado leyendo este poema a Sor Juana Inés de la Cruz. Os dejo este poema de la mejicana, cantado por Juan Valderrama: Hombres necios
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