Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Señora, Amor es violento,
y cuando nos transfigura
nos enciende el pensamiento
la locura.
No pidas paz a mis brazos
que a los tuyos tienen presos:
son de guerra mis abrazos
y son de incendio mis besos;
y sería vano intento
el tornar mi mente obscura
si me enciende el pensamiento
la locura.
Clara está la mente mía
de llamas de amor, señora,
como la tienda del día
o el palacio de la aurora.
Y el perfume de tu ungüento
te persigue mi ventura,
y me enciende el pensamiento
la locura.
Mi gozo tu paladar
rico panal conceptúa,
como en el santo Cantar:
Mel et lac sub lingua tua.
La delicia de tu aliento
en tan fino vaso apura,
y me enciende el pensamiento
la locura.
Cuarto poema de Prosas Profanas para acabar la semana, es uno de los siete poemas que componen el apartado "Dezires, layes y canciones". Si alguno temía que este jueves os pusiera "Los centauros", no ha sido así, un poema largo de cuando en cuando está bien pero no hay que abusar. En el año 2000, se publica un disco conjunto titulado "Tributo a Ruben Dario" donde varios autores ponen música y cantan sus poemas. El disco comienza con esta versión de Bunbury
La última versión es un vídeo subido a internet poe el grupo Ciervo Azul, del que no tengo más información, excepto su adhesión al canal de musica independiente Motif Música. La versión me gusta bastante
Pero la última versión es la realizada por Javier Díaz (Javi Nervio) y su banda, que desde Córdoba, sacan el disco Nervio canta a los grandes poemas, que incluye esta versión con un vídeo en un directo de septiembre de 2022
El mar como un vasto cristal azogado
refleja la lámina de un cielo de zinc;
lejanas bandadas de pájaros manchan
el fondo bruñido de pálido gris.
El sol como un vidrio redondo y opaco
con paso de enfermo camina al cenit;
el viento marino descansa en la sombra
teniendo de almohada su negro clarín.
Las ondas que mueven su vientre de plomo
debajo del muelle parecen gemir.
Sentado en un cable, fumando su pipa,
está un marinero pensando en las playas
de un vago, lejano, brumoso país.
Es viejo ese lobo. Tostaron su cara
los rayos de fuego del sol del Brasil;
los recios tifones del mar de la China
le han visto bebiendo su frasco de gin.
La espuma impregnada de yodo y salitre
ha tiempo conoce su roja nariz,
sus crespos cabellos, sus bíceps de atleta,
su gorra de lona, su blusa de dril.
En medio del humo que forma el tabaco
ve el viejo el lejano, brumoso país,
adonde una tarde caliente y dorada
tendidas las velas partió el bergantín…
La siesta del trópico. El lobo se aduerme.
Ya todo lo envuelve la gama del gris.
Parece que un suave y enorme esfumino
del curvo horizonte borrara el confín.
La siesta del trópico. La vieja cigarra
ensaya su ronca guitarra senil,
y el grillo preludia un solo monótono
en la única cuerda que está en su violín
Sinfonía en gris mayor está dentro del grupo de poemas Varia. De nuevo es un poema inspirado en el Mar, un poema donde la nostalgia se envuelve con las gamas del gris, y donde las esperanzas se llenan de humo gris mientras suena la música, que da nombre al poema. En el disco Ruben Dario para cantar del que hablaba el lunes, "Dario Nuestro" (2016; octavo y penúltimo corte) aparece este poema musicado por Juan Luis Dammert y cantado por Piero Bustos
El nicaraguense Richard Loza, le puso música, para ser emitido por la televisión de Nicaragua, sobre el año 2017, una preciosa musicalización del poema
¿Recuerdas que querías ser una Margarita
Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está,
cuando cenamos juntos, en la primera cita,
en una noche alegre que nunca volverá.
Tus labios escarlatas de púrpura maldita
sorbían el champaña del fino baccarat;
tus dedos deshojaban la blanca margarita,
«Sí... no... sí... no...» ¡y sabías que te adoraba ya!
Después, ¡oh flor de Histeria! llorabas y reías;
tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca yo;
tus risas, tus fragancias, tus quejas, eran mías.
Y en una tarde triste de los más dulces días,
la Muerte, la celosa, por ver si me querías,
¡como a una margarita de amor, te deshojó!
La muerte del ser amado vuelve a estar presente en la poesía, y que otra cosa, sino el amor, la muerte y la vida merecen ser recreados en nuestras plegarias. Es el décimo cuarto poema del libro, y en el 2010,
fue grabado para el disco "La palabra en el Tiempo" (tercera pista), por Paula Chantada con música de Santiago Gómez-Valverde. En
el siguiente vídeo la podemos oír en un directo en la sede de la SGAE de
Madrid
Creo que es obvio, pero en las búsquedas e incluso en alguna base de datos, hay algún error, no hay que confundir esta Margarita, amada, con la Margarita Debayle, a la que normalmente asociamos el nombre de Rubén Dario. Esta última era una niña, y a pesar de los amorios variados que tuvo Ruben Darío, no parece que fuera el caso. Bromas aparte os dejo con la entrada de hace algo mas de dos años, donde os hablaba de ese poema, que es tan lindo que nunca está de mas recordar
El gran amor de Rubén Dario, por lo menos fue el mas largo, aunque acabaron separandose, fue con una madrileña, llamada Francisca Sánchez, hija de un jardinero del Retiro, Se fué con ella a París y se casaron por lo civil (ya que Rubén Dario seguia casado con su segunda mujer) y allí vivieron varios años. Tras morir Ruben Dario Francisca se casó con José Villacastín, que logró recuperar gran parte de la obra de Rubén Dario, y que luego donó al Estado Español, este hombre era el abuelo de Rosa Villacastín, que lo ha contado en la tele en alguna ocasión, y así mezclamos un poco de prensa rosa con música y poesía que todo es necesario en la vida
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
-«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».
Rubén Darío. Prosas Profanas y otros poemas (1896)
De Machado a Rubén Darío, aunque debería haber sido al revés ya que Machado conoció a Rubén Darío en 1902, un año después de que publicara este libro como lo conocemos hoy en día en Paría. En 1896 lo había publicado en Buenos Aires y el libro constaba de 33 poemas, tres menos que la edición posterior y con el título de Poemas Liminares, en vez del de Prosas Profanas
Prosas Profanas es un libro muy interesante, el libro con el que alcanzó la fama tras el famoso Azul, y publicado el mismo año que Los Raros, un interesante libro en Prosa donde Rubén Darío habla de sus preferencias literarias
Sonatina es el tercer poema del libro, un libro donde se mezcla lo fantastico, princesas y magia con el amor mas romántico y el amor más erótico, así como referencias mitológicas varias, Al final os dejaré la referencia de la página de la Cervantes Virtual donde se puede consultar o descargar un facsimil de la edición de 1915, con una interesante introducción y un breve prólogo de Ruben Dario
El uruguayo Hector Numa Moraes lo musica y canta de forma íntegra en su disco de 1982, Nunca Volverá el pasado, Nuño Moraes canta a Nicaragua, pero los vídeos que he encontrado son del disco íntegro y con no muy buena calidad, por lo que os propongo escuchar la versión de la peruana Patricia Saravia, en el disco "Dario Nuestro" donde el peruano Juan Luis Dammet, en el año 2016 pone musica a nueve poemas de Ruben Dario. Solo he encontrado el vídeo del disco íntegro pero este poema es el del comienzo del disco
Acabo con una curiosidad al igual que hace un par de semanas. AL parecer Joaquín Sabina tenía en mente este poema al escribir su conocida canción "Princesa". En la web de Poemas,uned,es, escriben: "Sabina relaciona intertextualmente la historia de su princesa,
atormentada por las drogas en los años 80 de Madrid, con la triste
princesa de la «Sonatina» de Rubén Darío. Darío, al comienzo del poema,
dice de su princesa que: «Los suspiros se escapan de su boca de fresa».
Para Sabina, la mujer protagonista de su canción, antes de arruinarse la
vida con la heroína, era: «la princesa / de la boca de fresa».
Asi sonaba esta canción en 1986, poco despues de publicarla en su disco "Juez y Parte".
El miércoles falleció Gina Lollobrigida, una hermosa e interesante mujer, que además de actriz, era una buena dibujante, pintora, escultora, fotógrafa y cantante, pero la Guerra y el azar le cambió sus prioridades. Cuando después de la Segunda Guerra Mundial, su casa quedó destrozada por un bombardeo aliado, su familia se trasladó a Roma en 1945, pero a pesar de que intentó mejorar su dibujo y su voz, el destino le llevó por la senda del cine, llegando pronto a Estados Unidos donde triunfó.
Para recordar su voz, he elegido una película que no es de las más conocidas de la actriz ("La donna piu bella del mondo"), pero en la que interpretando a Lina Cavalieri, desde sus inicios en el music-hall hasta la ópera Gina, canta una serie de temas diferentes siempre con su voz, que como comprobareis era bastante buena. Empiezo con el final de la banda sonora, su interpretación del area Vissi d'Arte de Tosca de Verdi, evidentemente no es la Callas, pero suena muy bien
Es cierto que junto a Vittorio Gassman de principe Sergei, un principe ruso enamorado, parece más fácil triunfar, Otro tema de la película es esta canción francesa de 1900, "Pourquois ne pas m’aimer?" con ritmo de vals
La tercera muestra de la banda sonora es un tema titulado "La Spagnola", algo posterior de 1906 de Vicenzo de Chiara, un bolero napolitano, que canta magistralmente Gina varios años más tarde. El video tiene subtítulos en inglés pero creo que se entiende
Dada mi pasión por la música de Cole Porter, al que tengo abandonado hace tiempo, no puedo evitar el despedirme con esta peculiar versión de Gina, de "C'est Magnifique" que mezcla con C'est si Bon, de Henri Betti, la primera de 1953 y la segunda de 1947, en una mezcla de 1973, donde aprovecho los aplauso finales del video para despedir a Gina
De nuevo viernes y como ayer os hablaba de un romance "culto" para compensar hoy os hablo de una canción popular, y aprovecho para compartir parte de mis regalos de los Magos, en este caso el último disco de Rozalén, Matriz, puesto a la venta hace un par de meses y del que no he hablado antes, porque han surgido otros temas, Son veintiun canciones, (quince largos y seis interludios) donde graba temas de toda la geografía hispana, acompañada por grandes y buenos músicos. La canción de hoy es la pista décimo novena y la canta junto a Eliseo Parra
Tanto vestido blanco, tanta parola Y el puchero a la lumbre con agua sola El puchero está roto, tiene una raja Y por ahí se salen las calabazas
Arrión, detente ladrón, si vas a la Italia ¿Dónde vas amor mío que yo no vaya?
Tengo las calabazas puestas al humo Al primero que llegue se las emplumo En un cubo de agua se mira el necio Por no tener un chavo para un espejo
Arrión, detente ladrón, si vas a Valencia ¿Dónde vas amor mío sin mi presencia?
Tanto reloj de oro, tanta cadena Luego van a su casa y no tienen cena Tanto coche de lujo tanto, tanto boato Y llegas a su casa y no tienen plato
Arrión, detente ladrón, si vas a la Italia ¿Dónde vas amor mío que yo no vaya?
Llevan los señoritos en el zapato Un letrero que dice "no tengo un cuarto" Llevan las señoritas en el vestido Un letrero que dice "busco marido"
Arrión, detente ladrón, si vas a Valencia ¿Dónde vas amor mío sin mi presencia?
Si la conoceis, la letra como en casi todas las tonadas populares puede variar ligeramente, al igual que el nombre. Su origen no es claro, pero parece que está recogida a finales del siglo XIX en Andalucia, aunque su extensión es más amplia. Eso parece claro, ya que la introducción de la tonada, se recoge en la Zarzuela estrenada en 1897 "Agua,azucarillo y aguardiente" del gran maestro Federico Chueca, así suena al inicio del coro de las niñeras. Solo al inicio, aunque es difícil dejar de escuchar esta música
Otro maestro, el gran Joaquin Díaz la recogió y la grabó por primera vez en su disco "De la picaresca tradicional" de 1970. La letra varia un poco, pero la idea de la burla de los pretenciosos queda clara
Hay versiones para niños y también se cantan en América, una versión de este tipo es la que grabó María Dolores Pradera, en su disco "Reverdecer" (cuarto corte) de 1986, aunque el inicio difiere un poco, la versión es bastante similar
La tonada y la música se utilizaron durante la Guerra Civil, fenómeno que se dió en ambos bandos, aunque fué mucho más frecuente en la zona republicana (Cabo de Palos, Que será,...) pero prefiero acabar con algo en positivo. Esta canción parece permanecer sobre todo en la zona occidental, hay versiones de tierras leonesas y salmantinas, La versión con la que acabo es la que realiza el músico y acordeonista Raúl Díaz de Dios, que la grabó en su primer disco de 2015 "El fuelle del Charro",. Dedicarse al folk y tocar el acordeón es algo natural y siempre bien
recibido en lugares como el País Vasco, pero no es tan fácil si eres de
Salamanca y pretendes reinterpretar los ritmos de las tierras
castellanas, aún así es un placer escucharle