Amor constante, más allá de la muerte
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido:
su cuerpo dejará no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
Francisco de Quevedo: El Parnaso español, monte en dos cumbres dividido con las nueve musas castellanas (1648)
Continúo con otro soneto de Francisco de Quevedo, soneto que para Dámaso Alonso era "el más perfecto poema de amor escrito en lengua castellana"
Los sonetos de Quevedo tratan de las cosas principales de la vida, que luego resumiría Miguel Hernández como su tres heridas: Amor, Muerte y Vida
Vicente Monera le puso música en el 2008, una gran versión
Un año antes, lo había grabado Ángel Corpa, quien lo incluyó en su disco Cansonetos del 2007 (octava pista), realizado con la Orquesta de Cámara de RTVE. Se puede escuchar en Spotify y Soundcloud
https://soundcloud.com/acorpamartinez/cerrar-podr-mis-ojos
Finalizo con otra versión declamada, de las muchas y muy buenas que existen, he escogido la de Rafael Álvarez "El Brujo", porque la he podido ver en directo hace unos meses y este hombre es genial encima de las tablas
Buen miércoles
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