Por tu pie, la blancura más bailable,
donde cesa en diez partes tu hermosura,
una paloma sube a tu cintura,
baja a la tierra un nardo interminable.
Con tu pie vas poniendo lo admirable
del nácar en ridícula estrechura,
y donde va tu pie va la blancura,
perro sembrado de jazmín calzable.
A tu pie, tan espuma como playa,
arena y mar me arrimo y desarrimo
y al redil de su planta entrar procuro.
Entro y dejo que el alma se me vaya
por la voz amorosa del racimo:
pisa mi corazón que ya es maduro.
Miguel Hernández. El rayo que no cesa (poema 8) 1936
Ya que ayer hablaba de *Maruja Mallo*, hoy, un soneto dedicado seguramente a ella, como gran parte de los poemas de ese libro de *Miguel Hernández. Luis Pastor* le puso música y *Jarcha* lo incluyó en su CD dedicado a Miguel Hernández, pero no lo he encontrado en Youtube, por lo que os dejo con una versión de Luis Pastor en Jarkov, mucho antes de que la guerra llegase
Buen lunes
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