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28 de noviembre de 2024
Pequeño canto para bien parir, poema de Joaquín Pasos, musicado por Javier Alonso
27 de noviembre de 2024
Epitafio para Joaquin Pasos, poema de Ernesto Cardenal, musicado por Joan Manuel Serrat
Epitafio para Joaquín Pasos
Aquí pasaba a pie por estas calles, sin empleo ni puesto,
y sin un peso.
Sólo poetas, putas y picados conocieron sus versos.
Nunca estuvo en el extranjero.
Estuvo preso.
Ahora está muerto.
No tiene ningún monumento.
Pero
recordadle cuando tengáis puentes de concreto,
grandes turbinas, tractores, plateados graneros,
buenos gobiernos.
Porque él purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo
en el que un día se escribirán los tratados de comercio,
la Constitución, las cartas de amor, y los decretos.
Ernesto Cardenal
En 1962, Ernesto Cardenal publicó una nueva antología de los poemas de su paisano Joaquín Pasos Argüello, muerto en 1942, a los 35 años, y que a pesar de ser un referente en la poesía nicaragüense, no llegó a publicar ningún libro en vida, bajo el título de Poemas de un joven. Sus poemas fueron agrupados de acuerdo al plan que el mismo Joaquín había diseñado: Poemas de un joven que no ha viajado nunca (que incluía poemas sobre países que nunca visitó); Poemas de un joven que no ha amado nunca (que incluía su poesía amorosa); Poemas de un joven que no sabe inglés (que incluía sus poemas en esa lengua, que aprendió sin maestro desde niño); y además, Misterio indio (sus poemas de temática indígena)
En 1975, Joan Manuel Serrat puso música a ese poema, en su disco "Para piel de manzana", era el tema que cerraba el disco. Mañana os contaré algo más de este poeta
Buen miércoles
26 de noviembre de 2024
Bienaventurado el hombre, poema de Ernesto Cardenal, musicado por Inés Fonseca
Bienaventurado el hombre
Salmo 1
Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido
ni asiste a sus mítines
ni se sienta en la mesa de los gangsters
ni con los Generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans
Será como un árbol plantado junto a una fuente
Ernesto Cardenal: Salmos (1964)
Este es el primer poema de su libro Salmos, que escribió en los años sesenta y que a su vez es una reforma política del libro de Salmos de la Biblia. En el libro se inicia la Teoría de la Liberación que promovió, y que le conllevó discrepancias con el Vaticano, siendo suspendido del sacerdocio " a perpetuidad" en 1984, por Juan Pablo II, suspensión levantada por el Papa Francisco en el año 2014 (se ordenó sacerdote en 1965).
En el 2021, Inés Fonseca le pone música al poema en su disco dedicado a la obra de Ernesto Cardenal (séptima pista)
Buen martes
25 de noviembre de 2024
Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido, poema de Ernesto Cardenal, musicado por José María Vitier y mas, cantado por Martirio, Pablo Milanés, Luis Enrique Mejía Godoy, Inés Fonseca y Cantoral
Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido
Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.
Ernesto Cardenal: Epigramas (1961)
Nueva semana, nuevo poeta y nuevo país, Desde México bajamos a Nicaragua, donde encontramos la figura de Ernesto Cardenal (1925, 2020) poeta, sacerdote, teólogo, escritor, traductor, escultor y revolucionario nicaragüense, una de las figuras más importantes de la Teología de Liberación. “Epigramas”, es un poemario escrito entre 1950 y 1957, publicado en 1961. En esta colección de poesía contrasta temas como el amor y desamor, la riqueza y la pobreza, la memoria y el olvido,
En 1950, comienza su actividad contra Somoza y en mayo de 1957, entra como monje en la abadía trapense de Nuestra Señora de Getsemaní (Kentucky)
Comienzo las versiones musicadas, con la que realiza el gran pianista y compositor José María Vitier, que lo incluye en el álbum que graba en el 2011, junto a Martirio, ·El aire que te rodea", con el título de "Epigrama". Se ha reeditado posteriormente, un gran álbum
Siguiendo un orden cronológico, en el 2014 Enrique Mejía Godoy (hermano pequeño de Carlos Mejía Godoy) lo incluye en su CD “Palabras con flores” un homenaje a los poetas nicaragüenses.
En el 2015, Pablo Milanés incluye una musicalización de su compatriota José María Vitier, en su CD "Canción de Otoño", con el título de "Epigrama"
En el 2019, el nicaragüense Luis Pastor González Vega, uno de los más destacados compositores e intérpretes nicaragüenses del son "Nica" y de la Nueva Canción, que ha trabajado con la generación anterior, los dos hermanos Mejía Godoy, lo canta con esta música
Llego a España, con la última versión que os propongo. En el año 2021, la cántabra Inés Fonseca, graba el álbum "Dos en uno", que comienza con esta canción titulada aquí "Al perderte yo a ti"
Hay una versión previa de los argentinos "Grupo Vocal Cantoral", que con el título de "Epigrafe", hacen una cancion que comienza y acaba con este poema , intercalando otro poema del mismo libro recitado
Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.
Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.
Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,
un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica.
Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,
otras soñarán con este amor que no fue para ellas.
Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,
(escritos para conquistarte a ti) despiertan
en otras parejas enamoradas que los lean
los besos que en ti no despertó el poeta.
Es un LP grabado en 1976, y era el corte con el que comenzaba la cara B del disco
Buena semana
22 de noviembre de 2024
Canción del Viernes: Cuando tú, te hayas ido (Sombras) poema de Rosario Sansores, musicado por Carlos Brito Benavides
Cuando tú te hayas ido
Cuando tú te hayas ido
me envolverán las sombras,
cuando tú te hayas ido
con mi dolor a solas
evocaré este idilio
con sus azules horas,
cuando tú te hayas ido
me envolverán las sombras.
Y en la penumbra vaga
de la pequeña alcoba,
donde una tibia tarde
me acariciaste toda,
te buscarán mis manos,
te buscará mi boca
y aspiraré en el aire
como un olor de rosas,
cuando tú te hayas ido
me envolverán las sombras.
Rosario Sansores Prén: La novia del sol (1933)
Este poema es el mas conocido de Rosario Sansores, comienzo por una versión musicada del poema, grabada por Ligia Cámara en el disco que hemos oído esta semana ·Csnciones de la Alondra (décimo octava pista).
El ecuatoriano Carlos Brito Benavides conoció el libro en 1936, tras la muerte de su madre, y compuso la canción Sombras a ritmo de pasillo ecuatoriano siendo la pieza musical ecuatoriana más difundida internacionalmente y tiene como temática un amor intenso que es recordado desde la soledad. Hay muchas canciones, los primeros registros que he escuchado son ya de la década de los sesenta, comienzo con una versión de Lucho Gatica de 1964 en la televisión, es un placer oirle y es curioso ver la movilidad de las chicas que le acompañas. Lucho Gatica la grabó por primera vez en 1962 en su disco "recuerdo del amor"
En Ecuador al éxito de la canción contribuyó bastante Julio Jaramillo, que la interpretaba así en la película Fiebre de Juventud estrenada en 1966
Alberto Cortez la graba en 1967 en su disco Poemas y Canciones, en el siguuiente vídeo se le puede ver en un directo en la la televisión española
Ese mismo año, gtaban una versión de este pasillo, Olga Guillot y José Feliciano. He elegido la versión que grábó en 1975, el alicantino Jaime Morey (cara B del single El Rey), me trae recuerdos
Julio Iglesias la incluyo en su LP América de 1976, En ese mismo año, la graba por primera vez María Dolores Pradera, junto a Los Gemelos, en su disco "Señora Hemrosura"
Si hubiera que elegir una grabación de los años ochenta, me quedo con la de la mexicana Guadalupe Pineda, de su disco de 1985 "Un poco mas"
La gran Chavela Vargas, la ha grabado en varias ocasiones, la primera en 1966 en su disco Hacia la vida, he elgido este directo de 1993, porque Chavela era mucha Chavela
En 1996, Raphael la incluye en su álbum Desde el fondo de mi alma, pero por seguir con las décadas, he seleccionado la versión de la venezolana Soledad Bravo del 2001 con la que comienza su álbum Paloma Negra
En el año 2009, se realizan tres buenas grabaciones, de las que me es imposible seleccionar una sobre otra, la primera la de Luz Casal, de su disco La Pasión
La segunda la de Concha Buika, acompañada al piano de Chucho Valdés para su disco Buika, el último trago, una mezcla magistral de voz y piano
La anterior seria mi versión favorita, sino fuera porque ese mismo año Pedro Guerra, grabó esta version, una muy difícil elección, me encanta Pedro y estos discos suyos de versiones, solo con su guitarra y su voz, lo inunda todo
Buen finde
21 de noviembre de 2024
Vine nada mas a decirte que te quiero. El recado de Elena Poniatowska. Es Elena Poniatowska y Fallamos como especie Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe
Vine nada mas a decirte que te quiero
Vine, Martín, y no estás. Me he sentado en el peldaño de tu casa,recargada en tu puerta y pienso que en algún lugar de la ciudad, por una onda que cruza el aire, debes intuir que aquí estoy. Aquí estoy contra el muro de tu casa, así como estoy a veces contra el muro de tu espalda. Vine nada más a decirte que te quiero y como no estás te lo escribo. Ya casi no puedo escribírtelo porque ya se fue el sol y no sé bien a bien lo que te pongo. Ha caído la noche y ya casi no veo lo que estoy borroneando en la hoja rayada. Ya no percibo las letras. Allí donde no la entiendas, en los espacios blancos, en los huecos , pon: “Te quiero”..
Elena Poniatowska. El recado (extracto) . Obras Reunidas (2005)
Rosario Sansores Pren era considerada una gran “poetisa”, representante icónica del verso adornado y la educación sentimental. Y la descripción, lejos de hacerla sentir menos por ese sufijo diminutivo, le hubiera encantado, ya que ella siempre fue consciente de que el reino de “lo femenino”, los floripondios y los hueledenoches constituían su dominio. Como ella misma declaró alguna vez:
" Sí, sí, las gentes dicen que soy cursi. Imagínate si no voy a saberlo. Pero no me preocupa… Por lo contrario, me halaga. Las gentes que saben que soy cursi demuestran que me han leído, y eso es lo único que importa."
Las jóvenes que querían aprender el oficio de reporteras de sociales buscaban su aprobación e incluso terminaban imitándola, si no en los sombreros, sí en los manierismos literarios y en las descripciones abigarradas. Le ocurrió a su joven colaboradora en el periódico, Elena Poniatowska cuando, en una entrevista publicada la describe y no puede evitar la exageración:
"Va por la vida vestida de sinceridad, lleva un gran sombrero de amor por los demás y le brillan por todas partes joyas y moños de alegría, de esa alegría suya que va repartiendo en todas partes como si fuera confeti de felicidad."
La propia Rosario Sansores reaccionaba a frases como ésta con una voz que entremezclaba a la editora en jefe con la abuelita pudorosa: “Por amor de Dios, chiquita, no vayas a poner esto en la entrevista…”.
Aprovecho el hablar esta semana de la antigua "abuela" Rosario Sansores, para hablar de la actual "Abuela", Elena Poniatowska, de 92 años, premio Cervantes, y gran escritora, mexicana. Su prosa está llena de poesía, y como muestra os he puesto un extracto leído por la propia autora de su relato corto, "El recado". Una delicia
Os propongo leer o escuchar el relato íntegro, son seis minutos, pero es tan hermoso, que compensa el tiempo invertido. Copio el relato en el Blog, y un audio leído por la autora al final, se puede consultar también en la web de la revista Zenda https://www.zendalibros.com/recado-cuento-elena-poniatowska/
El recado
Vine, Martín, y no estás. Me he sentado en el peldaño de tu casa, recargada en tu puerta y pienso que en algún lugar de la ciudad, por una onda que cruza el aire, debes intuir que aquí estoy. Éste es tu pedacito de jardín; tu mimosa se inclina hacia afuera y los niños al pasar le arrancan las ramas más accesibles... En la tierra, sembradas alrededor del muro, muy rectilíneas, veo unas flores que tienen hojas como espadas . Son azul marino, muy serias. Esas flores parecen soldados. Son muy graves, muy honestas. Tú también eres un soldado. Marchas por la vida, uno, dos, uno, dos... Todo tu jardín es sólido; escomo tú; tiene una reciedumbre que inspira confianza.
Aquí estoy contra el muro de tu casa, así como estoy a veces contra el muro de tu espalda . El sol da también contra el vidrio de tu puerta, contra el vidrio de tus ventanas y poco a poco se debilita porque ya es tarde. El cielo enrojecido ha calentado su madreselva y su olor se vuelve aún más penetrante. Es el atardecer. El día va a decaer. Tu vecina pasa. No sé si me habrá visto. Va a regar su pedazo de jardín. Recuerdo que ella te trae una sopa de pasta cuando estás enfermo y que su hija te pone inyecciones... Pienso en ti muy despacito, muy despacito, como si te dibujara dentro de mí y quedaras allí grabado. Quisiera tener la certeza de que te voy a ver mañana y pasado mañana y siempre, en una cadena ininterrumpida de días, que podré mirarte lentamente aunque ya me sé cada rinconcito de tu rostro; que nada entre nosotros ha sido provisional o un accidente...
Estoy inclinada ante una hoja de papel y te escribo todo esto y pienso que ahora, en alguna cuadra donde camines, apresurado, decidido, como sueles hacerlo, en alguna de esas calles por donde te imagino siempre: Donceles o Cinco de Febrero o Venustiano Carranza ,en alguna de esas banquetas grises y monocordes rotas sólo por el remolino de la gente que va a tomar el camión , has de saber dentro de ti que te espero. Vine nada más a decirte que te quiero y como no estás te lo escribo. Ya casi no puedo escribírtelo porque ya se fue el sol y no sé bien a bien lo que te pongo. Afuera pasan más niños, corriendo. Y una señora con una olla llena de leche. No la distingo pero oigo que advierte irritada: “No me sacudas así la mano porque voy a tirar la leche...” Y dejo este lápiz, Martín, y dejo la hoja rayada y dejo que mis brazos cuelguen inútilmente a lo largo de mi cuerpo y te espero. Pienso que te hubiera querido abrazar. A veces quisiera ser más vieja porque la juventud lleva en sí la imperiosa, la implacable necesidad de relacionarlo todo con el amor...
Ladra un perro; ladra agresivamente. Creo que ya es hora de irme. Dentro de poco vendrá la vecina a prender la luz de tu casa; ella tiene llave y encenderá el foco de la recámara que da hacia afuera porque en esta colonia roban mucho, roban mucho. A los pobres les roban mucho; los pobres se roban entre sí... Sabes, desde mi infancia me he sentado así a esperar, siempre fui dócil, porque te esperaba. A veces junto a la ventana, hacía como que estaba leyendo pero en realidad, esperaba. Te esperaba a ti. Sé que todas las mujeres aguardan. Son capaces de cualquier sacrificio, de cualquier esfuerzo mientras aguardan. Aguardan la vida futura. Todas esas imágenes forjadas en la soledad, todo ese bosque que camina hacia ellas; toda esa inmensa promesa que es el hombre: una granada que de pronto se abre y muestra sus granos rojos, lustrosos; una granada como una boca pulposa de mil gajos... Más tarde, esas horas ya vividas en la imaginación hechas horas reales tendrán que cobrar peso y tamaño y crudeza. Todos estamos —¡oh mi amor!— tan llenos de retratos interiores, tan llenos de paisajes no vividos...
Ha caído la noche y ya casi no veo lo que estoy borroneando en la hoja rayada. Ya no percibo las letras. Allí donde no la entiendas, en los espacios blancos, en los huecos , pon: “Te quiero”... No sé si voy a echar esta hoja debajo de la puerta, no sé. Me has dado un tal respeto de ti mismo... Quizás ahora que me vaya, sólo pase a pedirle a la vecina que te dé el recado; que te diga que vine...
Elena Poniatowska. El recado . Obras Reunidas (2005)
Para añadir música a esta entrada, he elegido la canción/poema, Es Elena Poniatowska, escrita por Jesusa Rodríguez, y musicada por Liliana Felipe, dos referentes culturales latinoamericanas
Es Elena Poniatowska
Hubo como quince mil años
En que no estuviste
Tan presente en la tierra
Como en los últimos años
Tantos siglos sin tus abrazos
Flores machucadas
Pobres años sin aromas
Páginas deserenadas
Que decían ser Elenistas
No tenían idea
Que Elenita solo hay una
Y pertenece a nuestra era
Emperatríz del maguey
Condesa del tepalcate
Jicaríta del chilate
Soberana del toloache
Majestad del mole
Baronesa del papel
Dueña del chapoteadero
Señora del aguasero
Dueña del chapoteadero
Señora del aguasero
Escritora la primera
Es Elena
Es Elena