Romance de Blancaflor y Filomena
Por las orillas del río, doña Urraca se pasea
con dos hijas de la mano, Blancaflor y Filomena;
el rey moro que lo supo, del camino se volviera,
de palabra se trabaron y de amores le requiebra.
Le pidió la hija mayor, y ella le dio la pequeña
y por no ser descortés se llevó la que la diera.
Se casaron, se velaron, se fueron para su tierra;
nueve meses estuvieron sin venir a ver la suegra.
Al cabo de nueve meses, rey Turquillo vino a verla.
- Bien venido, rey Turquillo; ¿qué noticias traes de mi hija?
- Blancaflor buena quedaba; en días de parir está
y vengo muy encargado que vaya allá Filomena.
- Filomena es muy chiquita para salir de la tierra
pero por ver a su hermana, vaya; vaya enhorabuena.
Montó en una yegua torda y ella en una yegua negra.
Siete leguas anduvieron sin decirse ni palabra,
de las siete pa las ocho, de amores la requiriera.
- Mira que haces, rey Turquillo; mira que el diablo te tienta,
que entre cuñados y hermanos no cabe tan gran afrenta.
Atola de pies y manos, hizo lo que quiso de ella.
Pasó por allí un pastor, de mano de Dios viniera.
- Por Dios te pido, pastor, que me escribas una letra,
una para la mi madre, -nunca ella me pariera-
y otra para la mi hermana -nunca yo la conociera-
Si mucho corrió la carta, mucho más corrió la nueva;
Blancaflor cuando lo supo, con el dolor malpariera.
Y el hijo que malparió, guisolo en una cazuela
para dar al rey Turquillo a la noche cuando vuelva.
- ¿Qué me diste, Blancaflor, qué me diste para cena?
De lo que hay que estamos juntos, nunca tan bien me supiera.
- Sangre fue de tus entrañas, gusto de tu carne mesma;
pero mejor te sabrían los besos de Filomena.
- ¿Quién te lo dijo, traidora? ¿Quién te lo fue a decir, perra?
Con esta espada que traigo, te he de cortar la cabeza.
Madres, las que tienen hijas, que las casen en su tierra,
que yo, para dos que tuve, -la fortuna lo quisiera-
una murió maneada, la otra de amores muriera.
El pasado sábado un amigo me mandó este romance por si quería escribir sobre él y como es curiosa la historia, más vale tarde que nunca. He empezado con la versión grabada por Joaquín Díaz en 1973 (Romances Truculentos), Es un claro ejemplo de romance largo y truculento como el romance de ciego que os proponía ayer, pero este es un romance muy extendido tanto en España, como en América y norte de Marruecos, como ejemplo hay recogidas en una tesis más de cien variantes de este romance en tierras canarias
El origen o la base de este romance es el mito griego clásico de Progne (o Procne) y Filomena (o Filomela), ambas hijas del Rey de Atenas Pandion, quien ante la invasión de Labdaco, Rey deTebas pidió auxilio a Tereo hijo de Ares, en recompensa le dio la mano de una de sus hijas, pero Tereo volvió al cabo de los años para llevarse a su cuñada, forzarla y encerrarla, Filomela hizo un tapiz para su hermana y esta mató a su hijo y se lo sirvió de comer a Tereo, para evitar su venganza ambas hermanas se transforman en pájaros (un gorrión y un ruiseñor) mientras Tereo las persigue transformado en Abubillla
Este mito aparece repetidas veces en la literatura hispana (Alfonso X, Lope de Vega) pero curiosamente en el romance se cambian algunas partes de la historia, excepto en alguna versión se trata de una madre y dos hijas, y el engaño del marido infiel se comunica de una forma no claramente verbal dando constancia de la mayor sensibilidad femenina para la comunicación y aportando una serie de conclusiones que reafirman lo contado en el romance. Si tenéis curiosidad y tiempo os recomiendo leer el artículo de Beatriz Gómez Acuña (https://parnaseo.uv.es/lemir/revista/revista6/BlancaflorFilomena.htm)
Volviendo al aspecto musical de las versiones grabadas en disco en España, he eligido la realizada por otro musicólogo pucelano, Eliseo Parra que la recoge en su libro de 2001 “Los judíos en Aragón” y así suena en el disco que lo acompaña
Allende los mares, el romance se extiende desde México a Chile, quizá la versión mas conocida sea la de Violeta Parra que la graba en su disco de 1994 “El folklore y la pasión”
Hay muchas versiones grabadas que recogen la tradición oral, por eso de la patria chica os dejo con una versión recogida en Ambás, Salcéu, concejo de Grado y cantada por la nonagenaria Fina de casa Belarma
Sirva esto de agradecimiento a las personas que se empeñan en mantener viva la cultura “oral” despreciada ya por los más cultos en el Renacimiento y ahogada ahora en un mundo donde impera la tecnología, pero si volvemos a tener que calentarnos al amor de la lumbre esa cultura nos haría mucha falta, y en cualquier caso no deberíamos desprendernos de ella ni dejar que caiga en el olvido
Buen sábado