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26 de junio de 2024

Lloraría, poema de Sergio Bizzio, musicado por Antonio Birabent y mas poemas de su libro Te desafío a correr como un idiota por el jardín.


 

Lloraría

Por el vasto territorio de la manija, marchemos!
¡Por los radios de lo que es liso, por la espiral
de los que no serán hombres ni aunque los castren,
marchemos, marcianos!

¡…!

¿La verdad?
No quiero escribir más.
(No vivo).

¡Lo bien que haría!

¿Pasarme el día encerrado
escribiendo,
riéndome de a ratos como un loco,
encerrado como un loco,
solo como un loco?

¡Si me va tan bien cada vez que salgo!

La gente es feliz “por momentos”
y con “pequeñas cosas cotidianas”.
¿No es para llorar?
Les das algo y te agradecen,
les das más y hacen silencio.
El mismo desconcierto
siento yo
cuando pienso
en el tiempo
que pasé
escribiendo.

¡Y lo poco que guarda uno!
¿Ven esa montaña?
Es lo que escribí.
Al pie de la montaña hay un hombre.
Soy yo. Es lo único que queda.

Y eso que yo era un niño quemado por el cielo
(¡marchemos!),
brillante de vanidad…

(No es para llorar
pero lloraría).

Lloraría por el tiempo que pasé escribiendo.
A los gritos,
cubriéndome la cara,
en medio del living,
en tu baño,
en un baño cualquiera,
en el asiento reclinado del auto de un amigo
-si es que se acuerda de mí,
si es que me lleva-
lloraría,
lloraría como un hongo,
como un remo,
como un vidrio.

Lloraría acostado,
dormido,
pálido,
inactivo.
Pero me levanto y escribo.
Pongo un pie en el suelo y voy y escribo.

La gente sale a buscar trabajo,
a comer,
a bailar,
a gastar,
a ver un eclipse mientras yo escribo.
Mi hijo juega solo mientras escribo.
Mientras escribo se encuentran los amigos,
se hacen negocios,
política,
dinero,
sexo,
trampas,
guerras,
matrimonios,
puentes,
atentados,
juicios,
“relaciones”.
¿Qué es lo que no se hace mientras escribo?
¿Qué es lo que se hace
aparte de no escribir?

Lloraría
y lloraría
y lloraría, cómo que no.
Lloraría por lo que perdí
(¿vos no?)
pero más por lo que evité.
¿Por qué lo perdí, por qué lo evité?
¿Qué estaba haciendo?
¡Escribía!

Ahora mismo, en lugar de llorar, escribo.
Pero llorar no es lo mismo que llorar.
(¡Ya ni escribir es lo mismo que escribir!)
Escribo en lugar de cualquier otra cosa.
Escribo en lugar de todo
menos de…

También voy a comprar pescado para la cena.
El vendedor pone los filetes en una bolsita de nylon y,
mientras la hace girar en sus manos enguantadas,
me pregunta si quiero algo más –“¿Algo más?”-,
lo pregunta tan amablemente que lloraría.

¡Eh, no!
Sí, también.
También lloraría por eso.
Lloraría por las palabras compuestas
-superhéroe, ciberespacio-
¿cómo no voy a llorar por la amabilidad?

Lloraría cuando bebo (pero no lloro).
Descorcho una botella “con frialdad calculada”,
es cierto, pero cualquier otra cosa que diga
sería exagerar.
Qué feo es no ver, no saber
¡y encima exagerar y no beber!

—¿Por qué te vas?
—¿Holá?
—¿Por qué?
—¿Por qué qué?
—¿Por qué te vas?
—Porque no como desde temprano: estoy muerta de
hambre.
—¿Me cortás para ir a comer con otro?
—¡Voy a comer con una amiga!
(Siempre hay una china
en la gran llanura de la excusa).

¿Lloraría?
Y, sí.
Lloraría por la que está,
por la que no está,
por la que estuvo,
por el que fui cuando estuvo y por el que no seré con la
que no estará.

¡Marchemos!

¿Llueve?
Llovizna.
Lloraría.

Me hace llorar la luz,
pero igual lloraría.
Lloraría siempre, pero también a veces.
¡Qué lástima me da!
Matan a un joven y veo una foto de su madre llorando.
Lloraría con ella.
Un chico me pide una moneda.
Lloraría.
Una anciana cruza la avenida con pasitos de hormiga.
Lloraría.

Leo la frase “un provocador de la política posmoderna” y
lloraría.
Lloraría cuando leo que “una invasión de bibliotecarios
disparó las ventas”.
Lloraría cuando leo en el diario el título “tres para soñar”,
o “una mirada sin prejuicios”, o “el destino de occidente”.

Cuando se apuesta a la claridad o a la oscuridad,
cuando es diferente pero igual
también:
lloraría.

¿Te agredo?
Lloraría.
¿Te hago falta?
Lloraría.
¿Llorás?
Lloraría.
¿Me querés?
Sí, te juro: lloraría.

-Papi ¿los bebés piensan?
(Digo que sí con la cabeza).
-¿Y entonces por qué ese bebé llora en vez de pensar?

¿Lloraría de qué?
¿De tristeza, de furia, de amor, de arisco, de miedo, de
enfermo, de genio, de vivo, de muerto, helado y ardiente,
rabiosamente,
verdaderamente,
lloraría mentalmente?

¿Y con qué?
¿Con los ojos, el alma, los dedos, el paso, la obra, la voz,
la ropa, con qué
marcharía?

¿Y por qué?
¿Y por qué, si escribo, lloraría?
¿Y si ya no escribo?

¿Y si son los otros los que no escriben más?
No quiero que ella sea algún día una señora
que de joven publicó una novela.
¡No!
Quiero que sepa, que sienta, que siga.
(Saber, sensibilidad y continuidad).
Pero si yo no estoy
no está mi fe.
¿Y quién es ella?
¡No sé, qué se yo, la Mujer!
¿Lloraría?

Ay, mi Dios, qué difícil: a veces, sin quererlo…

Noto, por ejemplo, que no considero
llorar de risa (de la risa)
ni reirme de dolor o de tristeza.
¿Por qué? ¡Porque no!
¿Qué tiene la tristeza que dé risa?
No sé los otros, pero yo no me reiría de la tristeza
y mucho menos hasta llorar.
¿Me reiría de un hombre que medita?
No. Y tampoco de quien descree de lo que piensa.
(Todo lo contrario: si tuviera manos aplaudiría).
Puedo reirme de mi tristeza, de mis aplausos, pero no de la
tristeza de los demás.
(aunque sí de sus aplausos).
Supongo que eso es algo que “no se me da”,
de la misma forma en que no se me da la esgrima.
Si se me diera lloraría.
Lloraría por las cosas que se me dan.
Lloraría por las cosas que no se les dan a los demás:
talento y alimento, principalmente.
Lloraría (de emoción, esta vez) por el talento,
pero también por las zanjas, los atajos y la interminable
espiral de lo menor.

El otro día, sin ir más lejos, una chica, en la calle, me
preguntó:
-¿Vos no sos Bizzio?
Dije que no con la cabeza y terminé en su casa.
Me había leído bien, pero yo fumé y me fui: empezó
a hablar de cine.
Todos los enemigos del arte están en la Industria, dijo.
¿Lloraría por un vendedor de penicilina adulterada?
¿Y por la chica chica que buscaba impresionarme?
Pienso en ella y lloraría:
se desprendió un botón de la camisa,
mi lectora con ojos de almendra bañada en miel
se desprendió un botón de la camisa y dijo, dijo, dijo.
Yo escuchaba lo que ella misma no oía.

Lloraría por los que suben el sonido y enseguida lo bajan.
Lloraría por la gente que ve tres globos y una luz y va.
Lloraría por los que creen que lo que molesta es la ropa.

Es peor estrellarse contra la nada que contra el dolor.
De eso no hay duda.
Así que lloraría por la timidez del tímido,
pero también por la ilusión del iluso.
Lloraría por los que tienen miedo.
Yo mismo tengo miedo.

“No pensé (pensé, pero no sirvió),
“no escribí (escribí, pero me esforcé),
“no amé (amé, pero aquí estoy),
“no fui siempre justo, ni honesto, ni bueno, ni responsable, y ni hablar de cosas
como la tolerancia o la humildad”.
¡Lloraría!

¿Lloro?
Quién sabe…

Lloraría, pero escribo.
La pregunta “¿Por qué escribir?” se ha mejorado a sí
misma en su doblez:
“¿Por qué volver a escribir?”

—Volvé, volvé, por favor, vení…

Son las tres de la mañana
aunque el reloj indica que es mucho más…
Amanece.
Escribí.
No lloré.
Y con la misma suficiencia,
con la misma dudosa soberbia,
amigos (chicos),
amanece.

Sergio Bizzio. Te desafío a correr como un idiota por un jardín (2008)

https://youtu.be/odWTfrm7kA4


 

Lloraría es el largo poema que cierra el libro "Te desafío a correr como un idiota por un jardín" del escritor, cineasta y músico argentino, Sergio Bizzio, un poeta, que según relataba Mar Centenera en el suplemento "Babelia" de El País del 16 de septiembre del 2023, es el secreto literario mejor guardado de Argentina. Antonio Birabent, actor y músico argentino con bastante tiempo de recorrido por Madrid, e hijo del legendario "Moris", grabó un disco en el 2018, que se inicia con una adaptación de este poema (que podéis leer en el vídeo que incluyo. Otra vez muerte y nacimiento parecen jugar a darse la mano

El libro es una mirada diferente, donde  Bizzio nos ofrece unos poemas llenos de imágenes raras, poco comunes y sugerentes. 

Os dejo con otro poema del libro:

Fotografía

Traigo una foto que tomé de chico:
un viejo en su carreta y atrás paja seca,
su corona. Eso me recuerda,
por el humo del sol,
los pies de mi abuela (ahora que mi abuela
es un montón de huesos queridos) en agua con sal.
Nosotros nunca nos dejamos ir.
Hacemos bien, quizá. ¿Qué importancia tiene
que la lluvia y el fuego bajen y suban y se confundan?
Nosotros huimos, poniendo el pie sobre la huella:
hasta en los días más felices
besabas con terror tu futura ceniza.
¿Hacemos bien en quedarnos mientras corremos?
En tanto yo te recuerde
todo lo que quieras olvidar
no será verdaderamente olvidado, es lógico.
No lo es, en cambio, que las cosas que nunca nos dijimos
habiten ese pañuelo que además arrastran hacia tu frente

Y con el artículo de Babelia citado

https://elpais.com/babelia/2023-09-16/sergio-bizzio-el-secreto-literario-mejor-guardado-de-argentina.html#

 

Buen miércoles
 

25 de junio de 2024

Ciego que apuntas y atinas (Déjame en paz, Amor tirano), Luis de Góngora y Argote, musicado por Paco Ibáñez


Ciego que apuntas y atinas (Déjame en paz, Amor tirano)

Ciego que apuntas y atinas,
caduco dios, y rapaz,
vendado que me has vendido,
y niño mayor de edad:
por el alma de tu madre
que murió, siendo inmortal,
de envidia de mi señora
que no me persigas más.
Déjame en paz, Amor tirano,
déjame en paz.

Baste el tiempo mal gastado
que he seguido, a mi pesar
tus inquïetas banderas,
forajido capitán.
Perdóname, Amor, aquí,
pues yo te perdono allá
cuatro escudos de paciencia,
diez de ventaja en amar.
Déjame en paz, Amor tirano,
déjame en paz.

Amadores desdichados,
que seguís milicia tal,
decidme, ¿qué buena guía
podéis de un ciego sacar?
De un pájaro ¿qué firmeza?
¿Qué esperanza de un rapaz?
¿Qué galardón de un desnudo?
De un tirano, ¿qué piedad?
Déjame en paz, Amor tirano,
déjame en paz.

Diez años desperdicié,
los mejores de mi edad,
en ser labrador de Amor
a costa de mi caudal.
Como aré y sembré, cogí;
aré un alterado mar,
sembré una estéril arena,
cogí vergüenza y afán.
Déjame en paz, Amor tirano,
déjame en paz.

Una torre fabriqué
del viento en la raridad,
mayor que la de Nembrot,
y de confusión igual.
Gloria llamaba a la pena,
a la cárcel, libertad,
miel dulce al amargo acíbar,
principio al fin, bien al mal.
Déjame en paz, Amor tirano,
déjame en paz.


Luis de Góngora (1580)

https://youtu.be/pVWwDG78bbM


 

Diecinueve años tenía Góngora cuando escribió este romance, que sigue siendo actual a pesar de los mas de cuatrocientos años transcurridos . Paco Ibáñez le puso música en 1967, por otra parte era el tema con el que comenzaba el mítico disco de su recital en el Olympia de París en 1969

 https://youtu.be/mZOn6vVB-q8

 


Lo malo es que seguimos esperando piedad de los tiranos, (y además los votamos) y nos dejamos conducir por los ciegos. ¡Mundo este! 

 

Buen inicio de semana en martes, tras San Juan

 

21 de junio de 2024

Canción del Viernes: Will You Still Love Me Tomorrow, The Shirelles, Carol King y mas versiones


El nacimiento y la muerte son cosas cotidianas que nos suceden siempre en el ahora, pero los humanos somos frágiles y solemos preguntarnos por el mañana, como ocurrçia en la década de los sesenta del pasado siglo. Otro viernes de Regreso al futuro. Hoy con  The Shirelles, un grupo de compañeras de colegio, que en 1957, formaron un grupo, que en 1961 consiguió su primer gran éxito con esta canción de Carole King

https://youtu.be/KIeBaAldns8

 


Hay muchas versiones (mas de quinientas grabadas) pero para no cansar  me quedaría con la de la autora Carole King, que la incluyó en su segundo magnífico disco "Tapestry", con su piano y su gato parece otra canción

https://youtu.be/TxWrUtbzlLM



Pasamos de siglo y comienzo, por una versión que aparecía en la Banda Sonora de Bridget Jones, Sobreviviré (Bridget Jones - The Edge of Reason) del 2004, cantada por Amy Whinehouse, que se vuelve a editar en el 2011

https://youtu.be/JJ3B9wy4Xws

 


Ya que estamos con voces femeninas, elegiría  la reciente versión de Caecile Norby del 2019, una aproximación nórdica y jazzística a esta canción

https://youtu.be/DdeiPjTRVbQ

 


Y por dejar una versión en español, me quedaría con la de Karina, aunque seguramente sea mejor la de las Hermanas Jiménez, o la del Dúo Dinámico, pero los  recuerdos mandan  

https://youtu.be/2zg7JP4L5cs

 


Para poner una voz masculina, en un disco que me encanta, he elegido a  James Taylor, acompañado por Carole King en su concierto  grabado en The Troubadour en West Hollywood en noviembre de 2007 para celebrar el 50 aniversario del lugar. También fue el primer lugar en el que King y Taylor tocaron juntos en noviembre de 1970

https://youtu.be/UoORGlv1SX4


 

Buen finde

20 de junio de 2024

Nana para dormir a un niño en la montaña, José Antonio Labordeta. Ella


 

Nana para dormir a un niño en la montaña

Duérmete niño pequeño,
duerme sobre la sierra
que al alba vendrán los hombres
que vuelven de la rivera.

Traerán higos y mangranas,
pan blanco de harina blanca
y vendrán con la alegría
del hombre que vuelve a casa.

Duro ha sido este verano,
dura su ausencia y trabajo,
duró seguirá el otoño
para quien no tenga tajo.

Duérmete lucero mío
que ya se aproxima el día,
quiera Dios que cuando crezcas,
tu suerte no sea la mía.

José Antonio Labordeta

https://youtu.be/fJ3T9uTXWDQ


 

Acabo la segunda semana de nanas, y me despido de ellas con este poema canción de José Antonio Labordeta. Labordeta fue antes escritor que cantautor, y publicó su primer libro de poemas antes que su primer disco. Esta nana que se grabó por primera vez en 1978, ha sido recogida en otros discos incluyendo antologías. La versión que os dejo es de 1978, de su disco "Que no amanece por nada", el segundo corte de la cara A, y su letra es un bello poema.

De su trabajo como poeta he rescatado este tema Ella, de su libro disco "Con la voz a cuestas" de 1982

Ella

La oigo trajinar en la cocina.
Canta,
cuando su mano tomo
cantamos todos,
una vieja canción
casi olvidada.

Hace ya tiempo
que su voz me suena a cotidiano,
como el agua, la guerra,
y las calizas grises de mi tierra.

Suena a viento y a espuma
y me repite las gracias primitivas de mi hija,
hace poco nació y ya camina.
Hablamos de la paz,
del diario quehacer,
día a día cumplimos la jornada,
y vemos, en silencio,
derrumbarse la tarde
en la ventana.

En la mesa camilla,
humeante la sopa,
escuchamos el parte de noticias:
Siempre hay alguien que ha muerto,
un ser es importante,
entre balas y golpes y lágrimas
que nada podrán contra la ausencia.

Se apagan las ventanas.
Los vientos se detienen.
Alguien pasa al fondo de la calle, camino de su casa.
Duerme mi hija,
la eternidad se hizo para ella,
con las manos abiertas,
en franca confianza.

Hablamos en susurro,
mientras hace labor,
de cosas conocidas, como el tiempo, la paz
y estas tierras carmín, que nos cobijan,
Teruel tiene la sangre a flor de arena.

Al descender la luz
se hace el silencio
y fuera
queda el mundo al descubierto.

José Antonio Labordeta,

https://youtu.be/vpdkrBmAjvI

 

La música del piano es de Francisco Aguarod.

Grande José Antonio Labordeta, Sus últimos poemas los fue escribiendo en su Blog, hasta un poco antes de morir

https://labordeta.zaragozame.com/author/labordeta/


Buen jueves


19 de junio de 2024

Canción de cuna para Julia (Nana de Julia) poema de José Agustín Goytisolo, musicado por Rosa León, Ximena Villaro, Georgina Hassan, Santiago Gómez Valverde y Paco Ibáñez



La nana de Julia

 
Los niños van por la tierra
y las niñas por el aire.
Por el sueño nadie.

Nadie nadie nadie
por el sueño nadie.

Los niños van por la orilla
y las niñas por el agua.
Por el sueño nada.

Nada nada nada
por el sueño nada.

Los niños van por el sol
y las niñas por la luna.
Por el sueño Julia.

Julia Julia Julia
por el sueño Julia.

José Agustín Goytisolo: Del tiempo y del olvido (1977)

https://youtu.be/xrFsgwOFX_4



Vuelvo a Goytisolo, del que todos conocemos, el poema dedicado a su hija Julia, "Palabras para Julia", sin embargo este pequeño poema es mucho menos conocido,. Aparece como  Le berceuse de Julia, en las primeras ediciones, y luego se recoge en las Antologías como La nana de Julia, con ambos títulos ha sido musicado

La primera musicalización corrió a cargo de Rosa León, en su disco "Rosa se está buscando en el espejo" de1983 (segunda pista) 

https://youtu.be/2ABjbQM4xmQ

 


A finales del 2012, la cantautora argentina Ximena Villaro, incluyó una versión de este poema (Nana para Julia) en su álbum "Y ella no sabe" (cuarta pista)

https://youtu.be/PgiJwiJ6dRM

 


Cinco años mas tarde (finales de 2017), basándose en la musicalización de su compatriota, Georgina Hassan, graba mi versión favorita, en su disco "Madreselva" un disco donde pone música a varias poetas, junto a temas suyos, y que espero poder retomar

https://youtu.be/qtohejYnj1Q


 

En el 2019  Santiago Gómez Valverde , publica el álbum "Nanas para un recién soñado", la gaditana Laura Granados canta la canción con el título "La Berceuse Julia"

https://youtu.be/zbZtpW1LNos


 

La última versión que conozco, corre a cargo de Paco Ibáñez, que la incluyó en su directo en el Palau de la Música de Barcelona del 3 de abril del 2024 

https://youtu.be/_J2oUqftnrE

 


Dedicado a todas las Julias del mundo. Buen miércoles, mañana último día de nanas

 

 

18 de junio de 2024

Nana de la mora, poema de José Angel Valente, musicado por Paco Ibáñez

 


Nana de la Mora

Que no venga la Mora,
la Mora con dientes verdes,
toda la noche ligero,
mi niño, duerme.
Que no venga la Mora,
la Mora con dientes verdes.
Toda la noche, mi niño,
ligero duerme,
ea, ea, ea.

Duerme ligero, duerme,
que si la Mora viene,
en el sueño escondido
no podrá verte.
Duerme ligero, mi niño,
que si la Mora viene
en el sueño escondido
no podrá verte,
ea, ea, ea.

La Mora grande,
la Mora con dientes verdes,
no llames a mi niño
ni lo despiertes.
La Mora grande,
la Mora con dientes verdes,
no, no llames a mi niño
ni lo despiertes,
ea, ea, ea.
 

José Ángel Valente Breve son (1968)

https://youtu.be/qLYlFfi80d8


 

Otra nana. Un poema del poeta orensano José Angel Valente  recordando a su madre adoptiva y evocando su infancia. Paco Ibáñez la grabó en su disco "Paco Ibañez 3" de 1969 (duodécima pista). Es un tema poco conocido, y he encontrado este video de 1973, donde lo canta acompañado de Joan Baez.

La  siguiente propuesta es la que realiza la francesa, con ascendentes corsos e italianos Laetitia Marcangeli, una composición al piano que me parece muy hermosa

https://youtu.be/wxFLsHydXPg

 


Vuelta a Paco Ibáñez para terminar, otra vez bien acompañado, esta vez de Solea Morente, en un concierto en Barcelona hace un par de meses (3 de abril de 2024)

https://youtu.be/DYBCJNnG_50

 


Buen martes