Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Cuando pienso en los viejos amigos que se han ido de mi vida, pactando con terribles mujeres que alimentan su miedo y los cubren de hijos para tenerlos cerca, controlados e inermes.
Cuando pienso en los viejos amigos que se fueron al país de la muerte, sin billete de vuelta, sólo porque buscaron el placer en los cuerpos y el olvido en las drogas que alivian la tristeza.
Cuando pienso en los viejos amigos que, en el fondo del mar de la memoria, me ofrecieron un día la extraña sensación de no sentirme solo y la complicidad de una franca sonrisa...
Luis Alberto de Cuenca y Prado, Por fuertes y fronteras (1996)
Gabriel Sopeña., puso música a este poema de Luis Alberto de Cuenca y Loquillo, lo incluyó como tema de apertura en su disco de 1998, junto a los Trogloditas, "Con elegancia".
En el verano de 2020, a
principios de la pandemia por la Covid-19. Loquillo junto a Gabriel Sopeña y parte de su banda, realizaron un tour por pequeños aforos, ofreciendo un formato especial, con el título de "La vida por delante". De esos directos salió el CD en vivo: " La vida es de los que arriesgan" grabado durante la gira y cuyo título es una de sus canciones, incluida en su disco 'Balmoral' del 2008. Cuando pienso en los viejos amigos era el cuarto corte y suena así
Como mi gusto por la música es variado, paso de hablar de los años cuarenta del pasado siglo, a música de rabiosa actualidad. El pasado jueves 30, Las nietas del Charli, presentaban su nuevo EP en el Café Berlín de Madrid. Aprovechando que estaba por allí, sacamos de las últimas entradas y eso que faltaba mas de una semana, y fué una experiencia muy grata. La sala estaba llena, todas las localidades vendidas y un público emocionado y al que la hora y media larga del concierto nos supo a poco. El concierto comenzó con el primer tema del EP, "Palabras"
Aquí traigo estas palabras que no se pueden quemar, no se marchan aunque grites, saben de tu soledad.
Es posible que algún día aprendamos a nombrar, ya sin culpa y sin vergüenza cuánto duele esta verdad.
Pero mientras, al menos se puede cantar. Pero mientras, al menos te puedo abrazar.
Aquí traigo estas palabras que no se pueden quemar, no se marchan aunque grites, saben de tu soledad.
Es posible que algún día aprendamos a nombrar, ya sin culpa y sin vergüenza cuánto duele esta verdad.
Pero mientras, al menos se puede cantar. Pero mientras, al menos te puedo abrazar
El directo magnífico, María y Raquel Rubio, comenzaron muy nerviosas, pero se tranquilizaron pronto, el acompañamiento musical un lujo, con diversos músicos que entraban y salían del escenario. La tranquilidad que irradian se contagió a la sala y todos seguimos disfrutando, con ellas con la voz de su amiga Laura en varios temas, guitarra, contrabajo, percusión, flauta, violín,...El tiempo pasa, aunque cuando uno disfruta no lo parezca y llegó la hora de cerrar con el quinto tema del EP, Mareas
No comprendo este afán humano por intentar entenderlo todo, y la contradicción reina de este corazón, sólo busca de algún modo un lugar donde dudar en paz.
Y no, no intentéis convencerme, ya he perdido la cabeza. Sólo quiero correr, arrancarme la corteza. No volveré a entender, juro que no volveré a intentar entender. Amaré esta locura y no esperaré nada, más que el sol de la mañana, más que el sol de la mañana.
Las miradas perdidas quizás estén más cerca de encontrarse Y puede que tenga que escocer el alma para curarse.
Y ojalá que en alguna marea se crucen dos melodías y aunque no se vean, sonarán como la misma. Y ojalá que en alguna marea se crucen dos melodías y aunque no se vean, sonarán como la misma.
No, no intentéis convencéis convencerme, ya he perdido la cabeza. Sólo quiero correr, arrancarme la corteza. No volveré a entender, juro que no volveré a intentar entender. Amaré esta locura y no esperaré nada, Más que el sol de la mañana, más que el sol de la mañana. Más que el sol…
Y de colofón el ultimísimo tema del concierto que es el que cierra el EP, y que fue el primero, que compusieron juntas, Melancolía
Ven melancolía, es mi casa y siempre ha estado fría. Ven melancolía, es mi casa y siempre ha estado fría.
Silba el recuerdo oxidado en el canto del autillo. Retorno de invierno amarillo. Silba el recuerdo oxidado en el canto del autillo. Retorno de invierno amarillo.
La tierra vio morir, tumbó el árbol viejo. No me pude despedir, nos lo han robado de dentro. Si miro dentro veo, que en este lugar se gritan los ecos, los ecos.
Ven melancolía, es mi casa y siempre ha estado fría. Ven melancolía, es mi casa y siempre ha estado fría.
En resumen una experiencia muy grata, habrá que estar atentos a estas chicas. En mi caso ayer leyendo una entrevista donde decían que uno de sus cinco discos favoritos, era precisamente mi disco favorito "Harvest" de Neil Young, me tienen ganado para siempre. Había varios viejos como yo en el concierto, lo que está muy bien pues la música (como la Sra. Cinquetti, en su momento), no tiene edad
El disco, FARO es muy recomendable, se puede escuchar y/o comprar en Bandcamp. Aunque yo prefiera el CD físico, con un gran libreto ilustrado
Seguimos viajando al pasado en un viernes caluroso, buena disculpa para pensar en bailar un poco a ritmo de swing, con un tema que sonaba en la España de los cuarenta. Antes de 1936, Barcelona era el principal foco de jazz hispano, tras la guerra, la situación era dura, pero en 1940, una joven de 20 años, nacida allí, Honorina Cano, conocida con el nombre de Rina Celi, debutó en el Teatro Tívoli de la Ciudad Condal. Se dice que fue primera cantante que utilizó un micrófono en directo en estos lares. El tema que os propongo es de la última etapa de su carrera artística (1948), era, una adaptación de la canción de 1910 de Shelton Brooks, que se titulaba "Un día de esos", con ritmo de foxtrot
Un tema clásico que ha sido grabado infinidad de veces. De todas las versiones, que incluyen varias muy interesantes, me quedaría con la de Oscar Peterson de su álbum de 1980 The Personal Touch, un álbum, que contenía trece canciones escritas o popularizadas por canadienses, el álbum se iniciaba con este tema, en el que el pianista de Montreal cantaba así de magnífico, no se prodigaba cantando el Sr. Peterson
Rina Celi tenía una voz parecida a la de la Andrew Sister, y Rina tenia una de las mejores voces para el jazz, pero el país daba de sí lo que daba, Rina, trabajó en el cine como actriz, y a finales de los cuarenta montó un espectáculo que quería mezclar el jazz con la revista, En la década de los cincuenta, su fama decayó, y en 1953 se marchó a Argentina con su hermano, donde regentaron un hotel, intentó volver a España pero sin éxito, y al final se trasladó a Paraguay, donde murió en 1996, con 76 años.
Su espíritu aunque poco conocido no se ha perdido, prueba de ello es la versión que de este tema que realizo la banda malagueña Petiswing, con un gran trió vocal (de nuevo hay que recordar a las Andrew Sisters) muy bien acompañadas musicalmente. Esta es su grabación "en formato clásico" del 2015, suena estupendamente. En el 2017, lo incluyeron en su disco "Petiswing y sus ritmos" (segunda pista)
Quizá el tema más conocido de Rina Celi, fuera esta "Tarde de fútbol" , que puede ser un buen momento para recordar, y que fue uno de los éxitos de 1943
Al llegar el fin de semana, me atrevo a haceros una nueva sugerencia, el tema "Una casita",
un divertido fox-bugui, donde Rina Celi, plasma la situación de la
época en lo que se refiere a la vivienda, y que hoy en día
desgraciadamente vuelve a ser un problema prioritario. Es curioso como
evoluciona la canción, y tras un aparente final con el típico "para tí,
para mí", se lanza una divertida retahila relatando la dificultad de vivir como
inquilinos. Ahora, donde lo moderno es el "coliving", no está de mas
recordarla
Vestir de hierba el recuerdo de tu vientre. Vagar en la niebla de la mañana. Y me aviva tu aliento sobre el rostro. Sentir el tacto abierto de tu memoria. Drenar cenizas, cubrir y curar tus heridas. Regresar animal al olor de tus sentidos. Invocar a los vientos tu alma, tu movimiento. Atracar en el charco de tu vida y sonidos. Derramarme en ti como nieve fundida. Ser Agua. Fluir. Fluir sin límite en el aire. Anidar en tus hojas. Resbalar por tus grietas rozando tu cuerpo como nieve fundida. Ser Agua. Fluir. Fluir sin límite en el aire. Anidar en tus hojas. Resbalar por tu piel, disolver tus cenizas como nieve fundida. Ser Agua.
En octubre del 2023, Inés Fonseca (María Agnes Fonseca Legrand) presentó su último álbum, en el que canta poemas propios, depués su primer trabajo del 2005, "Santander, música para una ciudad", dedicado a poetas cántabros. El álbum, se compone de doce temas. Todos ellos se complementan entre sí, ya que el álbum es una respuesta necesaria a una desgarradora frustración: ver como la Naturaleza es maltratada por manos humanas. Los bosques y los montes en llamas aumentan cada año. Ver y sentir como el Agua es atacada desde todos los frentes posibles, para Inés Fonseca: Ser Agua es una réplica con música y voz poética a estas catástrofes.
Inés Fonseca, no solamente es poeta, música también versiona canciones populares como esta versión en francés (su lengua materna) de Stand by Me "Dans tes Bras", con la que me despido
Alfonsina Storni, publicó su poema queja en su cuarto libro, con el que consiguió el segundo Premio Nacional de Literatura, con 28 años era ya una autora reconocida y consolidada. En "Queja", habla del amo, que fue sul motor vital, ya que no logró encontrar nunca ese amor perfecto del que habla en “Queja”, un poema sencillo que aunque no es su mejor poema, muestra la pasión, la honestidad, y tal vez también la ingenuidad, con la que se enfrentó al mundo en muchas ocasiones
La veterana rockera bonaerense Celeste Carballo, grabó esta animada versión a ritmo de blues en 1992, en el disco "Chocolate inglés" (décimo tercera pista)
When I am dead, my dearest, Sing no sad songs for me. CHRISTINA GEORGINA ROSSET
“Cuando yo muera amado mío no cantes para mí canciones tristes,
olvida falsedades del pasado, recuerda que fueran solo sueños que
tuviste. Hubo un palacio de quimeras en mi rostro. Eso fui. Mi
epitafio preferido sería que mañana, cuando la tierra cubra ese cuerpo
dolorido que es el mío, tú anduvieras desangrándote por calles y
plazuelas, diciendo mi nombre, no en voz baja, que se apaga tan sólo con
el ruido de los pasos, no con palabras encendidas, ya dijimos que se
venden, no con ojos enrojecidos por las lágrimas, que quizá no serían
para mí.”
Fragmento de “No time for flowers y otras historias”, Ana María Moix, Lumen, 1971
Mañana
Cuando yo muera, amado mío
no cantes para mí canciones tristes
olvida falsedades del pasado
recuerda que fueron solo sueños que tuviste
¡Qué falsa invulnerabilidad la felicidad!
¿Dónde estará ahora?, ¿dónde estará mañana?
Cuando yo muera, amado mío
no me mandes flores a casa
no pongas rosas sobre el mármol de mi fosa, no.
no escribas cartas sentimentales que serían solo para ti
Cuando yo muera mañana, mañana, mañana
habrá cesado el miedo de pensar que ya siempre estaré sola
que ya siempre estaré sola mañana.
Silvia Pérez Cruz, Basado en el poema en prosa de Ana María Moix, para el documental "Ana María Moix, pasión por la palabra" (2016)
Ana María Moix, hermana de Terenci Moix, fue una poeta, novelista, cuentista, traductora y editora española. En 1969, con 22 años, publicó sus primeros libros de poemas Call me Stone y Baladas del Dulce Jim y en 1971 No time for flowers y otras historias. Fue la única mujer incluida por José María Castellet en la antología Nueve novísimos poetas españoles de 1970 con «Poética». Publica la novela Julia (1970), Walter, ¿por qué te fuiste? (1973) y la colección de cuentos Ese chico pelirrojo a quien veo cada día (1971) y compaginó su labor como escritora con trabajos periodísticos y editoriales. Fue directora literaria de la revista Vindicación feminista así como directora de las colecciones de poesía y relatos de la editorial Plaza y Janés.
Silvia Pérez Cruz compuso esta canción sobre un extenso poema en prosa de Ana María Moix, que comienza con la cita del poema de la inglesa Christina Rosett, del que os hablaba ayer, y luego la incluyó en su disco "Farsa" del 2020 (tercera pista). Los argentinos Ángeles Braceras junto a Sebastián Tozzola, hacen esta versión en el 2022, ("Amo esta canción y su picardía con la muerte")
Es una canción tan hermosa, que repito otra versión de Silvia Pérez Cruz, esta vez acompañada solo con su guitarra, en el 2021, para el programa de TVE, Un país para escucharlo
1 Ver el vídeo origen de la canción de Silvia Pérez Cruz "Ana María Moix, pasión por la palabra" , una hora de duración en castellano y catalán subtitulado
When I am dead, my dearest, Sing no sad songs for me. CHRISTINA GEORGINA ROSSETI
Cuando yo muera amado mío no cantes para mí canciones tristes, olvida falsedades del pasado, recuerda que fueron sólo sueños que tuviste. Hubo un palacio de quimeras en mi rostro. Eso fui Mi epitafio preferido sería que mañana, cuando la tierra cubra ese cuerpo dolorido que es el mío, tú anduvieras desangrándote por calles y plazuelas, diciendo mi nombre, no en voz baja, que se apaga tan sólo con el ruido de unos pasos, no con palabras encendidas, ya dijimos que se venden, no con ojos enrojecidos por las lágrimas, que quizás no serían para mí. Este sueño este sueño que tuviste y que fue tuyo. Mira, no vayas a la playa, mañana, a esa hora tan privilegiada, tan justamente pretendida, cuando mi sangre ya esté helada y mis uñas que comía por no verte y que sólo pintaba de vez en cuando para ti, ya no serán rosadas ni moradas negro refugio de gusanos hambrientos Si fueran, como dijiste un día para conquistarme, de seda. Pero no habrá capullos bajo tierra. ¿Por qué deshicimos el mundo soplando sobre él como antaño sobre un pastel? El tiempo nos perdió, no el que vivimos, ni el que soñamos, se nos contagió. Soplará el viento, caerá la lluvia, pesará la nieve, primero sobre la tierra, después sobre mi cuerpo. Entonces, a esa hora, cuando en ningún bar de la ciudad puedas encontrar mi mirada ¿cómo no iba a recordártelo a cada instante? Construimos un castillo en la otra orilla Mataste un pájaro en el monte en primavera para hacer de sus plumas torreones y cortamos miles de rosas para con sus pétalos edificar la fachada principal. ¿Recuerdas? Qué problema planteaba el puente levadizo: un hada nos sopló al oído que fuera lirios Y yo, que siempre fui tan tonta, pregunté cómo asusta el silencio de mañana si no sufriría frío el duende del castillo No pusiste cristales en las ventanas. Me enseñaste que en los castillo medievales las ventanas los cristales. Pero me los concediste y afirmaste que la fuerza de mis ojos guardaría al duende de morir a causa de los fríos invernales. Cuando yo muera, mañana, habrá cesado el miedo de pensar que ya siempre estaré sola, entonces no vagues por las calles, no entres a tomar copas por lo bares, porque si te ves en los cristales, si te ves reflejado en cualquier parte no verás tus ojos que yo dije llenos de verbenas, no verás tu boca que besaba sin razón, tu pelo,¿está encanecido ahora o sigue siendo de seda como cuando te disfrazabas de pastor? Verás tu rostro de cansancio y tus ojos que murieron son sólo agujeros de metal Me miraba Veía un palacio de quimeras en mi rostro y en mis manos qué pena que no sirvieran para nada. Era ausencia. No de ti Ni de él Una Mujer me dijo un día que cuando se empieza no se acaba. Qué falsa invulnerabilidad la felicidad ¿Dónde estará ahora? ¿Dónde estaré mañana? No me mandes flores a casa No pongas rosas sobre el mármol de mi fosa No vagues por las calles, no escribas cartas sentimentales que sólo serían para ti. Ese sueño ese sueño que tuviste, extraño paraíso de ilusiones, lo supiste, antes que nadie, cómo muere poco a poco un corazón, cómo atrae la llamada del recuerdo aunque falso cómo guía nuestros pasos. No te pierdas mañana en historias que inventamos y apuntamos sobre el viento. Qué mentira nuestra adolescencia de payasos. Vete vete allí, mañana, sin cantar canciones tristes que no serían para mí, entra y pide aquella mesa de cartón adornada con mariposas blancas. Alguien dijo que suene el acordeón y Ella Ella nos citó en París en Primavera. Mira, mañana, a esa hora, qué miedo tengo ahora, nunca quise dormir sola y de hoy en dos auroras Pero ¿qué podía hacer yo? Qué innoble el amor cuando es simplemente ausencia, dijo aquel joven atildado, ¿agradeciste tú su mirada de cristal? Vete allí mañana y recuerda mis manos de tonta enamorada No de ti Ni de él Tampoco Ella tan lejana Cuatro niños alquilaron una mesa para reunir sus cuerpos muñecos de cera. Fue a la hora de las luces Las hogueras El acordeonista enloqueció arrancó el puñal de plata de entre sus costillas y rasgó el instrumento de cartón. No surgieron notas, sólo viento y mil espejos de color. El era El disfrazado de rufián espiándonos desde su irreductible rostro de marfil Agitó en el aire su pañuelo de seda Qué grotesco su intento para hacer que apareciera no una paloma una liebre o una flor sino sólo el rostro que siempre había amado. Lo contó luego, que nos vio, brindando por un futuro, mientras íntimamente seguíamos soñando en convertirnos en gnomos y en señores de mil tierras conquistadas o en vasallos de un rey enamorado de las flores Por qué no dijiste que te ibas a la guerra. Incluso El te hubiera dado el corazón ¿Estaba el vuestro destrozado por la vida? No el mío ni por los sueños. La canción. No cantes para mí canciones tran tristes como aquélla, no me llames esta noche, no estaré. Luego la vi. El terciopelo rojo de mesas y paredes me envolvió en la creencia de que escapa todo cuanto vuela. ¿Cómo iba a contarlo aquella noche? Me lo dijo de un tirón, anda, vete, sé buena. Hablásteis de escaramuzas y de lo locas que son algunas chicas. Peter Pan encerrado bajo siete llaves Y murió Abandonado en un oscuro rincón del calabozo más helado. Salió en los periódicos que al día siguiente todos los niños del mundo a la edad de siete años se sentaron Qué duro el banco de madera tras las rejas del Banco de Inglaterra Medían, como metro cuarenta Eran, no viejos ni muertos estaban arrugados Alcoholizados. No es gran cosa el alcohol. Sólo que hay noches y casas y ríos y ojos que se cierran y cuerpos que se balancean y bocas que se abren titubean y se escapan vuelan las quimeras. Las noches y las calles. Mata el alcohol, lo dijo El, que lo sabía, deshace, era tan digno, tan perfecto, no bebas, decía, vete a casa, no bebas, decía, vete al campo, no bebas, decía, porque nada alegra un corazón pervertido por la melancolía. El lo dijo aquella noche El frío cortó la copa de los árboles y el viento trató de derribar unos cuantos edificios y vi colgados por las esquinas grandes posters luminosos anunciando la noticia de lo que ya se presentía. Vete allí mañana aguardan las estanterías de licores, los mármoles de estrías dislocadas, las palabras Hablaban y decían y olvidaban. Y El El vivía de las noches y de las esferas que el humo de los cigarrillos dibujaba en ellas Habló. De Aquella Chica Qué manías qué tristes pueden ser algunas vidas. Qué miedo ahora, pero mañana nada Quisiera que cantaras canciones tan tristes como aquélla pero no llegarán hasta el fondo de la tierra quisiera que lloraras pero las lágrimas no lograrán traspasar el frío de una lápida quisiera que con un cuchillo rasgárais en la carne, en la vuestra que ha sido amada, que inundárais las calles con sangre desesperada, pero no calará mi fosa para calentar la mía, helada. Cuando haya muerto, amado mío, quédate como estás ahora, muñeco inerte, amodorrado bajo mi sábana, no intentes poner en movimiento tus piernas sólo llenas de serrín. Querido, querido Pinocho, quédate donde estás, besaré tu nariz tan amada, compréndelo, no puedes andar por el mundo con ella, no puedes pretender ser bien acogido teniendo en cuenta que no sabes ni hablar. Juguete que nunca se olvida, vuélvete al bazar. Cristales transparentes, compañeros de otros tiempos que no contarán historias confusas como yo las mías. Ni te dirán Querido, querido Pinocho, mañana llevaría conmigo al centro del olvido tu sonrisa de loco abandonado, tu cuerpo de serrín. Vete. El, un día, ya harto, rompió el silencio de mi vida. Se lo dijo, a aquel joven ignorante de verbenas Aquella Chica es una loca enamorada de la vida Esa Mujer una loca enamorada de sí misma, no me esperes a la salida del teatro porque no iré. Querido, querido Pinocho, vuélvete al bazar. Vete a ver volar los aviones Vuelan y revientan en el aire Y el cielo tiembla Centellea Y es como cuando una estrella o el corazón se desintegra.
Ana Maria Moix No times for flowers y otras historias (1971)