Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido: yo porque tú eras lo que yo más amaba y tú porque yo era el que te amaba más. Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo: porque yo podré amar a otras como te amaba a ti pero a ti no te amarán como te amaba yo.
Nueva semana, nuevo poeta y nuevo país, Desde México bajamos a Nicaragua, donde encontramos la figura de Ernesto Cardenal (1925, 2020) poeta, sacerdote, teólogo, escritor, traductor, escultor y revolucionario nicaragüense, una de las figuras más importantes de la Teología de Liberación. “Epigramas”, es un poemario escrito entre 1950 y 1957, publicado en 1961. En esta colección de poesía contrasta temas como el amor y desamor, la riqueza y la pobreza, la memoria y el olvido,
En 1950, comienza su actividad contra Somoza y en mayo de 1957, entra como monje en la abadía trapense de Nuestra Señora de Getsemaní (Kentucky)
Comienzo las versiones musicadas, con la que realiza el gran pianista y compositor José María Vitier, que lo incluye en el álbum que graba en el 2011, junto a Martirio, ·El aire que te rodea", con el título de "Epigrama". Se ha reeditado posteriormente, un gran álbum
Siguiendo un orden cronológico, en el 2014 Enrique Mejía Godoy (hermano pequeño de Carlos Mejía Godoy) lo incluye en su CD “Palabras con flores” un homenaje a los poetas nicaragüenses.
En el 2019, el nicaragüense Luis Pastor González Vega, uno de
los más destacados compositores e intérpretes nicaragüenses del son
"Nica" y de la Nueva Canción, que ha trabajado con la generación anterior, los dos hermanos Mejía Godoy, lo canta con esta música
Llego a España, con la última versión que os propongo. En el año 2021, la cántabra Inés Fonseca, graba el álbum "Dos en uno", que comienza con esta canción titulada aquí "Al perderte yo a ti"
Hay una versión previa de los argentinos "Grupo Vocal Cantoral", que con el título de "Epigrafe", hacen una cancion que comienza y acaba con este poema , intercalando otro poema del mismo libro recitado
Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan, un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica. Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias, otras soñarán con este amor que no fue para ellas. Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas, (escritos para conquistarte a ti) despiertan en otras parejas enamoradas que los lean los besos que en ti no despertó el poeta.
Es un LP grabado en 1976, y era el corte con el que comenzaba la cara B del disco
Cuando tú te hayas ido me envolverán las sombras, cuando tú te hayas ido con mi dolor a solas evocaré este idilio con sus azules horas, cuando tú te hayas ido me envolverán las sombras.
Y en la penumbra vaga de la pequeña alcoba, donde una tibia tarde me acariciaste toda, te buscarán mis manos, te buscará mi boca y aspiraré en el aire como un olor de rosas, cuando tú te hayas ido me envolverán las sombras.
Este poema es el mas conocido de Rosario Sansores, comienzo por una versión musicada del poema, grabada por Ligia Cámara en el disco que hemos oído esta semana ·Csnciones de la Alondra (décimo octava pista).
El ecuatoriano Carlos Brito Benavides conoció el libro en 1936, tras la muerte de su madre, y compuso la canción Sombras a ritmo de pasillo ecuatoriano siendo la pieza musical ecuatoriana más difundida internacionalmente y tiene como temática un amor intenso que es recordado desde la soledad. Hay muchas canciones, los primeros registros que he escuchado son ya de la década de los sesenta, comienzo con una versión de Lucho Gatica de 1964 en la televisión, es un placer oirle y es curioso ver la movilidad de las chicas que le acompañas. Lucho Gatica la grabó por primera vez en 1962 en su disco "recuerdo del amor"
Ese mismo año, gtaban una versión de este pasillo, Olga Guillot y José Feliciano. He elegido la versión que grábó en 1975, el alicantino Jaime Morey (cara B del single El Rey), me trae recuerdos
Julio Iglesias la incluyo en su LP América de 1976, En ese mismo año, la graba por primera vez María Dolores Pradera, junto a Los Gemelos, en su disco "Señora Hemrosura"
La gran Chavela Vargas, la ha grabado en varias ocasiones, la primera en 1966 en su disco Hacia la vida, he elgido este directo de 1993, porque Chavela era mucha Chavela
En 1996, Raphael la incluye en su álbum Desde el fondo de mi alma, pero por seguir con las décadas, he seleccionado la versión de la venezolana Soledad Bravo del 2001 con la que comienza su álbum Paloma Negra
En el año 2009, se realizan tres buenas grabaciones, de las que me es imposible seleccionar una sobre otra, la primera la de Luz Casal, de su disco La Pasión
La anterior seria mi versión favorita, sino fuera porque ese mismo año Pedro Guerra, grabó esta version, una muy difícil elección, me encanta Pedro y estos discos suyos de versiones, solo con su guitarra y su voz, lo inunda todo
Vine, Martín, y no estás. Me he sentado en el peldaño de tu casa,recargada en tu puerta y pienso que en algún lugar de la ciudad, por una onda que cruza el aire, debes intuir que aquí estoy. Aquí estoy contra el muro de tu casa, así como estoy a veces contra el muro de tu espalda. Vine nada más a decirte que te quiero y como no estás te lo escribo. Ya
casi no puedo escribírtelo porque ya se fue el sol y no sé bien a bien
lo que te pongo. Ha caído la noche y ya casi no veo lo que estoy borroneando en la hoja
rayada. Ya no percibo las letras. Allí donde no la entiendas, en los
espacios blancos, en los huecos , pon: “Te quiero”..
Elena Poniatowska. El recado (extracto) . Obras Reunidas (2005)
Rosario Sansores Pren era considerada una gran “poetisa”, representante icónica del verso adornado y la educación sentimental. Y la descripción, lejos de hacerla sentir menos por ese sufijo diminutivo, le hubiera encantado, ya que ella siempre fue consciente de que el reino de “lo femenino”, los floripondios y los hueledenoches constituían su dominio. Como ella misma declaró alguna vez:
" Sí, sí, las gentes dicen que soy cursi. Imagínate si no voy a saberlo. Pero no me preocupa… Por lo contrario, me halaga. Las gentes que saben que soy cursi demuestran que me han leído, y eso es lo único que importa."
Las jóvenes que querían aprender el oficio de reporteras de sociales buscaban su aprobación e incluso terminaban imitándola, si no en los sombreros, sí en los manierismos literarios y en las descripciones abigarradas. Le ocurrió a su joven colaboradora en el periódico, Elena Poniatowska cuando, en una entrevista publicada la describe y no puede evitar la exageración:
"Va por la vida vestida de sinceridad, lleva un gran sombrero de amor por los demás y le brillan por todas partes joyas y moños de alegría, de esa alegría suya que va repartiendo en todas partes como si fuera confeti de felicidad."
La propia Rosario Sansores reaccionaba a frases como ésta con una voz que entremezclaba a la editora en jefe con la abuelita pudorosa: “Por amor de Dios, chiquita, no vayas a poner esto en la entrevista…”.
Aprovecho el hablar esta semana de la antigua "abuela" Rosario Sansores, para hablar de la actual "Abuela", Elena Poniatowska, de 92 años, premio Cervantes, y gran escritora, mexicana. Su prosa está llena de poesía, y como muestra os he puesto un extracto leído por la propia autora de su relato corto, "El recado". Una delicia
Os propongo leer o escuchar el relato íntegro, son seis minutos, pero es tan hermoso, que compensa el tiempo invertido. Copio el relato en el Blog, y un audio leído por la autora al final, se puede consultar también en la web de la revista Zenda https://www.zendalibros.com/recado-cuento-elena-poniatowska/
El recado Vine, Martín, y no estás. Me he sentado en el peldaño de tu casa, recargada en tu puerta y pienso que en algún lugar de la ciudad, por una onda que cruza el aire, debes intuir que aquí estoy. Éste es tu pedacito de jardín; tu mimosa se inclina hacia afuera y los niños al pasar le arrancan las ramas más accesibles... En la tierra, sembradas alrededor del muro, muy rectilíneas, veo unas flores que tienen hojas como espadas . Son azul marino, muy serias. Esas flores parecen soldados. Son muy graves, muy honestas. Tú también eres un soldado. Marchas por la vida, uno, dos, uno, dos... Todo tu jardín es sólido; escomo tú; tiene una reciedumbre que inspira confianza.
Aquí estoy contra el muro de tu casa, así como estoy a veces contra el muro de tu espalda . El sol da también contra el vidrio de tu puerta, contra el vidrio de tus ventanas y poco a poco se debilita porque ya es tarde. El cielo enrojecido ha calentado su madreselva y su olor se vuelve aún más penetrante. Es el atardecer. El día va a decaer. Tu vecina pasa. No sé si me habrá visto. Va a regar su pedazo de jardín. Recuerdo que ella te trae una sopa de pasta cuando estás enfermo y que su hija te pone inyecciones... Pienso en ti muy despacito, muy despacito, como si te dibujara dentro de mí y quedaras allí grabado. Quisiera tener la certeza de que te voy a ver mañana y pasado mañana y siempre, en una cadena ininterrumpida de días, que podré mirarte lentamente aunque ya me sé cada rinconcito de tu rostro; que nada entre nosotros ha sido provisional o un accidente...
Estoy inclinada ante una hoja de papel y te escribo todo esto y pienso que ahora, en alguna cuadra donde camines, apresurado, decidido, como sueles hacerlo, en alguna de esas calles por donde te imagino siempre: Donceles o Cinco de Febrero o Venustiano Carranza ,en alguna de esas banquetas grises y monocordes rotas sólo por el remolino de la gente que va a tomar el camión , has de saber dentro de ti que te espero. Vine nada más a decirte que te quiero y como no estás te lo escribo. Ya casi no puedo escribírtelo porque ya se fue el sol y no sé bien a bien lo que te pongo. Afuera pasan más niños, corriendo. Y una señora con una olla llena de leche. No la distingo pero oigo que advierte irritada: “No me sacudas así la mano porque voy a tirar la leche...” Y dejo este lápiz, Martín, y dejo la hoja rayada y dejo que mis brazos cuelguen inútilmente a lo largo de mi cuerpo y te espero. Pienso que te hubiera querido abrazar. A veces quisiera ser más vieja porque la juventud lleva en sí la imperiosa, la implacable necesidad de relacionarlo todo con el amor...
Ladra un perro; ladra agresivamente. Creo que ya es hora de irme. Dentro de poco vendrá la vecina a prender la luz de tu casa; ella tiene llave y encenderá el foco de la recámara que da hacia afuera porque en esta colonia roban mucho, roban mucho. A los pobres les roban mucho; los pobres se roban entre sí... Sabes, desde mi infancia me he sentado así a esperar, siempre fui dócil, porque te esperaba. A veces junto a la ventana, hacía como que estaba leyendo pero en realidad, esperaba. Te esperaba a ti. Sé que todas las mujeres aguardan. Son capaces de cualquier sacrificio, de cualquier esfuerzo mientras aguardan. Aguardan la vida futura. Todas esas imágenes forjadas en la soledad, todo ese bosque que camina hacia ellas; toda esa inmensa promesa que es el hombre: una granada que de pronto se abre y muestra sus granos rojos, lustrosos; una granada como una boca pulposa de mil gajos... Más tarde, esas horas ya vividas en la imaginación hechas horas reales tendrán que cobrar peso y tamaño y crudeza. Todos estamos —¡oh mi amor!— tan llenos de retratos interiores, tan llenos de paisajes no vividos...
Ha caído la noche y ya casi no veo lo que estoy borroneando en la hoja rayada. Ya no percibo las letras. Allí donde no la entiendas, en los espacios blancos, en los huecos , pon: “Te quiero”... No sé si voy a echar esta hoja debajo de la puerta, no sé. Me has dado un tal respeto de ti mismo... Quizás ahora que me vaya, sólo pase a pedirle a la vecina que te dé el recado; que te diga que vine...
Elena Poniatowska. El recado . Obras Reunidas (2005)
Para añadir música a esta entrada, he elegido la canción/poema, Es Elena Poniatowska, escrita por Jesusa Rodríguez, y musicada por Liliana Felipe, dos referentes culturales latinoamericanas
Es Elena Poniatowska
Hace más de cinco mil años Hubo como quince mil años En que no estuviste Tan presente en la tierra Como en los últimos años
Pasában como chiflonazos Tantos siglos sin tus abrazos Flores machucadas Pobres años sin aromas Páginas deserenadas
Muchos viejos pelafustanes Que decían ser Elenistas No tenían idea Que Elenita solo hay una Y pertenece a nuestra era
Princesa del jitomate Emperatríz del maguey Condesa del tepalcate
Monarca del apapache Jicaríta del chilate Soberana del toloache
Reina con corona de hule Majestad del mole Baronesa del papel
Diosa apopochadita Dueña del chapoteadero Señora del aguasero
Diosa apopochadita Dueña del chapoteadero Señora del aguasero
Sacerdotisa de la chifosca Escritora la primera Es Elena Es Elena
Finalizo con otra canción de Jesusa Rodríguez, que plasma bastante bien estos tiempos en los que vivimos, "Fallamos como especie" , de su doble disco "Que 20 años no es nada" (trigésima primera pista), cantada a dúo por el matrimonio Jesusa y Liliana, me parece muy divertida, como todo el álbum
Rosario Sansores, llegó a La Habana en 1909, tras la muerte de su padre, una situación familiar difícil, un matrimonio temprano, y una estancia corta en Nueva York sin ´éxito. En Cuba se sintió bien y volvió a escribir, poesía y a empezar su labor periodística, Sus primeros poemas como el anterior los presenta con seudónimo,. Ligia Cámara, Lizette Gómez y Los Juglares, realizan la anterior versión para el disco del que os hablaba ayer (sexta pista), Hay también una adaptación musical con ritmo de pasillo ecuatoriano con música de Constantino Mendoza, hay versiones de las Hermanas Mendoza Sangurima y esta de Fresia Saavedra ("La Señora del Pasillo"), fallecida en julio de este año 2024
En relación con su estancia cubana, acabo con otros versos de Rosario Sansores, "En lejanas tierras", al que el cubano Ernesto Lecuona (autor de Siboney y nominado al Oscar a la mejor canción original en 1943 por ‘Siempre en mi corazón’ -‘Always in My Heart’-, de la película homónima) puso música a ritmo de bolero con el título de Palomita Blanca
En lejanas tierras tengo yo un amor blanco con la nieve rubio como el sol.
Sus pupilas serán lámparas de amor y sus labios frescos pétalos de flor
Palomita blanca como la ilusión no viste al amado de mi corazón
Por aquel sendero que conduce al mar se marcho mi dueño para no tornar
PS Si os habéis fijado, la canción de Lecuona viene con el título de Palomitas Blancas, supongo que pata diferenciar del vals de 1929 de Francisco García Jiménez y Anselmo Aieta, popularizado por Carlos Gardel
¡Del pecado de amarte no estoy arrepentida! Aunque un oscuro abismo nos separe a los dos, en tanto que risueña te doy mi despedida mis ojos se iluminan para decirte adiós.
No nos debemos nada. Tú me diste tu boca límpida como el agua fresca del manantial. Yo apagué en la cisterna mi sed ardiente y loca y te enlacé en mis brazos, amorosa y sensual.
Peregrinos errantes, nuestra ruta seguimos: si dos sendas opuestas, al azar elegimos, ¿para qué rebelarnos con violencia acritud?
Fuiste mío. Fui tuya. ¡Lo demás nada importa! ¡Oh, mi amante de un día, nuestra vida es tan corta que no vale la pena de sufrir su inquietud!
De Perú os propongo subir hasta México para recordar a esta poetisa nacida en Mérida (Yucatán) en 1889 , Rosario Sansores Pren, y que vivio parte de su vida en Cuba, a donde se trasladó tras casarse con catorce años y que es recordada fundamentalmente por la relación de sus poemas con el pasillo ecuatoriano, tras el trabajo de Carlos Brito Benavides.
He elegido para comenzar la semana este poema de su primer libro, publicado aún mientras residía en Cuba. Dado la pluralidad de la vida de la vida de Rosario he comenzado por esta versión que la pianista yucateca Ligia Cámara, grabó para el disco recopilatorio publicado en México en el 2004 "Rosario Sansores, Canciones de la Alondra" (octava pista)
Continuo con una versión de pasillo ("El pasillo ecuatoriano es un género musical que se derivó del pasillo colombiano; y que era una danza folclórica autóctona, adaptación local del vals austriaco"), que no llega al renombre de "Sombras" del que hablaremos esta semana, pero es interesante.
La música es de Enrique Manzano, y lo interpretaba el dueto "Voces Latinas" . Acabo con la versión de l grupo colombiano "Santa María Trío" que lo graban en su álbum, "Nuestro Mundo" del 2007, es la canción con la que comienza el álbum
De nuevo viernes, y como no estoy dispuesto a recordar solo himnos de mi juventud o anteriores, hoy he pensado poner este gran himno por la Paz, que grabaron Black Eyed Peas, en el 2003, en su álbum Elephunk . Hace mas de veinte años, y que por desgracia sigue de actualidad. Seguro que lo conocéis, los mayores de cuarenta necesitaremos prestar atención y escuchar (o leer) la letra de la canción
De las veintitantas versiones existentes, me he quedado con esta instrumental de su compatriota Josh Vietti, de su álbum del 2012 Best of Both Worlds. Un gran violinista, como podréis comprobar
En el 2016, Black Eyed Peas grabaron la canción por tercera vez ( En el 2010 lo habían grabado junto a U2) junto a Fergie, Jamie Foxx, Ty Dolla $ign, Mary J. Blige, Diddy, Cassie, Andra Day, The Game, Tori Kelly, V. Boseman, Jessie J, French Montana, Justin Timberlake, DJ Khaled, Usher, Nicole Scherzinger, A$AP Rocky, Jaden Smith, Children's Choir. Una versión menos fresca que la primera, pero interesante
Como además de viejo soy bastante viejuno, no puedo dejar de acordarme de otra canción con el mismo título, realizada en 1972 por Roberta Flack y Donny Hathaway