Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Tuvo muchas grabaciones ese año fatídico, en que finalizó la Guerra Esapñola y pocos meses después comenzó, la Segunda Guerra Mundial. Tras el final de la misma, vuelven a grabarse versiones, de esa época la mejor para mi es la de la Orquesta de Tommy Dorsey en 1948. En esa época comienzan a grabarse versiones instrumentales, de esa época me quedaría con la del flautista Herbie Mann y su orquesta de 1956 de su disco Love and the Weather, recogida en varias recopilaciones posteriores
A partir de los sesenta, se graban escasas versiones de este tema. En el año 2006, se graba en el álbum de Steve Kuhn "Pavane for a Dead Princess", que recuerda mas al segundo movimiento de la quinta sinfonía de 1898. Un lujo de disco como no me canso de repetir
Continúo con una versión curiosa , la de Josep Andreu de 1973, titulada "las pequeñas cosas", que grabó Salomé en 1973 en su álbum "Salomé canta temas clásicos". Aquí la podemos ver en un directo
La última propuesta es la versión que quizá sea la más conocida, la que grabó por primera vez el trompetista Chet Baker en 1953, recogida posteriormente en su álbum "My funny Valentine" de 1955 y luego en varios mas. Otra gran versión
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables. Cuando sale la luna, el mar cubre la tierra y el corazón se siente isla en el infinito. Nadie come naranjas bajo la luna llena. Es preciso comer fruta verde y helada. Cuando sale la luna de cien rostros iguales, la moneda de plata solloza en el bolsillo.
Federico García Lorca. Canciones -Canciones de luna- (1924)
Santiago Auserón la puso música y la graba en el doble CD, editado por la conmemoración del centenario del nacimiento del poeta , en el 1998 "Federico Garcia Lorca: De Granada a la Luna"
Hay cerca de cincuenta versiones vocales desde el mundo de la clásica, a partir de los trabajos del holandés Erik Lotichius, y sobre todo del finés Einojuhani Rautavaara, con discos grabados en varias partes del mundo desde Finlandia a Nueva Zelanda pasando por Norteamérica. Pero por acortar la entrada, he selecciónado solo dos versiones diferentes, la primera del quinteto barcelones, "Los Aurora", con una propuesta que navega entre el flamenco y el jazz, el rock y la electrónica, lo tradicional y lo contemporáneo. y que incluyen en su album Aurora (taller de músics) del 2017
La otra propuesta es la del trío "Los Lorca" formado por las voces de Partridge Boswell y Peter Money, junto con el guitarrista Nat Williams, que fuscionan la poesía y la música, desde una perspectiva mas cercana al rock. Asi sonaba este tema en su disco "Last Night in America" del 2020
Una canción sobre la luna llena, que se basa en una obra clásica compuesta entre 1900 y 1901, y estrenada en 1901 por Serguéi Rajmáninov, el "Piano Concerto No. 2 in C minor, Op. 18" En el año 1945, Buddy Kaye y Ted Mossman escriben la canción Full Moon and Empty Arms Mossman usa el tercer movimiento de la obra de Rajmaninov, como base sonora de esta canción
Comienzo por la versión del Steve Kuhn Trio de su disco del 2006 Pavane for a dead princess, mi versión favorita y que de nuevo está disponible en youtube
Pero la canción además de música tenía letra, y de las versiones vocales, me quedaría con la de Frank Sinatra, del año 1946, un tema romántico con esa voz, y poco más se puede pedir
Una de las versiones mas conocidas es la de Bob Dylan, que la graba en el 2015, para su disco Shadows in the Night, Hay un vídeo curioso que compara las versiones de Sinatra, Robert Goulet y Dylan, juzgar vosotros mismos
Otra curiosidad son las versiones en otros idiomas, en el año 1962, el matrimonio mexicano de Carmela Rey y Rafael Vazquez (Carmela y Rafael) grabaron esta versión de Mario Montes, con el título de "Sublime Amor"
Escuchando a Rajmaninov no puedo olvidar esta famosa canción que se inspira parcialmente en la música de él. Me refiero a Eric Carmen y su famoso All by myself
Luna paliducha hija de la noche candil de desvelados flor de luz. A tu tallo rogamos los nocturnos llorantes desamados constantes los hijos de la luz. ¡Oh, diosa odiosa para los nerviosos, adorable camelia para nos. Yo tenía una deuda contigo luna hermana, jamás te escribí un verso nunca reparé en tí, (tenemos otras cosas que cantar los poetas) así en la tierra como en el añil
Pero tu puedes luna (porque tienes poderes) lánzanos tu energía tus rayos de alcanfor, se para los sufrientes pastilla de amoniaco hechiza a los insomnes lunáticos de amor.
Gloria Fuertes, Historia de Gloria (Amor, humor y desamor) (1980)
Nueva Semana con la Navidad que se acerca, este año, en vez de daros la lata con villancicos, he decido poner poemas y canciones relativas a la luna, ayer fue la última luna llena del año, y es un buen motivo, o tan bueno como cualquier otro
A este bello poema de Gloria Fuertes, le puso música Moncho Otero, y en esta ocasión en vez de cantarlo con su partenaire habitual Rafa Otero (Versos sobre el Pentagrama), lo canta la chilena Cristina Narea
¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora? ¿Qué miran los poetas andaluces de ahora? ¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?
Cantan con voz de hombre, ¿pero donde están los hombres? con ojos de hombre miran, ¿pero donde los hombres? con pecho de hombre sienten, ¿pero donde los hombres?
Cantan, y cuando cantan parece que están solos. Miran, y cuando miran parece que están solos. Sienten, y cuando sienten parecen que están solos.
¿Es que ya Andalucia se ha quedado sin nadie? ¿Es que acaso en los montes andaluces no hay nadie? ¿Qué en los mares y campos andaluces no hay nadie?
¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta? ¿Quién mire al corazón sin muros del poeta? ¿Tantas cosas han muerto que no hay más que el poeta?
Cantad alto. Oireis que oyen otros oidos. Mirad alto. Veréis que miran otros ojos. Latid alto. Sabreis que palpita otra sangre.
No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo. encerrado. su canto asciende a más profundo cuando, abierto en el aire, ya es de todos los hombres.
Rafael Alberti: Baladas y canciones del Paraná (1954)
Cumplo uno de los propósitos del pasado lunes, cuando hablaba de los grandes éxitos de Aguaviva. Este tema de su primer LP "Cada vez más cerca" era el penúltimo corte de la cara B, y sonaba impactante a finales de los sesenta
Rosa León junto a Rafael Alberti, graban esta versión en su disco de 1989, "Paloma desesperada" (décimo octava pista)
Acabo con la versión de Aguaviva y Los Lobos, juntos en un recital en la Universidad Complutense de Madrid de 2018 comienzan cantando "Vientos del Pueblo" tema de Los Lobos y siguen con Poetas Andaluces, una gozada, al menos para mí
Cuando llueve y reviso mis papeles, y acabo tirando todo al fuego: poemas incompletos, pagarés no pagados, cartas de amigos muertos, fotografías, besos guardados en un libro, renuncio al peso muerto de mi terco pasado, soy fúlgido, engrandezco justo en cuanto me niego, y así atizo las llamas, y salto la fogata, y apenas si comprendo lo que al hacerlo siento, ¿no es la felicidad lo que me exalta?
Cuando salgo a la calle silbando alegremente -el pitillo en los labios, el alma disponible- y les hablo a los niños o me voy con las nubes, mayo apunta y la brisa lo va todo ensanchando, las muchachas estrenan sus escotes, sus brazos desnudos y morenos, sus ojos asombrados, y ríen ni ellas saben por qué sobreabundando, salpican la alegría que así tiembla reciente, ¿no es la felicidad lo que se siente?
Cuando llega un amigo, la casa está vacía, pero mi amada saca jamón, anchoas, queso, aceitunas, percebes, dos botellas de blanco, y yo asisto al milagro -sé que todo es fiado-, y no quiero pensar si podremos pagarlo; y cuando sin medida bebemos y charlamos, y el amigo es dichoso, cree que somos dichosos, y lo somos quizá burlando así la muerte, ¿no es la felicidad lo que trasciende?
Cuando me he despertado, permanezco tendido con el balcón abierto. Y amanece: las aves trinan su algarabía pagana lindamente: y debo levantarme pero no me levanto; y veo, boca arriba, reflejada en el techo la ondulación del mar y el iris de su nácar, y sigo allí tendido, y nada importa nada, ¿no aniquilo así el tiempo? ¿No me salvo del miedo? ¿No es la felicidad lo que amanece?
Cuando voy al mercado, miro los abridores y, apretando los dientes, las redondas cerezas, los higos rezumantes, las ciruelas caídas del árbol de la vida, con pecado sin duda pues que tanto me tientan. Y pregunto su precio, regateo, consigo por fin una rebaja, mas terminado el juego, pago el doble y es poco, y abre la vendedora sus ojos asombrados, ¿no es la felicidad lo que allí brota?
Cuando puedo decir: el día ha terminado. Y con el día digo su trajín, su comercio, la busca del dinero, la lucha de los muertos. Y cuando así cansado, manchado, llego a casa, me siento en la penumbra y enchufo el tocadiscos, y acuden Kachaturian, o Mozart, o Vivaldi, y la música reina, vuelvo a sentirme limpio, sencillamente limpio y pese a todo, indemne, ¿no es la felicidad lo que me envuelve?
Cuando tras dar mil vueltas a mis preocupaciones, me acuerdo de un amigo, voy a verle, me dice: «Estaba justamente pensando en ir a verte». Y hablamos largamente, no de mis sinsabores, pues él, aunque quisiera, no podría ayudarme, sino de cómo van las cosas en Jordania, de un libro de Neruda, de su sastre, del viento, y al marcharme me siento consolado y tranquilo, ¿no es la felicidad lo que me vence?
Abrir nuestras ventanas; sentir el aire nuevo; pasar por un camino que huele a madreselvas; beber con un amigo; charlar o bien callarse; sentir que el sentimiento de los otros es nuestro; mirarme en unos ojos que nos miran sin mancha, ¿no es esto ser feliz pese a la muerte? Vencido y traicionado, ver casi con cinismo que no pueden quitarme nada más y que aún vivo, ¿no es la felicidad que no se vende?
En este libro con el que Gabriel Celaya, obtiene el Premio de la Crítica, es el año de su ruptura con el pasado de reinventarse trasladarse a vivir al madrileño barrio de Prosperidad, y comprobar que la felicidad es el vivir consecuentemente en cada instante, y por supuesto apoyado en su compañera Amparo
No hay versiones musicadas de este poema por lo que siguiendo el poema de Celaya, os dejo con la que quizá sea la pieza mas conocida de Kachaturian, la danza del sable