Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Último día de la semana dedicado a este libro de Luis Cernuda, poemas poco conocidos pero llenos de sentimientos. La primera versión corre a cargo de Toti Soler que también la grabó en su disco "Vita Nuova" del 2002, (noveno corte)
Bajamos por el Mediterráneo hacia tierras de Levante, para escuchar la versión de Ina Martín en su primer disco del 2017 (presentado en Denia) donde graba este tema musicado por Enric Murillo, que es el tercer tema de su disco y donde nos muestra su gran voz
Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos.
¿Qué queda de las alegrías y penas del amor cuando éste desaparece? Nada, o peor que nada; queda el recuerdo de un olvido. Y menos mal cuando no lo punza la sombra de aquellas espinas; de aquellas espinas, ya sabéis.
Las siguientes páginas son el recuerdo de un olvido.
Como los erizos, aparece como prefacio del libro "Donde habite el olvido". Silvia Comes y Lidia Pujol, lo musicaron en su disco del mismo nombre de 1998. Una belleza
El poema está basado en la parábola “El dilema del erizo”, escrita por Arthur Schopenhauer en su obra Parerga & Paralipomena, de 1851
Era un sueño, aire
Tranquilo en la nada;
Al abrir los ojos
Las ramas perdían.
Exhalaba el tiempo
Luces vegetales,
Amores caídos,
Tristeza sin donde.
Volvía la sombra;
Agua eran sus labios.
Cristal, soledades,
La fuente, la lámpara.
Pasión sin figura,
Pena sin historia;
Como herida al pecho,
Un beso, el deseo.
No sabes, no sabes. Luis Cernuda: Donde habite el olvido (1934)
Otro poema del libro de Cernuda, en esta ocasión musicado por el veterano Toti Soler (Jordi Soler i Galí) músico ligado en su tiempo a la "Nova Canço", y que se recoge en su disco del 2002 "Vita Nuova" (noveno corte)
Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo solo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allá donde termine ese afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido. Luis Cernuda: Donde habite el olvido (1934)
Esta semana, he recogido poemas del que quizá sea mi libro favorito de Luis Cernuda, "Donde habite el olvido" escrito entre 1932 y 1933 y publicado en 1934, en este libro. Cernuda se aleja del surrealismo poético, y se inspira en una rima de Bécquer (la LXVI, de la que toma el título, que coincide con el penúltimo verso de Bécquer)
¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura;
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas;
en donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
I Nadie fue ayer, ni va hoy, ni irá mañana hacia Dios por este mismo camino que yo voy. Para cada hombre guarda un rayo nuevo de luz el sol... y un camino virgen Dios.
II Deshaced ese verso. Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia y hasta la idea misma. Aventad las palabras, y si después queda algo todavía, eso será la poesía.
III Poesía, tristeza honda y ambición del alma, ¡cuándo te darás a todos ... a todos, al príncipe y al paria, a todos ... sin ritmo y sin palabras.
IV Sistema, poeta, sistema. Empieza por contar las piedras, luego contarás las estrellas.
V Poeta, ni de tu corazón, ni de tu pensamiento, ni del horno divino de Vulcano han salido tus alas. Entre todos los hombres las labraron y entre todos los hombres en los huesos de tus costillas las hincaron. La mano más humilde te ha clavado un ensueño... una pluma de amor en el costado.
VI No andes errante... y busca tu camino. -Dejadme-. Ya vendrá un viento fuerte que me lleve a mi sitio.
Esta semana he estado poniendo poemas sueltos de los Poemas Menores de Versos y Oraciones del Caminante de León Felipe. Me parece interesante, escucharlos acompañados con música cuando es posible. Tomás Galindo ha leido los seis primeros poemas
VII
¿Qué me importa que se borren
los caminos de la tierra
con el agua
que ha traído esa tormenta?
Mi pena es porque esas nubes tan negras
han borrado las estrellas.
VIII
Para mí el bordón sólo.
A vosotros os dejo
la vara justiciera,
el caduceo,
el báculo
y el cetro.
Para mí el bordón sólo del romero …
Yo quiero el camino blanco y sin término.
IX
No es lo que me trae cansado
este camino de ahora.
No cansa
una vuelta sola.
Cansa el estar todo un día,
hora tras hora,
y día tras día un año
y año tras año una vida
dando vueltas a la noria.
X
Que se quede así ya
-desnudo y vacío- el corazón.
¿A qué vestirle de nuevo,
a qué otra vez colmarle de amor
si otra vez, al fin, ha de venir el tiempo
a llevárselo todo como un ladrón?
XI
Huyen. Se ve que huyen
vueltas de espaldas a la tierra.
Nosotros no hemos visto todavía
los ojos de una estrella.
Para buscar lo que buscamos
(¿dónde está mi sortija?) una cerilla es buena,
y la luz del gas,
y la maravillosa luz eléctrica …
Nosotros no hemos visto todavía
los ojos de una estrella.
León Felipe grabó cinco de estos poemas en el siguiente orden I, VIII, VII, XI, IX
En el año 2015, Evoeh graba su disco "El poeta del viento" dedicado a León Felipe. En la canción titulada "Poemas menores" pone música a tres de estos poemas, concretamente el VII, XI, y IX
Ayer llegamos a Santiago y hoy, sábado de vuelta al bus a realizar un largo viaje. No deseaba acabar la semana sin incluir una canción de viernes, que en este caso va con retraso. He elegido este tema tradicional inglés, que posiblemente se remonte al siglo XII, Scarborough Fair, con multitud de versiones y grabada por primera vez a mediados de los años cincuenta. Una canción de desamor, donde se repiten los elementos de una pócima amorosa, muy en uso en la Edad Media: Perejil, salvia, romero y tomillo (Parsley, Sage, Rosemary and Thyme). Hay muchas versiones, pero comenzaremos por una tonada tradicional, grabada por Audrey Coppard en 1956
Hay multitud de versiones y letras diferentes aunque la más conocida es la del dúo Simon & Garfunkel del álbum Parsley, Sage, Rosemary and Thyme de 1966.
La segunda versión que os propongo, es la realizada por Luar Na Lubre, titulada Romero Ao Lonxe, que traslada la historia a San Andrés de Teixido (donde va de muerto el que no fue de vivo), Lugar que me encanta y sigue fascinando cada vez que vuelvo
Para elegir más versiones, entre las mas de quinientas existentes, tiro de recuerdos. La primera por seguir un orden cronológico es la de José Guardiola, que debe estar en algún lugar de mi memoria, de 1969
La siguiente, es una versión instrumental de 1970, aunque yo la escuché mas tarde, me parece una versión bastante inusual grabada por Paul Desmond al saxofón, para su disco "Bridge over Troubled Water", aunque esta canción no pertenecía a ese disco de Simon & Garfunkel, merece sin duda estar incluida (era el tercer corte de la cara B, y el único tema que no era una versión del disco original) Le acompañaba a los teclados Herbie Hancock y se nota
La sexta propuesta tiene de nuevo sabor hispano, es una versión con ritmo canción de cuna rock metal realizada por Mago de Oz en su disco del 2000 Finisterra, titulada "Duerme"
Acabo con una versión muy suave, la que realizó Carly Simon, en su disco del 2007 "Into White" (undécimo corte) Vigésimo primer disco de esta gran artista, que incluía temas propios y versiones de canciones de otros artistas, pero siempre desde su mirada