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19 de noviembre de 2020

La última costa. Francisco Brines Nuevo Premio Cervantes del año 2020.


La última costa

Había una barcaza, con personajes torvos,
en la orilla dispuesta. La noche de la tierra,
sepultada.
Y más allá aquel barco, de luces mortecinas,
en donde se apiñaba, con fervor, aunque triste,
un gentío enlutado.

Enfrente, aquella bruma
cerrada bajo un cielo sin firmamento ya.
Y una barca esperando, y otras varadas.
Llegábamos exhaustos, con la carne tirante, algo seca.
Un aire inmóvil, con flecos de humedad, flotaba en el lugar.
Todo estaba dispuesto.
La niebla, aún más cerrada,
exigía partir. Yo tenía los ojos velados por las lágrimas.
Dispusimos los remos desgastados
y como esclavos, mudos,
empujamos aquellas aguas negras.
Mi madre me miraba, muy fija, desde el barco
en el viaje aquel de todos a la niebla.

Francisco Brines La última costa Tusquets 1995

https://youtu.be/DizPlQ9gtSs

 


El pasado lunes concedieron el premio Cervantes a Francisco Brines, el último representante de la generación de los cincuenta, el único que no hizo poesía social, pero con una poesía refinada que oscila entre lo sensual y lo místico. Con una vida poco convencional y apartada de lo mundano La última costa es su último libro. Libro que se inicia con poemas de la infancia y termina con poemas de la vida vista desde el más allá.

Sin embargo su libro mas querido es “El otoño de las rosas”, que incluye el poema homónimo

Vives ya en la estación del tiempo rezagado:
lo has llamado el otoño de las rosas.
Aspíralas y enciéndete. Y escucha,
cuando el cielo se apague, el silencio del mundo.”

Un otoño que como en el atardecer de la vida se llena de momentos alegres en el recuerdo

https://youtu.be/Rwr6-zxvfU8


Acabo con esta frase de la entrevista de Francisco Brines en el 2002 recogida por Claudia Posadas en la revista Espéculo

“Si a la vida se le exige poco y se le agradece lo que nos da, se está en el camino de la felicidad. Creo que la madurez, que en mi caso ya es más que eso, posibilita esa instalación tan sabia y tan justa. Es como cuando uno mira atrás y se da cuenta que lo tiene todo; por ejemplo, recuerdo una tarde en que no sucedió nada, pero era feliz porque me sentía bien en el mundo. Estaba quizá con unas personas, leyendo, o escuchando música. Pero recuerdo ese momento con gran felicidad, y la memoria vuelve y vuelve y uno dice “pero si esto me lo da la vida todos los días”. Y uno recuerdo cómo le exigía otra cosa. Ahora me instalo en el campo, estoy con mi lectura, viendo la luz, en el atardecer de la vida, sintiendo como fluye porque tengo salud. Lo malo sería tener dolor. Se puede ser feliz con ese esplendor modesto que te da cada día, que no es el esplendor de un gran amor, por ejemplo. A mi edad me sobrecogería un gran amor, me produciría un trastorno que ya no podría superar, por lo tanto eso ya no lo espero. La vida me da cosas maravillosas, la amistad es un sentimiento hermoso; también está el amor a la naturaleza, que es uno de los aspectos en mi obra más positivos. En fin, hay muchas cosas que nos pueden dar una felicidad modesta”

En la lenta caída de la tarde, distantes ya
las horas del oro de la siesta,
la intimidad del campo hace feliz la vida;
va la tierra, con flores y con montes, a la orilla del mar,
y deliran los pájaros en la rosa de luz,
antes que sea el cielo el panal bullicioso
y callado de los astros
.

https://youtu.be/cMOHAcjlIWs


 

Buen jueves

18 de noviembre de 2020

Frontera, poema de Francisca Aguirre en recuerdo de Antonio Machado

 


 

Frontera

Yo, que llegué a la vida demasiado pronto,

que fui —que soy— la que se anticipó,

la que acudió a la cita antes de tiempo

y tuvo que esperar en la consigna

viendo pasar el equipaje de la vida

desde el banco neutral de la deshora.

  

Yo, que nací en el treinta, cuando es cierto

—como todos sabéis— que nunca debí hacerlo,

que hubiera yo debido meditarlo antes,

tener un poco de paciencia y tino

y no ingresar en este tiempo loco

que cobra su alquiler en monedas de espanto.

  

Yo, que vengo pagando mi imprudencia,

que le debo a mi prisa mi miseria,

que hube de trocear mi corazón en mil pedazos

para pagar mi puesto en el desierto,

yo, sabedlo, llegué tarde una vez a la frontera.

  

Yo, que tanto me había anticipado,

no supe anticiparme un poco más

(al fin y al cabo, para pagar

en monedas de sangre y de desdicha

qué pueden importar algunos años).

  

Yo, que no supe nacer en el cuarenta y cinco,

cometí el desafuero, oídlo,

de llegar tarde a la frontera.

Llegué con los ojos cegados de la infancia

y el corazón en blanco, sin historia.

Llegué (Señor, qué imperdonable)

con nueve años solamente.

Llegué, tal vez al mismo tiempo que él,

pero en distinto tiempo.

No lo supe.

(Oh tiempo miserable e injusto.)

Estuve allí —quizá lo vi—,

pero era tarde.

  

Yo era pequeña

y tenía sueño.

Don Antonio era viejo

y también tenía sueño.

(Señor, qué imperdonable:

haber nacido demasiado pronto

y haber llegado demasiado tarde.)

 

Francisca Aguirre. Ítaca. 1972

Iba a hablaros de otro poeta de la generación de los cincuenta, el valenciano Francisco Brines, reciente ganador del premio Cervantes de este año, pero como tenía pendiente el hablar de Francisca Aguirre, otra poetisa de la generación de los cincuenta, que narra en este poema su posible encuentro con Antonio Machado en un éxodo cruel como todos

https://youtu.be/fXvIUZx_FRY

 


Francisca Aguirre fue premio nacional de las letras en el 2018, falleció poco después el 13 de abril de 2019 con 78 años, gran escritora poco conocida, si tenéis curiosidad os dejo con una entrevista done explica el contexto del poema de hoy, y lo vuelve a recitar

https://youtu.be/ANd-Z4fG0oA


 

Buen miércoles

 

17 de noviembre de 2020

De ruta Jacobea. Romance de Don Gaiferos de Mormaltán. Anónimo siglo XIII cantado por Luar na lubre, Amancio Prada y más

 

Romance de Don Gaiferos de Mormaltán

I onde vai aquil romeiro, meu romeiro a donde irá,
camiño de Compostela, non sei se alí chegará.
Os pés leva cheos de sangue, xa non pode máis andar,
malpocado, probe vello, non sei se alí chegará.
Ten longas e brancas barbas, ollos de doce mirar,
ollos gazos leonados, verdes como a auga do mar.
–I onde ides meu romeiro, onde queredes chegar?
Camiño de Compostela donde teño o meu fogar.
–Compostela é a miña terra, deixeina sete anos hai,
relucinte en sete soles, brilante como un altar.
–Cóllase a min meu velliño, vamos xuntos camiñar,
eu son trobeiro das trobas da Virxe de Bonaval.
–I eu chámome don Gaiferos, Gaiferos de Mormaltán,
se agora non teño forzas, meu Santiago mas dará.
Chegaron a Compostela, foron á Catedral,
Ai, desta maneira falou Gaiferos de Mormaltán:
–Gracias meu señor Santiago, aos vosos pés me tes xa,
si queres tirarme a vida, pódesma señor tirar,
porque morrerei contento nesta santa Catedral.
E o vello das brancas barbas caíu tendido no chan,
Pechou os seus ollos verdes, verdes como a auga do mar.
O bispo que esto oíu, alí o mandou enterrar
e así morreu señores, Gaiferos de Mormaltán.
Iste é un dos moito miragres que Santiago Apóstol fai.

Romance Anónimo Siglo XIII, publicado por Faustino Santalices (Zanfonista) en 1954

https://youtu.be/NgScLX9DV3I

 


El Romance trata de una peregrinación a Santiago con las dificultades que conlleva y que finaliza con la muerte del peregrino en la catedral donde se le entierra, Parece que la figura que da origen al romance es la muerte de Guillermo X, duque de Aquitania que en su senectud decidió viajar a Santiago, falleciendo según las crónicas el Viernes Santo de 1137 en Compostela, otros historiadores no contemplan la muerte en fecha ni lugar tan exacto pero si, realizando el camino jacobeo.

Gaiferos  proviene pues de Guillermo o Walfarius, y en este caso Este Don Gaiferos no tiene nada que ver con el Romance de Don Gaiferos y Doña Melisendra, que relata Cervantes en el Quijote (capítulo 26 segunda parte) aunque reconozco que esta pista es la que me ha llevado a este poema

Hay varias versiones musicadas. La primera grabada después de la de Faustino Santalices en la de Amancio Prada en 1976, sexto tema de la cara B de su LP “Caravel de caraveles”

https://youtu.be/fGLZyU13tgM

 



La segunda versión es la de Paloma Suanzes, en su disco “Feitizo” (quinto corte) en 1999. Una gran voz

https://youtu.be/4x4owIkxfuE

 


La tercera versión es la de Luar na Lubre, que lo grabaron en su disco “Solsticio” de 2010 (décimoquinto corte)

https://youtu.be/9paNYD0mz4o

 



Creo que merece la pena leer la letra aunque sea en gallego, por la belleza que emana. Buen martes