La más bella niña de nuestro lugar,
hoy viuda y sola y ayer por casar,
viendo que sus ojos a la guerra van,
a su madre dice, que escucha su mal:
Dejadme llorar, orillas del mar.
Pues me diste, madre, en tan tierna edad
tan corto el placer, tan largo el pesar;
y me cautivaste de quien hoy se va
y lleva las llaves de mi libertad.
Dejadme llorar, orillas del mar.
Dulce madre mía, ¿quién no llorará
aunque tenga el pecho como un pedernal,
y no dará voces viendo marchitar
los más verdes años de mi mocedad?
Dejadme llorar, orillas del mar.
En llorar conviertan mis ojos, de hoy más,
el sabroso oficio del dulce mirar,
pues que no se pueden mejor ocupar,
yéndose a la guerra quien era mi paz.
Dejadme llorar, orillas del mar.
Luis de Góngora: Romances amorosos, XV, escrito sobre 1580, publicado en el Manuscrito Vicuña (1627)
Hoy me he acordado de Góngora. Luis de Góngora y Argote (1561-1627), es un poeta y dramaturgo cordobés del Siglo de Oro español máximo representante del culteranismo o gongorismo. Nació en una familia ilustre. Estudio en la Universidad de Salamanca. Recibió órdenes religiosas menores y fue canónigo de la Catedral de Córdoba. Su pequeño cargo eclesiástico le permitió viajar por España con frecuencia. Felipe III, el piadoso, le nombró capellán real y se trasladó a Madrid donde pasó gran parte de su vida.
Góngora siempre fue polémico en su vida personal y como poeta.. Su poesía tiene carácter satírico y burlesco. Su imagen la conocemos porque Velázquez le hizo un retrato, que se puede ver en el Museo del Prado.
Su carácter lo describe su gran enemigo Quevedo como jovial, sociable, hablador y amante del lujo, de las cartas y de los toros. Se le reprochaba con frecuencia que no dignificaba los hábitos eclesiásticos. Góngora es un poeta barroco. En su obra se distinguen dos períodos. En el primero es el Príncipe de la luz” con poemas cortos y romances sencillos hasta 1610 y el segundo “El príncipe de las tinieblas” con poemas cultos pero muy difíciles de entender.
Estando en Madrid en la corte de Felipe III se arruinó buscando cargos y enchufes para casi todos sus familiares. Perdió la memoria y marchó a Córdoba, donde murió en 1627 de un ictus rodeado de una pobreza extrema.
Este poema ha sido musicalizado en varias ocasiones, la primera por Paco Ibañez en su primer disco Paco Ibañez I de 196, y luego en su doble CD “Paco Ibáñez canta a los poetas andaluces” del 2008. Os dejo con un directo de hace seis años en Montevideo en el 2015
La siguiente versión es la de Isabel Parra en su segundo disco de 1968 Isabel Parra II, reeditado más amplio en el 2002. Isabel sigue la versión de Paco Ibáñez, pero con mucha más calidez en su voz
La tercera versión es una canción basada en el romance de Góngora, realizada por Manzanita en 1988, en su albúm “En voz baja a las rosas”, con el título “Dejadme Llorar”, reeditado en 1992 y 2001, con otros formatos y otros títulos
En los años noventa y posteriores, la poesía parece haber abandonado el mundo de la música al menos en gran medida, y Luis de Góngora, tuvo que esperar casi treinta años a que Antonio Selfa le pusiera música y lo cantara en el 2016, con esa voz y esa forma tan personal
Ahora parece que son mejores tiempos para la lírica, este año 2021, Joaquín Ballester e Irene Pérez graban esta gran versión muy indie, y diferente a lo anteriormente escuchado y grabado
No puedo dejar de poner una versión que parece más un trabajo escolar, pero que me ha impresionado, al mezclar el poema con una bella música con imágenes de la Interminable Guerra de Siria y de la Pandemia, realizado por Aitana Amoros en mayo de 2020, creo que merece la pena escucharlo y verlo
Buen jueves