De tanto hablar la pasada semana de poetas y músicos de tierras riojanas, me apetecía contar algo de uno de los padres de la escritura castellana, el gran Gonzalo de Berceo, (1196 a 1264) monje en el Monasterio de San Millán de la Cogolla. Coincide que hace poco más de un mes, acabé comprando la edición de Cátedra de "Milagros de Nuestra Señora" por lo que me ha parecido una buena idea dedicar cuatro días de esta semana a cuatro de sus Milagros, que el bueno de Gonzalo adaptó de los latines. Pero como una imagen vale más que mil palabras os dejo con este vídeo
A continuación os propongo de esa misma emisión el sexto relato de los Milagros "El ladrón devoto",
Había un ladrón malo que prefería hurtar
a ir a las iglesias o puentes levantar;
solía con lo hurtado su casa gobernar,
tomó costumbre mala que no podía dejar.
Entre todo lo malo tenía una bondad
que al final le valió y le dio salvedad:
creía en la Gloriosa con toda voluntad
y siempre saludaba hacia su majestad.
Como aquel que mal anda en mal ha de caer,
una vez con el hurto lo hubieron de prender;
como ningún consejo lo pudo defender
juzgaron que en la horca lo debían poner.
Lo llevó la justicia para la encrucijada
donde estaba la horca por el concejo alzada,
cerránronle los ojos con toca bien atada,
alzáronlo de tierra con la soga estirada.
Alzáronlo de tierra cuando alzarlo quisieron,
cuantos estaban cerca por muerto lo tuvieron:
más si antes supiesen lo que después supieron
nunca le hubieran hecho todo lo que le hicieron.
La Madre gloriosa, tan ducha en acorrer,
la que suele a sus siervos en las cuitas valer,
a este condenado quísolo proteger,
recordose el servicio que solía hacer.
Puso bajo sus pies, donde estaba colgado,
sus manos preciosísimas; túvolo levantado;
no se sintió por cosa ninguna embarazado,
ni estuvo más vicioso nunca ni más pagado.
Al fin al tercer día vinieron los parientes,
vinieron los amigos y vecinos clementes;
venían para descolgarlo rascados y dolientes,
pero estaba mejor de lo que creían las gentes.
Y estuvieron de acuerdo toda esa mesnada
en que los engaño una mala lazada,
que debían degollarlo con hoz o con espada:
por un ladrón no fuera la villa deshonrada.
Fueron por degollarlo los mozos más livianos
con buenos serraniles, grandes y bien adianos:
metió Santa María entre medio las manos
y quedaron los cueros de su garganta sanos.
Lo dejaron en paz que siguiese su vía,
porque no querían ir contra Santa María;
su vida mejoró, se apartó de folía,
cuando cumplió su curso murióse de su día.
A madre tan piadosa, de tal benignidad,
que en buenos como en malos ejerce su piedad,
debemos bendecirla de toda voluntad:
aquél que la bendijo ganó gran heredad.
Gonzalo de Berceo Milagros de Nuestra Señora VI (1252)
Sorprende la ingenuidad del relato, pero la vida sería más sencilla. Tanto el anterior vídeo como éste, forman parte del episodio "Los Milagros de Nuestra Señora", que dentro de la serie "Los Libros", emitió TVE el 19 de abril de 1976, siendo el episodio dirigido por Jaime Chavarri y Alfonso Ungría. El jueves os dejaré el enlace para ver el episodio completo de casi una hora de duración, ya que en alguna ocasión lo volverá a utilizar
Acabo con la versión musicada del poema del Arcipreste de Hita "Mucho Faz el Dinero" por Javier Bergia y Begoña Olavide
Aunque recuerda que por mucho que haga el dinero, no compra milagros, al menos de los de antes. Buen día