Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
Este es el otro poema de Federico García Lorca, declamado
por la inconfundible voz de Chavela Vargas, en su disco de 2012, Luna Grande
donde homenajeaba a Federico García Lorca, era el tema con el que se cerraba el
disco (décimo noveno)
Lógicamente la siguiente propuesta debe ser la versión de
Paco Ibáñez, que también cantó ambos poemas, el de hoy en el Albúm “Por una
canción” de 1990 (segundo corte) con el
título de Córdoba
La última propuesta es la realizada por un duo argentino “Belek
& Vare” que grabaron en el 2015 un disco titulado “Locura eterna de todo poeta”
en cuya pista quinta sonaba esta versión
Te recuerdo como eras en el último otoño.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.
Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
Siento viajar tus ojos y es distante el otoño:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.
Pablo Neruda. “20
Poemas de Amor y una Canción Desesperada” (sexto poema). Junio de 1924
Es otoño y ciertamente como alguien me recordó el otro
día los poemas y las canciones de otoño suelen ser tristes, para empezar el
otoño y dado que en este verano he vuelto a tiempos adolescentes, he pensado en
este poema de un libro que fue un tiempo breve uno de mis favoritos. Neruda lo
publica con 19 años, así que es normal esa pasión que destilan estos poemas,
que siempre agradan recordar.
En 1977, Paco Ibáñez publica con el argentino “Cuarteto
Cedrón” su albúm “Paco Ibáñez canta a Pablo Neruda” que incluye esta versión musicada.
Es un disco curioso como cuentan en le vídeo que incluyo, que por un lado del
LP tenía poemas del poeta argentino (de ascendencia asturiana) Raúl González
Tuñón, y por el otro seis poemas del libro “20 Poemas de Amor y una Canción Desesperada”.
Me parece una gran versión acorde con el cantante y los músicos que le
acompañaban
No conozco más versiones grabadas. Em internet, se puede
escuchar la que realiza el cantautor Vicente Monera, que como suele ser
habitual en él presenta interpretaciones muy propias de cada un ode los poemas
a los que se enfrenta. A mí personalmente me gusta porque contrasta con la de
Paco Ibáñez, y da otra magia al poema (de las muchas que debe tener).
Y para despedirme, al hablar de este libro no puedo evitar
que se me venga a la memoria un ingenioso juego de palabras del admirado Luis
Eduardo Aute, quien en 1985, publica su disco “20 canciones de amor y un poema
desesperado” , que incluye veinte de sus canciones de amor, un prólogo (¡Lástima
Luis!) y un epílogo que es el poemadesesperado con el que me despido
Ya no es
mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy solo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.
II
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.
Con este
libro Borges, retoma la publicación de poemas (“Desde Cuaderno San Martín
(1929) hasta El hacedor (1960) la obra poética de Borges no se había
incrementado sino en seis poemas. El hacedor registra un aumento
numérico no excesivo, pero relativamente sensible: 23 nuevas composiciones. Sin
duda la actividad del Borges lírico parecía muy ralentizada con relación a su
obra en prosa”) En este libro se recogen íntegros, todos los poemas de El
hacedor y se mientras aporta cincuenta y siete poemas nuevos. Poemas de
tono sosegado como el que os propongo hoy, dos sonetos enlazados donde la vida
acepta la enfermedad o la ceguera y la próxima llegada de la muerte
Jairo
musicalizó la segunda parte de este poema en su disco de 1975 “Jairo canta a
Borges” (primer corte de la cara B)
Ya que ayer hablaba del granadino Esteban Valdivieso,
parece obligado quedarse un poco más en Granada aunque tenga que ser virtualmente
y con que anfitrión poético mejor que con Lorca. Poeta que ha sido cantado de
múltiples formas y estilos, este pequeño poema sirve de ejemplo
Para llega a una versión a ritmo pop de la banda cántabra
Billy Boom Band (que también forman parte de “la sonrisa de Julia”),
en su disco del 2018 Lorca Pop
Este pequeño poema intimista como el resto de los de
Soledades. Ha sido musicado en varias ocasiones, pero solo tengo constancia de
su grabación en dos ocasiones, la primera por el Granadino nacido en Nador. Esteban
Valdivieso, uno de los exponentes de la canción del Sur fallecido en 2008 a
los 57 años, en su disco “Poetas de todas las Al-Andalus” del 2006, tres años
antes este tema había formado parte del disco recopilatorio “La palabra mas
tuya, Cantando a Machado”
La segunda grabación es la de del cordobés Chico
Herrera, del disco "La era Gorgias" grabado en directo en el
anfiteatro del jardín botánico de Córdoba el 16 de julio de 2010. En este
concierto canta con el musico de Madagascar Kilema, y desde el 2013 dan algunos
conciertos juntos, Chico Herrera tiene una voz muy personal y muchos trabajos
interesantes con poetas jóvenes, así que espero tener tiempo para volver a hablar
de él
Acabo cruzando el charco a ratos con la versión del bonaerense Claudio Bruzzese, a ritmo de zamba, en una grabacion realizada en una población de la sierra madrileña en el 2014, hay alguna posterior en Buenos Aires pero me parecen de peor calidad
No encuentro paz, ni me permiten guerra;
De fuego devorado, sufro el frío;
Abrazo un mundo, y quédome vacío;
Me lanzo al cielo, y préndeme la tierra.
Ni libre soy, ni la prisión me encierra;
Veo sin luz, sin voz hablar ansío;
Temo sin esperar, sin placer río;
Nada me da valor, nada me aterra.
Busco el peligro cuando auxilio imploro;
Al sentirme morir me encuentro fuerte;
Valiente pienso ser, y débil lloro.
Cúmplese así mi extraordinaria suerte;
Siempre a los pies de la beldad que adoro,
Y no quiere mi vida ni mi muerte.
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Gertrudis Gómez de Avellaneda (Camagüey, Cuba1814 –
Madrid, 1873) fue uno de los mejores escritores románticos españoles, su problema
ser mujer, Escritora de prestigio, novelista autora de obras de teatro, poeta,…
fue la primera mujer en ser propuesta como miembro de la Real Academia Española
de la Lengua, en 1853 se desestimó la petición a pesar de su reconocimiento
literario por el hecho de ser mujer (Carmen Conde no entró hasta 1979), además
había escrito una novela antiesclavista en 1841 (diez años antes de la
publicación por la escritora estadounidense Harriet Beecher Stowe, de “La
cabaña del Tio Tom”. Además estaba a favor de la igualdad de la mujer y del
matrimonio interracial, demasiado para la mentalidad retrógrada del XIX. Solo
he encontrado un poema musicado
A él
No existe lazo ya: todo está roto:
plúgole al cielo así: ¡bendito sea¡
Amargo cáliz con placer agoto:
mi alma reposa al fin: nada desea.
Te amé, no te amo ya: piénsolo al menos:
¡nunca, si fuere error, la verdad mire!
Que tantos años de amarguras llenos
trague el olvido: el corazón respire.
Lo has destrozado sin piedad: mi orgullo
una vez y otra vez pisaste insano...
Mas nunca el labio exhalará un murmullo
para acusar tu proceder tirano.
De graves faltas vengador terrible,
dócil llenaste tu misión: ¿lo ignoras?
No era tuyo el poder que irresistible
postró ante ti mis fuerzas vencedoras.
Quísolo Dios y fue: ¡gloria a su nombre!
Todo se terminó, recobro aliento:
¡Ángel de las venganzas!, ya eres hombre...
ni amor ni miedo al contemplarte siento.
Cayó tu cetro, se embotó tu espada...
Mas, ¡ay!, cuán triste libertad respiro...
Hice un mundo de ti, que hoy se anonada
y en honda y vasta soledad me miro.
¡Vive dichoso tú! Si en algún día
ves este adiós que te dirijo eterno,
sabe que aún tienes en el alma mía
generoso perdón, cariño tierno.
Vicente Monera le puso música en el 2011. Con el
bicentenario de su nacimiento se realizaron recogidas de firmas para que la RAE
la reconociera como académica honoraria, sin éxito
Gertrudis Gómez de Avellaneda dominó la poesía con
pasión. Sus dramas llenaron los teatros de la Península. Sus obras se disputaron
el primer y segundo premio, a la vez, en los Juegos Florales más selectos de
Madrid. La Real Academia de la Lengua, aterrorizada por la habilidad que poseía
la adorable criolla, se negó aceptarla bajo el pretexto de la saya.
Emocionalmente destruida por la injusticia, continuó creando obras inmortales
hasta el fin de sus días.
Además de ser reconocida como una de las más refinadas, y
a la vez de lenguaje más sencillo, poetisas de nuestro idioma, la Avellaneda
trató con dos temas primordiales de la literatura universal. Su novela Sab es
una de las mejores obras en la abolición de la esclavitud. Pocos años antes de
morir, en 1867, publicó un libro de oraciones, o pensamientos religiosos,
llamado Devocionario que la sitúa entre las místicas de pensamientos más
elevados.
La guerra es el último libro que escribe y publica
Antonio Machado en 1937, con poemas escritos en Madrid en 1936 y desde finales
de noviembre de ese año en Rocafort (Valencia) Son veinte poemas donde se
mezcla un poco de todo. Quizá el mas conocido sea la elegía a Federico García
Lorca (El crimen fue en Granada), posiblemente el mejor poema aunque mas
desgarrador sea la muerte del niño herido:
Otra vez en la noche… Es el martillo
de la fiebre en las sienes bien vendadas
del niño. —Madre, ¡el pájaro amarillo!
¡Las mariposas negras y moradas!
—Duerme, hijo mío. —Y la manita oprime
la madre, junto al lecho. —¡Oh, flor de fuego!
¿Quién ha de helarte, flor de sangre, dime?
Hay en la pobre alcoba olor de espliego;
fuera, la oronda luna que blanquea
cúpula y torre a la ciudad sombría.
Invisible avión moscardonea.
—¿Duermes, oh dulce flor de sangre mía?
El cristal del balcón repiquetea.
—¡Oh, fría, fría, fría, fría, fría!
Esta versión la grabó Elisa Serna en 1969 graba un
EP titulado “4 Poemas de Miguel Hernández, Antonio Machado y Jesús López
Pacheco”, este era el tercer corte, En la portada se anuncia a Elisa Serna como
perteneciente a “La Trágala” que fue un grupo de cantautores, surgido en 1969,
que se agruparon tras la disolución del Colectivo Canción del Pueblo.
Grupo que estuvo integrado por Elisa Serna, Hilario Camacho, Ignacio
Fernández Toca y José Manuel Bravo "Cachas" y que se
disolvió al año de su nacimiento.
Como el tema que he elegido esta semana es duro y el
poemaprevio un poco terrible, he
elegido un segundo poema más luminoso fruto claro de la luz que hay en el
Mediterráneo, se llama Amanecer en Valencia (Desde una torre)
Estas rachas de marzo, en los desvanes -hacia la mar- del tiempo; la paloma de pluma tornasol, los tulipanes gigantes del jardín, y el sol que asoma, bola de fuego entre morada bruma, a iluminar la tierra valentina…
¡Hervor de leche y plata, añil y espuma, y velas blancas en la mar latina! Valencia de fecundas primaveras, de floridas almunias y arrozales, feliz quiero cantarte, como eras, domando a un ancho río en tus canales, al dios marino con tus albuferas, al centauro de amor con tus rosales
Ya va subiendo la luna
sobre el naranjal.
Luce Venus como una
pajarita de cristal.
Ámbar y berilo,
tras de la sierra lejana,
el cielo, y de porcelana
morada en el mar tranquilo.
Ya es de noche en el jardín
-¡el agua en sus atanores!-
y sólo huele a jazmín,
ruiseñor de los olores.
¡Cómo parece dormida
la guerra, de mar a mar,
mientras Valencia florida
se bebe el Guadalaviar!
Valencia de finas torres
y suaves noches, Valencia,
¿estaré contigo,
cuando mirarte no pueda,
donde crece la arena del campo
y se aleja la mar de violeta?
Antonio Machado «Poesía
de la guerra», (1936-37)
Ha desaparecido de youtube la versión preciosa de Vicente Monera, podeis oirla en la voz de Joan Vinyals en el siguiente enlace
El libro se publica con las ilustraciones del hermano menor
de Don Antonio, responsable junto a sus hijas y a su madre de que Machado
abandonara Madrid. He elegido un par de ellas
Por no acabar con esta tristeza, que lleva la guerra, y como lo que he pensado para mañana tampoco es precisamente divertido, os propongo lfinalizar con esta canción de Marta Gómez a ver si se cumple su deseo: "Para la guerra NADA", en un directo de hace cinco años