Yo me
pregunto a veces si la noche
Yo me
pregunto a veces si la noche
se cierra al
mundo para abrirse o si algo
la abre tan
de repente que nosotros
no llegamos a
su alba, al alba al raso
que no
desaparece porque nadie
la crea: ni
la luna, ni el sol claro.
Mi tristeza
tampoco llega a verla
tal como es,
quedándose en los astros
cuando en
ellos el día es manifiesto
y no revela que
en la noche hay campos
de intensa
amanecida apresurada
no en germen,
en luz plena, en albos pájaros.
Algún vuelo
estará quemando el aire,
no por
ardiente sino por lejano.
Alguna
limpidez de estrella bruñe
los pinos,
bruñirá mi cuerpo al cabo.
¿Qué puedo
hacer sino seguir poniendo
la vida a mil
lanzadas del espacio?
Y es que en
la noche hay siempre un fuego oculto,
un resplandor
aéreo, un día vano
para nuestros
sentidos, que gravitan
hacia arriba
y no ven ni oyen abajo.
Como es la
calma un yelmo para el río
así el dolor
es brisa para el álamo.
Así yo estoy
sintiendo que las sombras
abren su luz,
la abren, la abren tanto,
que la mañana
surge sin principio
ni fin,
eterna ya desde el ocaso.
Claudio Rodríguez Don de la ebriedad (poema II,
Parte Primera) 1953
Claudio
Rodríguez es el poeta zamorano por excelencia, no el único con renombre (como
vimos ayer y podremos seguir comprobando mañana), pero sí muy ligado a la historia
de la ciudad donde nació en 1934
Quedó huérfano
joven y eso le empujó a escribir tempranamente, tanto que en 1953 recibió el
premio Adonais de Poesía, lo que le valió reconocimientos varios (el mas
curioso quizá el ser condenado a la “Cárcel de Papel” del semanario “La
Codorniz” el 8 de septiembre de 1954
Su
primera obra fue precisamente Don de la Ebriedad poema en tres partes divididas
a su vez en varios poemas (nueve la primera parte, un largo poema la segunda y
ocho poemas la tercera parte). Si queréis leerla entera lo podéis hacer Aquí
En
el año 2007 el cantautor zamorano Luis Ramos, publica con el apoyo de la
Diputación de Zamora en Urueña el disco-libro “El aire de lo sencillo”, donde
graba esta versión musicalizada del poema
Hay
que reseñar la dificultad de poner música a los poemas de Claudio Rodríguez,
como recogía en la introducción de ese libro otro zamorano ilustre, Joaquín
Díaz: “Porque además de ser maestro de la palabra, Claudio Rodríguez, fue
esclavo del sentimiento, sometido de por vida a las emociones que su propia
epidermis le inoculaba al contacto con el aire de la existencia o con el alma
de los otros. Claudio, huérfano de la felicidad y apasionado por la naturaleza
-añorada, pero presentida en palabras que significan en su obra mucho más de lo
que dicen- transforma magistralmente el pesimismo en lucidez y transmite a todo
lo que toca el peso de lo substancial. Ese peso, esa transustanciación de la
palabra en piedra sillar, ha cimentado su poesía dando la impresión de que
sobre ese fundamento era difícil levantar un edificio musical.”
No
hay mas versiones de este tema, tan solo cuatro músicos han realizado versiones
musicales de diecisiete poemas de Claudio Rodríguez
Ya
que su obra fue temprana y larga y su última publicación en 1991 (luego tuvo
que bregar con la enfermedad que acabo con él). He pensado recoger otro poema de
su último libro: “Casi una Leyenda”, concretamente el poema Secreta, musicado también
por Luis Ramos
Secreta
Tú
no sabías que la muerte es bella
y
que se hizo en tu cuerpo. No sabías
que
la familia, calles generosas,
eran
mentira.
Pero
no aquella lluvia de la infancia,
y
no el sabor de la desilusión,
la
sábana sin sombra y la caricia
desconocida.
Que
la luz nunca olvida y no perdona,
más
peligrosa con tu claridad
tan
inocente que lo dice todo:
revelación.
Y
ya no puedo ni vivir tu vida,
y
ya no puedo ni vivir mi vida
con
las manos abiertas esta tarde
maldita
y clara.
Ahora
se salva lo que se ha perdido
con
sacrificio del amor, incesto
del
cielo, y con dolor, remordimiento,
gracia
serena.
¿Y
si la primavera es verdadera?
Ya
no sé qué decir. Me voy alegre.
Tú
no sabías que la muerte es bella,
triste
doncella.
Claudio Rodríguez. Casi una Leyenda 1991
Si
queréis leer más de Claudio Rodríguez existe una buena y breve Antología Poética
en la Web Cervantes
virtual
Hace
un par de meses os envié otro poema de Claudio Rodríguez, que también es de
este último libro: Casi una Leyenda, titulado Con los Cinco Pinares
Con los cinco pinares
Con
los cinco pinares de tu muerte y la mía
tú
volverás. Escucha. La promesa besada
sobre
tu cicatriz sin huella con racimo en silencio
nos
da destino y fruto en la herida del aire.
Si
yo pudiera darte la creencia y los años,
la
visión renovada esta tarde de otoño
deslumbrada
y segura sin recuerdo cobarde,
vileza
macilenta, sin soledad ni ayuda…
Es
el amor que vuelve. ¿Y qué hacemos ahora
si
está la alondra de alba cantando en la resina
de
los cinco pinares de tu muerte y la mía?
Fue
demasiado pronto pero ahora no es tarde.
¡Si
es el amor sin dueño, si es nuestra creación:
el
misterio que salva y la vida que vive!
Claudio Rodríguez. Casi una Leyenda 1991
Ismael
Serrano puso música a este poema para grabarlo en el 2003 en el Disco realizado
por la Diputación de Valladolid, que publica el CD “Poesía necesaria” para el
IV Congreso Internacional de la Lengua de Valladolid de ese año.
Posteriormente
Ismael Serrano lo incluye en su disco del 2006 “El viaje de Rosetta. Singles,
rarezas y otros cuerpos celestes. 10 años”
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