En 1939 en el exilio mexicano León Felipe escribe su libro “Español del éxodo y del llanto”, dedicado al presidente de la República de México como muestra de gratitud, el quinto poema del libro primero es Reparto, que dice
"La España de las harcas no tuvo nunca poetas. De Franco han sido y siguen siendo los arzobispos, pero no los poetas. En este reparto injusto, desigual y forzoso, del lado de las harcas cayeron los arzobispos y del lado del éxodo, los poetas. Lo cual no es poca cosa. La vida de los pueblos, aún en los menesteres más humildes, funciona porque hay unos hombres allá en la Colina, que observan los signos estelares, sostienen el fuego prometeico y cantan unas canciones que hacen crecer las espigas.
Sin el hombre de la Colina, no se puede organizar una patria. Porque este hombre es tan necesario como el hombre del Capitolio y no vale menos que el hombre de la Bolsa. Sin esta vieja casta prometeica que arrastra una larga cauda herética y sagrada y lleva sobre la frente una cresta luminosa y maldita, no podrá existir ningún pueblo.
Sin el poeta no podrá existir España. Que lo oigan las harcas victoriosas, que lo oiga Franco
Tuya es la
hacienda,
la casa,
el caballo
y la pistola.
Mía es la voz antigua de la tierra.
Tú te quedas con todo
y me dejas desnudo y errante por el mundo…
mas yo te dejo mudo… ¡Mudo!
¿Y cómo vas a recoger el trigo
y a alimentar el fuego
si yo me llevo la canción?"
Los versos finales fueron cantados por Aguaviva en su primer disco de 1970 “Cada vez más cerca”, con el nombre de “Mía es la voz”, cuarto tema de la cara A, me sigue pareciendo milagroso que la censura autorizara este disco, máxime cuando el homenaje a León Felipe en el Cine (teatro) monumental de Madrid el 14 de marzo de 1977, organizado por los amigos de la Unesco fue prohibido con todas las entradas vendidas, en él iba a actuar entre otros Aguaviva (junto a Soledad Bravo, Adolfo Celdrán, Francisco Curto y Luis Pastor) Esta es la versión cantada en un vídeo y audio del concierto celebrado en la Universidad Complutense de Madrid en 1978. Creo que el audio es mejor y me parece un buen homenaje a estas voces
Si habéis visto el documental sobre León Felipe que ha dado origen a estas tres entradas, no sé si os sorprendería cuando en un momento se dice que León Felipe quiso pedir perdón al resto de poetas españoles, que se quedaron en España, y lo hizo a través de una carta a otra gran poeta casi olvidada, Angela Figera Aymerich, nacida en Bilbao pero que residió en Madrid gran parte de su vida, conocida como la Gabriela Mistral Bilbana, por la calidad y calidez de sus poemas, actuó de mediadora entre los poetas del interior y los exiliados, en los años 1957 y 1958, consiguiendo en 1957 que Pablo Neruda recupere el diálogo -interrumpido tras la guerra civil en 1939- con los escritores del interior, y escriba su "Carta a los poetas españoles" (París, 1957).
Posteriormente, con su libro Belleza cruel y su correspondencia, convence a León Felipe para que cambie su actitud y la consideración de los poetas del interior y les "devuelva" el salmo y la canción que se llevó al exilio (México, 1958).,
Este es el texto de León Felipe “Palabras”
"Con estas palabras
quiero arrepentirme y desdecirme, Ángela Figuera Aymerich... de cosas que uno
ha dicho, de versos que uno ha escrito...
Porque yo fui el que dijo al hermano voraz y vengativo, cuando, aquel día,
nosotros, los españoles del éxodo y del llanto, salimos al viento y al mar,
arrojados de la casa paterna por el último postigo del huerto... Yo fui el que
dijo:
Hermano... tuya es la hacienda...
la casa, el caballo y la pistola...
Mía es la voz antigua de la tierra.
Tú te quedas con todo
y me dejas desnudo y errante por el mundo...
mas yo te dejo mudo... ¡mudo!...
Y ¿cómo vas a recoger el trigo
y a alimentar el fuego
si yo me llevo la canción?
Fue éste un triste reparto caprichoso que yo hice, entonces, dolorido, para
consolarme. Ahora estoy avergonzado. Yo no me llevé la canción. Nosotros no nos
llevamos la canción. Tal vez era lo único que no nos podíamos llevar: la
canción, la canción de la tierra, la canción inalienable de la tierra. Y
nosotros, los españoles del éxodo y del viento... ¡ya no teníamos tierra!
Vosotros os quedasteis con todo: con la tierra y la canción.
Nuestro debió haber sido el salmo, el salmo del desierto, que vive sin tierra,
bajo el llanto, y que sin garfios ni raíces se prende, se agarra, anhelante, de
la luz y del viento.
Yo hablé también un día del salmo. "El salmo es mío", dije, "el
salmo es una joya que les dimos en prenda los poetas a los sacerdotes... y
ahora lo rescato, me lo llevo, me lo llevo del templo, me lo llevo en mi
garganta rota y desesperada..." Y dije también: "El salmo fugitivo y
vagabundo es el lenguaje justo del español del éxodo y del llanto"...
Palabras, palabras nada más. Yo no me llevé el salmo tampoco. Nosotros no nos
llevamos el salmo.
Al final todo se hizo grito vano, lamento hinchado, blasfemia sin sentido,
palabras de un idiota llenas de éstrépito y de furia que se perdieron como
burbujas de hiel en el vacío... Y nos quedamos luego todos mudos... Los mudos
fuimos nosotros... ¡Los desterrados y los mudos!
De este lado nadie dijo la palabra justa y vibrante. Hay que confesarlo: de
tanta sangre a cuestas, de tanto caminar, de tanto llanto y de tanta
justicia... no brotó el poeta.
Y ahora estamos aquí, del otro lado del mar, nosotros, los españoles del éxodo
y del viento, asombrados y atónitos oyéndoos a vosotros cantar: con esperanza,
con ira, sin miedos...
Esa voz... esas voces... Dámaso, Otero, Celaya, Hierro, Crémer, Nora, de Luis,
Angela Figuera Aymerich... los que os quedasteis en la casa paterna, en la
vieja heredad acorralada... Vuestros son el salmo y la canción.
México, D.F., junio, 1958. León Felipe
Este fue el prólogo del libro “Belleza Cruel” que aunque escrito en 1955, no se animó a intentar pasar la censura dadas sus experiencias previas, lo mandó a México, donde se presenta al Premio de Poesía “Nueva España” de la unión de intelectuales españoles, es premiado y se publica con ese prólogo de León Felipe.
Posteriormente el 29 de marzo de 1959 se publica en el periódico ABC de Madrid en la página cinco
León Felipe vivió en esa continua búsqueda, acabo con tres poemas del libro Versos y Oraciones de Caminante: Qué me importa que se borren (poema XXVII, primera estrofa); Huyen... Se ve que huyen (poema XIII, integro excepto tres versos intermedios) y No es lo que me trae cansado (poema XII), que han dado lugar al tema musical “Poemas Menores” de Evoeh (en el vídeo podréis encontrar el texto de los versos musicalizados)
Buena semana
Entradas Previas a ésta
1 Ahora de Pueblo en Pueblo. La voz y la palabra 1 de 3
https://fonocopiando.blogspot.com/2021/04/ahora-de-pueblo-en-pueblo-leon-felipe.html
2 Qué Lástima!. La voz y la palabra 2 de 3
https://fonocopiando.blogspot.com/2021/04/que-lastima-que-solo-estoy-senor-ven.html
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