Una puerta abierta a la música, la poesía, las versiones y a la sonrisa, con muchas pinceladas de cine y bandas sonoras. En recuerdo y homenaje al antiguo microprograma "Fonocopias" de Radio Nacional de España Radio 5
… En un carro de olvido Antes del aclarar De una estación del tiempo Decidido a rodar Run Run se fue pa'l norte No sé cuándo vendrá Vendrá para el cumpleaños De nuestra soledad
… A los tres días carta Con letras de coral Me dice que su viaje Se alarga más y más Se va de Antofagasta Sin dar una señal Y cuenta una aventura Que paso a deletrear Ay, ay, ay, de mí
… Al medio de un gentío Que tuvo que afrontar Un trasbordo por culpa Del último huracán En un puente quebrado Cerca de Vallenar Con una cruz al hombro Run Run debió cruzar
… Run Run siguió su viaje Llegó a Tamarugal Sentado en una piedra Se puso a divagar Que sí, que esto, que lo otro Que nunca, que además Que la vida es mentira Que la muerte es verdad Ay, ay, ay, de mí
… La cosa es que una alforja Se puso a trajinar Sacó papel y tinta Y un recuerdo quizás Sin pena ni alegría Sin gloria ni piedad Sin rabia ni amargura Sin hiel ni libertad
… Vacía como el hueco Del mundo terrenal Run Run mandó su carta Por mandarla no más Run Run se fue pa'l norte Yo me quedé en el sur Al medio hay un abismo Sin música ni luz Ay, ay, ay, de mí
… El calendario afloja Por las ruedas del tren Los números del año Por el filo del riel Más vueltas dan los fierros Más nubes en el mes Más largos son los rieles Más agrio es el después
… Run Run se fue pa'l norte Qué le vamos a hacer Así es la vida entonces Espinas de Israel Amor crucificado Coronas del desdén Los clavos del martirio El vinagre y la hiel Ay, ay, ay, de mí
Hemos oido a la Violeta al charango, con su quebrada voz, cantando este tema melancólico donde relata su historia de amor y desamor con el antropólogo suizo Gilbert Favre. La lectura de algunas de su carta nos da idea de esa relación y su ansia por recuperar su amor que partió hacia el Norte (Bolivia)
Es una de las canciones más versionadas, me ha costado elegir entre ellas, empiezo por una versión instrumental a cargo de la banda de rock chileno, que mezcla el rock progresivo con el folklore, "Los Jaivas" y la grabaron por primera vez en su disco "Obras de Violeta Parra" de 1984 (séptimo corte) disco grabado en París lugar clave en esta historia de la canción chilena. Una gran versión con un sonido de flauta espectacular. El vídeo es un directo en Canadá en 1987
Hay versiones de los hijos de Violeta Isabel y Angel Parra, y también del grupo Inti Illimani, pero he elegido dentro de ese amplio grupo la version de su nieta Javiera Parra que lo ha interpretado en varias ocasiones y distinta compañia, he elegido la última grabación del 2019, del disco "Gracias a Violeta Parra" (segundo corte) junto al cuarteto latinoamericano, aunque el tema se canta en 2017
Acabo con una versión instrumental realizada el 4 de octubre de 2017 en "Le Cour Carrée del Louvre" a instancias de la cantante e instrumentista francesa LEHNA, que es la responsable de la traducción al francés de varias canciones de Violeta Parra.
Maldigo del alto cielo La estrella con su reflejo Maldigo los azulejos Destellos del arroyuelo Maldigo del bajo suelo La piedra con su contorno Maldigo el fuego del horno Porque mi alma está de luto Maldigo los estatutos Del tiempo con sus bochornos Cuánto será mi dolor.
Maldigo la cordillera De los andes y de la costa Maldigo toda angosta Y larga faja de tierra También la paz y la guerra Lo franco y lo veleidoso Maldigo lo perfumoso Porque mi anhelo está muerto Maldigo todo lo cierto Y lo falso con lo dudoso
Cuánto será mi dolor.
Maldigo la primavera Con sus jardines en flor Y del otoño el color Yo lo maldigo de veras A la nube pasajera La maldigo tanto y tanto Porque padezco un quebranto Maldigo el invierno entero Con el verano sincero
Maldigo profano y santo Cuánto será mi dolor.
Maldigo a la solitaria Figura de la bandera Maldigo cualquier emblema La venus y la araucaria El trino de la canaria El cosmo con sus planetas La tierra y todas sus grietas Porque me aqueja un pesar
Maldigo del ancho mar Sus puertos y sus caletas Grande será mi dolor.
Maldigo luna y paisaje Los valles y los desiertos Maldigo muerto por muerto Y al vivo de rey a paje Al ave con su plumaje La maldigo a sangre fría Las auras, las sacristías
Porque me aqueja un dolor Maldigo el vocablo amor Con toda su brujería Cuánto será mi dolor.
Maldigo por fin lo blanco Lo negro con lo amarillo Obispos y monaguillos Ministros y predicantes Yo los maldigo cantando Lo libre y lo prisionero Lo dulce y lo pendenciero Le pongo mi maldición En griego y español Por culpa de un traicionero Cuánto será mi dolor.
Para mi el poema y canción mas desesperanzado de Violeta Parra, un texto de condenas que lo abarca todo, y donde al final del texto aparece el final de su relación con Gilbert Favre, ("por culpa de un traicionero), que aparentemente contribuyó a su decisión de acortar su paso por la Tierra
Disco y canción de derrota, que parece expresar las ideas que en algún momento escribió la propia Violeta (“En mi vida me ha tocado muy seco todo y muy salado, pero así es la
vida exactamente, una pelotera que no la entiende nadie. El invierno se
ha metido en el fondo de mi alma y dudo que en alguna parte haya
primavera; ya no hago nada de nada, ni barrer siquiera. No quiero ver
nada de nada, entonces pongo la cama delante de mi puerta y me voy”)
Una canción que ha sido muy versionada, en gran medida desde Argentina, la primera versión que os propongo, es la realizada por la actriz y cantante Soledad Villamil (que actua en la oscarizada "El Secreto de sus ojos" del 2009), en su disco "Canción de Viaje" del 2012 (tercer corte)
Ls segunda propuesta es una versión chileno argentina, realizada por Pedro Aznar y Manuel García en su disco Abrazo de Hermanos del 2019 (Décimo corte)
Acabo con la versión que más me gusta, es posible que lo de ser paisano altere el juicio, pero es que el asturiano Nacho Vegas, es un músico excepcional, y su disco del 2018 Violéticas, merece cualquier disculpa para hablar de él, un gran disco. Ademas en esta versión lo acompaña Christina Rosenvinge, no se me ocurre nada mejor para acabar
Ya se va para los cielos
ese querido angelito
a rogar por sus abuelos,
por sus padres y hermanitos.
Cuando se muere la carne,
el alma busca su sitio
adentro de una amapola
o dentro de un pajarito.
La tierra lo está esperando
con su corazón abierto,
por eso es que el angelito
parece que está despierto.
Cuando se muere la carne,
el alma busca su centro
en el brillo de una rosa
o de un pececito nuevo.
En una cuna de tierra
lo arrullará una campana,
mientras la lluvia le limpia
su carita en la mañana.
Cuando se muere la carne,
el alma busca su diana
en los misterios del mundo
que le ha abierto su ventana.
Las mariposas alegres,
de ver el bello angelito
alrededor de su cuna,
le caminan despacito.
Cuando se muere la carne,
el alma va derechito
a saludar a la Luna
y de paso al lucerito.
¿Adónde se fue su gracia?
¿Dónde fue su dulzura?
¿Por qué se cae su cuerpo
como la fruta madura?
Cuando se muere la carne,
el alma busca en la altura
la explicación de su vida
cortada con tal premura,
la explicación de su muerte
prisionera en una tumba.
Cuando se muere la carne,
el alma se queda oscura
Pensaba en dedicar esta semana mas a las composiciones de la propia Violeta que a su trabajo como recopiladora de canciones y músicas tradicionales, pero al final he decidido poner otros cuatro temas que aparecen en el último disco de Violeta Parra, "Últimas composiciones" del año 1966, del que ya he hablado de dos de ellos, "Gracias a la vida" y "La cueca de los poetas". Este disco fue reconocido por la revista Rolling Stone como el mejor disco realizado en Chile, y es realmente muy bueno aunque lleno de tristeza premonitoria, donde se plasmaba parte de su desánimo con la vida, como los desamores amorosos, el mundo que la rodeaba o la muerte de su hija Rosita Clara Arce, a los nueve meses, tras un viaje de Violeta a Polonia, URSS y París, dejando la niña al cuidado del padre (Luis Arce) y de su hijo Angel Parra de doce años de edad.
La primera versión la realiza Isabel Parra al año siguiente de su muerte, y la segunda el Grupo Chagual, un grupo de la nueva cancion chilena en su disco de 1968 "Canta a Violeta Parra" con una letra ligeramente diferente
Esta canción conjuga un ritmo de origen escocés, el reel
–que habría llegado a Chile durante el siglo XIX–, con la tradición campesina
del velorio del angelito. La tristeza por la pérdida de un hijo se expresa al modo de la
creencia popular: el amor frente a la vida vence al dolor por la muerte,
entregando una luz de sentido sobre la existencia humana. La tierra,
con sus flores, sus jardines, con sus pajaritos, mariposas y pececitos,
se introduce en el cielo; el cielo, morada del nuevo angelito, se acerca
así a la tierra, brotando un nuevo vínculo al interior de la familia y
una nueva sabiduría para afrontar el futuro, colmada, en el decir de la
propia Violeta, de paciencia, valor, condescendencia y resignación
infinita.
En 1971, Inti Illimani, publica su disco "Autores Chilenos", donde cantan varios temas de Violeta Parra, Victor Jara y otros. Es el cuarto corte de la cara A
Acabo con una de las últimas versiones, el grupo de reggae chileno Gondwana, grabó esta versión en el 2017, con motivo del centésimo nacimiento de Violeta Parra
Vuelta a la poesia tras la llegada del verano al Hemisferio Norte. Esta semana, la propuesta es Violeta Parra, que ademas de poeta era escultora, cantautora, mujer y persona que intentó y logró perseguir su ideal de vida, aunque la propia vida acabó pasándoles factura. Es difícil diferenciar su faceta de poeta con la de compositora de canciones, pero al cabo da igual, lo que realmente le importaba a Violeta era la gente, Comienzo con uno de sus poemas/canciones que más me gustan, un canto de esperanza
La jardinera
Para olvidarme de ti
voy a cultivar la tierra.
En ella espero encontrar
remedio para mi pena.
Aquí plantaré el rosal
de las espinas más gruesas.
Tendré lista la corona
para cuando en mí te mueras.
Para mi tristeza, violeta azul,
clavelina roja pa’ mi pasión,
y, para saber si me corresponde,
deshojo un blanco manzanillón:
si me quiere –mucho, poquito, nada–, tranquilo queda mi corazón.
Creciendo irán poco a poco
los alegres pensamientos.
Cuando ya estén florecidos,
irá lejos tu recuerdo.
De la flor de la amapola
seré su mejor amiga.
La pondré bajo la almohada
para dormirme tranquila.
Cogollo de toronjil,
cuando me aumenten las penas,
las flores de mi jardín
han de ser mis enfermeras.
Y si acaso yo me ausento
antes que tú te arrepientas,
heredarás estas flores:
¡ven a curarte con ellas!
Este poema canción ha sido convertido en cuento e ilustrado en el 2018, (a los 101 años del nacimiento de Violeta) por la joven ilustradora chilena Paloma Valdivia (cuarenta años), no me he podido resitir a incluirlo leido por una profesora del Liceo Francés de Medellín.
La canción se publicó por primera vez en 1954, en un disco de pizarra de 78 RPM, en el sello "Odeon", junto con su hermana Hilda Parra
En cualquier caso en nuestro recuerdo esta canción se ocupa con la voz de Violeta Parra, esa voz tan personal que contribuyó a lanzar su carrera. Os dejo con un audio de su disco recopilatorio de 1994 "El Folklore y la Pasión" que recoge su grabaciones en el sello Odeon de Chile entre 1954 y 1966
Hay varias versiones, de este poema/canción, una de las primeras y más interesantes es la realizada por la madrileña nacida en Lavapies y afincada en Francia en la década de los cincuenta Carmen Requeta (Carmela) a quien un joven Paco Ibáñez acompañaba en sus inicios a la guitarra. Carmela, fué ignorada en España y reconocida en Francia y acabó por lo que sé viviendo en París. Española de la Diáspora, publica en 1973 (aunque sus inicios son flamencos, en un momento de su vida cambia a la canción de autor hispanoamericana) un disco titulado "Canciones de España y América Latina" en el sello "Chant du Monde" junto a Paco Ibáñez. Esta versión era el tercer corte de la cara B. De ella se llegó a escribir que era la Edith Piaf española, su voz bien lo demuestra
En el vídeo se puede leer bastante información de esta cantante. Otras versiones son las realizadas por la familia Parra, Una de ellas es la realizada por Ángel Parra en un disco recopilatorio de 1997. Os dejo con un directo junto a su hija y nieta de Violeta, Javiera Parra de bastante después
Acabo con otra versión más actual la realizada por los vecinos argentinos, Sabalaje Ensamble en su disco del 2018 "Tras la Huella", con la voz de Virginia Blanco y dirigidos por Camilo Reiner, una versión con apuntes de jazz, pero muy hermosa
Nuevo viernes y nuevos estrenos discográficos, como abandono por fiestas y vacaciones una semana larga, que mejor que dejaros con el nuevo y último disco de los británicos UB40.
Un poc de reggae siempre viene bien. El nuevo disco que han estrenado se titulaUnprecedented y son catroce temas que incluyen algunas de las canciones favoritas de Ali y Astro. El disco debería haber salido el pasado año, pero se pospuso por el fallecimiento de Astro el 6 de noviembre pasado con 64 años. Nos deja su música
Sufferer es el sexto corte del disco y el primer vídeo que se ha publicado
Este tema es una versión de un clásico de "The Kingstonians" de finales de los sesenta, os dejo con un vídeo con la letra traducida en la pantalla y con la letra en original en youtube
Víctimas y sufridores innecesarios en este mundo donde solo parece favorecerse el dinero y el odio, escuchar Reggae, que es una música de amor, nos puede ayudar a sobrellevarlo
Os dejo con otra canción (el segundo corte) del disco de UB40 We'll Never Find Another Love
Amemonos y seamos felices en la medida de lo posible. Buena semana y buena noche de San Juan, quemad todo lo feo y malo que nos rodea, y a ver que pasa
Yo soy la nube lejana
(Vega en su canto decía)
Que con la noche sombría
Huye al venir la mañana;
Soy la luz que en tu ventana
Filtra en manojos la luna:
La que de niña en la cuna
Abrió tus ojos risueños:
La que dibuja tus sueños
En la desierta laguna.
(OBLIGADO)*
El sol en el ocaso descendía
Y el campo se poblaba de rumores,
De esos rumores de la tarde fría
Tan llenos de tristezas y dolores.
<<Una nueva canción, payador mío>>,
Le dijo la morocha encantadora,
<<Una canción de amor, que tengo frío,
Entona con tu voz de ave que llora>>.
<<No cantaré el amor, muero de pena>>,
Respondió el payador;
<<Cantaré una canción dulce y serena
Como un débil rumor>>;
Y empezó el payador de faz sombría
Un canto de una intensa melodía.
<<Soy un pájaro sin nido,
Un pobre pájaro errante
Que en una rama distante
Exhala un triste gemido.
En la espesura escondido
Paso las horas trinando
Y entre mis himnos llorando
Por un secreto dolor,
Yo no soy un payador,
Soy un ser que vive amando.
<<Soy una flor desprendida
Que arrebata el huracán,
Mariposa que en su afán
Volando pasa la vida,
Sombra de un alma perdida
Por las montañas yo vago
Y me detengo en el lago,
Donde una náyade hermosa
Con un arpa misteriosa
Me enseña un canto muy vago.
<<Soy el rayo de una estrella
Que parpadea de amor;
Soy el trémulo fulgor
Con que en el aire destella,
Una tímida centella
Que se pierde en la espesura;
Soy el dios de la amargura,
Soy el tumbo que en las olas,
Con las tormentas a solas
Va del mar en la negrura.
<<Yo soy el cisne amoroso
Que se oculta en la laguna,
Soy un rayo de la luna
Que da un beso tembloroso
A un sepulcro misterioso
Donde una virgen descansa;
Soy un ser sin esperanza,
Un sonámbulo de amor,
Que pálido de dolor
No halla a sus penas templanza.
<<¿Cuál es mi origen? No sé.
¿Soy el hijo de una ondina?
¿Fue mi madre golondrina
O estrella del cielo fue?
Eso nunca lo sabré.
Yo sólo de mí he sabido
Que en una gruta he nacido
Al fulgurar de la luna,
Que fue de ramas mi cuna,
Como es de ramas el nido.
<<Que la cuidaron las hadas,
Que sus mágicos olores
Allí exhalaban las flores
Junto a ella entrelazadas,
Que sus melifluas baladas
El pajarillo rastrero
Entonaba en el otero,
Del cual mi cuna pendía,
Que allí un arroyo corría
Y la mecía el pampero.
<<Que en mi pobre alma dolida
Ya no queda una ilusión,
Que cuando en mi corazón
Busco una flor escondida,
La encuentro mustia y sin vida;
Que ya no tengo remedio
Que no hayo en la vida medio
Para olvidar mi pesar,
Que ya sólo se llorar
Y todo me causa tedio>>
No dijo más el pobre payador,
Las lágrimas corrieron por sus ojos,
Y de sus labios rojos
Como un dulce rumor
Brotó un gemido largo de dolor.
Tras de la sierra apareció la luna,
El rudo vendaval sopló rizando
Las ondas al pasar por la laguna
Cual si fuera gimiendo y suspirando.
Y al pálido fulgor
Que el astro de la noche derramaba
Viose en la pampa muerto al payador;
Bajo un ombú tendido se encontraba
Y junto a él su morocha sollozaba. Vicente Huidobro: Ecos del alma (1912)
Poema de la fase inicial de Vicente Huidobro, musicado por el cantautor chileno Eduardo Peralta en el 2015, en su disco "Encanto de las lluvias" (quinto corte) Sobre este poema Eduardo Peralta escribe "Son décimas y versos endecasílabos entrelazados al comienzo y al final;
es una historia sobre un payador, en décimas perfectas consonantes,
escritas por un poeta de la vanguardia como Vicente Huidobro, a quien
todos reconocen como el que rompió con todos los moldes. Sin embargo, al
principio de su carrera, hizo versos muy bonitos con forma
tradicionales. Lo hice con una de las melodías de los poetas populares"
Acabo esta semana dedicada a Vicente Huidobro con otro poema más tardio, dedicado a su amigo y poeta Guillame Apollinaire
Poema Funerario
El
pájaro de lujo ha cambiado de estrella
Aparejad bajo la tempestad de las lágrimas
Las velas del ataúd
Donde se aleja el instrumento del encanto
En
las vegetaciones de los recuerdos
Las horas en torno nuestro hacen sus viajes
Va rápido Va de prisa impelido por los suspiros
El mar está cargado de naufragios
Y yo he adornado el mar para su paso
Así
es el viaje primordial y sin billete
El viaje instructivo y secreto
En los corredores del viento
Las
nubes se apartan para que él pueda pasar
Y las estrellas se iluminan para mostrar el camino
¿Qué
buscas en los bolsillos de tu casaca?
¿Has perdido la llave?
En
medio de ese zumbido celeste
Encuentras en todas partes tus horas envejecidas
El
viento es negro y hay estalactitas en mi voz
Dime Guillermo
¿Has perdido la llave del infinito?
Una
estrella impaciente iba a decir que tiene frío
La
lluvia aguzada comienza a coser la noche
Vicente Huidobro Poéme
funerarire (Automne régulier, 1925), publicada en el diario La opinión, Santiago, Chile, 1934 (De Vicente Huidobro, Antología
Poética, Editorial Universitaria, Santiago Chile, 1992.