Ciego de Ávila, provincia de Camagüey, isla de Cuba.
Mi abuelo tocaba el clarinete
y tenía un cinturón con hebilla de oro.
Esto sucede en 1920, delante de una tela pintada con palmeras y pájaros que habrían de ser multicolores.
En una calle de La Habana, recién llegado de Vigo, Leonardo Mestre le compró a su novia una peineta de carey.
Están los dos, él lánguido de ojos y con un traje de lino,
ella, bajo la luz de los trópicos, es bella y me mira.
Han conocido el ancho cielo
y los grandes peces de los mares.
Su juventud es dichosa
como la aventura que acaban de descubrir.
Entonces se han colocado para la fotografía
y con ella, como el que es alegre y vencido por el amor,
entran en el hermoso sueño de la vida.
Ya nada pudo separarlos, sólo ellos saben
por qué fue aquel el instante preciso del milagro.
Yo podría continuar esta historia
pero no sé si en 1920 había Chevrolets en Cuba.
Juan Carlos Mestre: Antífona del otoño en el valle del Bierzo (1986)
Juan Carlos Mestre es un artista polifacético, poeta, músico, pintor, grabador, escultor, contador de historias, su poesía es muy personal y debe ser un gusto verle en directo, asignatura que aun tengo pendiente, nacido en Villafranca del Bierzo el 15 de abril de 1957, es aún un joven que sigue investigando. Aunque este poema ha aparecido grabado en un disco, su amigo Amancio Prada, con el que ha compartido escenario en muchas ocasiones, grabó un disco íntegro con diez de sus poemas, titulado “Cavalo Morto”, en el año 2017, este es la cuarta pista
En este caso prefiero el poema recitado, que me produce gran ternura, deben ser los genes de la emigración. Buen jueves
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, deja tu opinión y/o sugerencia. GRACIAS POR COMENTAR